Contractions pt.2

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– ¡K-KINN! – exclamó el moreno nervioso. Kinn se acercó a prisa hasta donde se encontraba y de inmediato tomó a Venice en brazos y se lo entregó a la persona más cercana, Big en este caso. Luego fue a donde Porsche nuevamente y se agachó junto a él.

– ¿Estás bien? – Porsche sonrió nerviosamente y asintió. En ese instante, Top llegó con Leo detrás suyo, ambos doctores se agacharon junto a ellos.

– Hey Porsche, son 39 semanas, estás en tiempo. Al parecer hoy será el día, o tal vez en la madrugada.– Leo dijo mientras medía los latidos de Porsche con es estetoscopio y los de Kam con un monitor portable.

– ¿Desde cuándo las estás sintiendo? – preguntó Top. Todos estaban al rededor de Porsche, algo apartados para darle espacio a los doctores y a Kinn. La casa se había vuelto tranquila de inmediato y Venice se había dormido.

– Desde la mañana. Pensé que era algo normal, dado a que con Kinn, nos hemos ejercitado bastante.– no pudo evitar sonrojarse y todos rieron por lo bajo.

– Oh, pues no, ya es hora. Sabes aproximadamente, ¿cada cuánto tiempo son los dolores? – indagó Leo.

– Mmm, cada media hora, ¿tal vez? Si, si, cada media hora.– respondió y suspiró.

– Bueno, esas ya son las contracciones. Más tarde irá disminuyendo el lapso de tiempo y serán más constantes y más dolorosas, justo como esta última.– Top se levantó y miró a la familia. – Familia, ya es hora, Kam viene en camino. – en seguida todos gritaron de felicidad y se abrazaron entre ellos, celebrando la gran noticia.

Kinn acercó su rostro al vientre hinchado de Porsche, puso su frente en él luego de besarlo y soltó y sollozó, que sólo su marido escuchó.

– Hey mi amor, ya es hora de conocerte. Hoy te voy a conocer ángel mío, mi pedacito de cielo, fruto del amor que existe entre tu papi y yo.– sorbió su nariz y limpió sus lágrimas, levantó la mirada y se encontró con la emocionada de Porsche. El moreno tenía sus ojos cristalizados y un leve puchero en sus labios.

– Kinn.– susurró.

– Ya es hora mi amor.– contestó el mayor.

– Ya es hora Kinn.

Leo y Top dirigieron su atención a la pareja nuevamente, para dar algunas instrucciones.

– Bien, Porsche, ahora depende de ti el decidir la vía en que Kam vendrá al mundo.

– ¿Eh? – ahora el moreno estaba confundido, al parecer había olvidado la conversación de meses atrás

– Podemos hacer una cirugía, pero también puedes hacerlo al natural, pero este último será más complicado y trabajoso, pero valdrá la pena, lo tienes todo para hacerlo, si ese no fuera el caso nunca te lo diría.

– Oh..¡OH! – Porsche exclamó con una sonrisa.– Donde mismo fue concebido, nacerá.

– ¿En nuestra habitación?– preguntó Kim confundido.

– En la piscina.– contestó con una sonrisa.

– Vamos a casa entonces.

Así, todos los presentes en aquella mansión, partieron a la casa de la primera familia, sin olvidar apagar la parrilla y llevar comida para no tener que cocinar. Todos estaban emocionados, todos.

A mitad del viaje, llegó otra ola de contracciones, donde Porsche soltó improperios a Kinn hasta que se cansó, haciendo reír a Pete y Vegas, quienes iban de piloto y copiloto respectivamente.

Para cuando llegó la tarde, las contracciones eran más constantes. Al llegar la noche, eran cada cinco minutos.

Al llegar la media noche, Porsche rompió fuente y una gran ola de contracciones lo atacó dejándolo sin aire.

– ¡ KINN ANAKINN, MALDITO HIJO DE PUTA, TE VOY A MATAR! – y bueno, Kinn quiso esconderse en el lugar más seguro de la casa para escapar de su adolorido marido enojado. Pero, simplemente se quedó a su lado, mientras lo cambiaban para entrar al agua cálida de la piscina.

La Sangre De La Mafia [KinnPorsche]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora