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Capítulo 35: “Hola Vecna.”

Bella siguió a ambos chicos al piso superior. Este, igual que el de abajo, se encontraba en malísimas condiciones. Había telarañas por todas las esquinas, seguía sin haber luz, polvo… Este último estaba haciendo que la alergia de la chica floreciera, y eso junto a la tensión que sentía en el momento, no le provocaba más que ganas de salir corriendo hacia su casa. 

—¿Qué clase de pistas estamos buscando? —preguntó un muy confundido Steve. 

—Se supone que algo que nos lleve hasta Vecna. —Bella continuó buscando pistas entre los objetos que adornaban una de las cajoneras de la habitación. 

—“El mundo está lleno de obviedades que nadie advierte ni remotamente”. —Dustin se giró para mirar a Steve—. Sherlock Holmes. 

—Es de unos libros. 

Steve miró a Bella con indignación.

—Ya lo sé. 

Aunque no era la mejor idea, se separaron y siguieron buscando pistas. Aunque seguían dentro de la misma habitación.

A pesar de seguir a lo suyo, Bella escuchó que Steve andaba haciendo alguna de las suyas, así que, curiosa, se acercó a él. 

—¿Qué hay ahí? —Asustó al chico preguntándole. 

Lo último que esperaba era tenerla justo detrás. 

Él no contestó, y simplemente se agachó para abrir y mirar mejor la rejilla que había en el suelo. La chica imitó su acción sin saber muy bien qué era lo que había visto. 

—Steve, no creo que sea muy buena idea —susurró ella cuando vio que él metía su mano dentro de la rejilla. 

Sacó un tarro de cristal. Dentro de él había una araña entre un montón de hojas. 

—¿Es de menti… 

Bella no tuvo tiempo de acabar su pregunta, ya que Steve, muy asustado, empezó a gritar y huir, dejando que el tarro cayera al suelo. Una araña empezó a subir por su hombro. 

—¡Sal de ahí! —le pidió Steve a la chica. 

Bella, con mucho cuidado, se volvió a poner derecha y a salir de la habitación, fijándose bien en que no tuviera una araña enganchada en la ropa o el pelo. 

Nada más salir, Steve cerró la puerta de un portazo. 

—No volvamos a entrar ahí. —Se dio la vuelta, buscando a donde había ido Dustin. 

—Espera Steve, tienes un montón de telarañas en el pelo. 

Steve se quedó quieto, dándole permiso a la chica para que le quitara aquello del pelo. Fue algo difícil, ya que tenía mucho cabello, y estaba completamente lleno de tela.

—Si te ha hecho un nido, nunca encontrarás los huevos hasta que eclosionen todos. —Apareció Robin por detrás. 

—¿A ti qué te pasa? —preguntó Steve, provocando que las tres chicas que ahora le rodeaban se rieran. 

—Déjala, está loca. 

—Eso ya lo sabía —añadió el chico—. Oye, he estado pensado y, ¿cuál te gustaría que fuera nuestra primera cita? Ya sabes, después de que todo esto acabe. 

—¿Qué te parece un picnic? 

—¿Un picnic? —Se giró extrañado a mirarla. 

—Si, podría ser divertido. 

—Está bien, yo hago lo que tú quieras hacer. —Se sonrieron mutuamente. 

En cualquier otro momento la pareja hubiera seguido charlando y besándose, pero dada la situación que estaban viviendo, y que no disponía de todo el tiempo del mundo, siguieron investigando la casa de Víctor Creel. 

Ya cuando había anochecido, Lucas y Max llamaron al resto del grupo. Todos bajaron rápidamente al piso de abajo y se reunieron alrededor de la lámpara del techo. Esta se encendía, haciendo intermitencias. Era tal y como pasaba cuando Will desapareció y él desde el Mundo Del Revés encendía las luces de Navidad para comunicarse con su madre. 

—Vecna está aquí —murmuró Lucas—. En esta casa, pero en el otro lado. 

De repente las luces dejaron de hacer intermitencias, dejando al grupo sin palabras. 

—¿Nos ha oído? —preguntó Máx asustada. 

Bella, quien estaba al lado de la chica pelirroja, sin decirle nada, le puso los auriculares. 

—Apagad todos la linterna y separaos —pidió Nancy. 

El grupo siguió sus órdenes, aunque nadie entendió qué es lo que realmente quería hacer. 

Bella volvió al piso de arriba, donde minutos antes había estado hablando con Steve y Robin. Dio una vuelta por los pasillos, buscando alguna respuesta, incluso intentando entender qué era lo que quería hacer Nancy, pero no llegó a ninguna conclusión. 

—¡Lo tengo! —gritó Robin, haciendo que el grupo se dirigiera a ella. 

Vecna primero iluminó la linterna de la chica, después de apagarla, pasó a la de Steve. 

Se estaba moviendo hacia el último piso, por lo que el grupo le siguió por unas escaleras muy extrañas, ya que estaban escondidas. 

Llegaron a una especie de desván, donde todo estaba muy sucio y desarreglado, incluso más que el resto de los pisos.

Allí, una bombilla colgada del techo, hacía lo mismo que la lámpara del piso inferior. Las linternas también parpadeaban. 

Tenían a Vecna cada vez más cerca. 

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Holaaa,

He estado desaparecida lo sé, pero es que lo he estado pasando mal.

Pero ya esto bien, creo :)

Quería avisaros que voy a estar de vacaciones unas semanas, y se me va a hacer difícil escribir, pero lo intentaré por vosotras <3

Graciad por leer, nos leemos en el próximo capítulo.

𝑊𝑒𝑙𝑐𝑜𝑚𝑒 𝑡𝑜 𝐻𝑎𝑤𝑘𝑖𝑛𝑠 -  𝐒𝐭𝐞𝐯𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐢𝐧𝐠𝐭𝐨𝐧 *EN PAUSA*Where stories live. Discover now