La Sangre De La Mafia [KinnPorsche]

Khalan

Convertirse en padre por primera vez es la mejor sensación del universo entero. Un gran cúmulo de sentimientos se acomodan cálidamente en el pecho. Así se sintió Porsche cuando su pequeño pedacito de cielo fue colocado en sus brazos.

El padre primerizo había sido tratado, sacado de la piscina y limpiado, lo mismo con su pequeño bulto de amor. Kinn le sonrió con lágrimas en los ojos cuando lo puso en sus brazos, se acercó a ambos, sentándose a un costado de su esposo y abrazándolo cuidadosamente, colocando su cabeza en el hombro contrario y acariciando con un dedo la carita bonita de su bebé. Ambos se miraron y sonrieron cómplices.

– Gracias Porsche. Hiciste un gran trabajo mi amor.– un beso fue depositado en los cabellos húmedos del moreno y este cerró los ojos, disfrutando.

– Hicimos un buen trabajo Kinn, juntos. Él es un pedacito de ambos. Es nuestro, nuestro hijo, Khalan Theerapanyakul.– Kinn no aguantó más y sollozó.

– Es tan hermoso Porsche. Es un angelito. Es...es..es nuestro bebé.– y escondió su rostro en su cuello. Sorbió limpió sus lágrimas y sonrió de nuevo. Ambos compartieron un beso cálido, repleto de sentimientos y observaban con sumo amor a su dormido amor recién llegado al mundo. Porsche quedó dormido de inmediato. Había trabajado duro, estaba fatigado. Kinn tomó a su bebito en sus brazos y lo arrulló, observándolo dormir tan pasivamente. Besó cuidadosamente su frente y lo colocó en su cuna, luego arropó a Porsche y lo besó por igual.

Salió del cuarto tras apagar las luces. En la sala lo esperaba la familia entera. Todos lo miraban atentos, esperando una reacción, Kinn sonrió enormemente.

– Es hermoso.– dijo.– Es sano y fuerte.– enseguida fue llenado de felicitaciones. Korn lo abrazó fuertemente y expresó lo orgulloso que estaba de él. Tankhun lo abrazó por igual y besó su frente, expresando con muchas palabras el amor que le profesaba a ambos, Kinn y Porsche y deseando una  larga y próspera vida. Luego se acercaron. Vegas, Pete y Macau con Venice en brazos. Su primo palmeó su hombro con una pequeña sonrisa, su primo menor sólo lo felicitó y Pete lo agarró en un abrazo enorme, sollozando de felicidad por su ex jefe y su mejor amigo, pidiendo ser padrino del bebé. Big, Pol, Arm, Tay, Time, Jom y Tem también lo felicitaron. Kinn sonrió a todos y agradeció sus deseos. Aún así no sé sintió completo. Faltaban su hermanito menor y su pequeño cuñado que estaban de luna de miel por París. Deseaba que pudieran compartir ese momento. Dio media vuelta y subió las escaleras, sólo andaba por la mitad cuando un grito de alegría sonó en la casa.

– ¡¡Phi Kinn!!– Kinn dio la vuelta y sólo le dio tiempo a atrapar a Chay en sus brazos. ¿Cómo era posible? No le importaba, ya estaban aquí. Suspiró aliviado y correspondió el abrazo, al cual también se unió Kim, ambos menores pegados al mayor, como pollitos a su mamá.

– Felicidades Phi.– fueron las palabras de Kim al separarse de su hermano.

– ¿Donde está mi hermano?– Kinn acarició los cabellos del menor y sonrió.

– Vamos.

Kinn abrió la puerta suavemente de su habitación, dejando pasar a su hermano y cuñado. Caminaron por el pasillo hasta el cuarto y al entrar se encontraron con la imagen más bonita. Un Porsche de ojos cerrados y ceño fruncido, cargando y amamantando a su bebé. Kam chupaba con emoción el pezón de Porsche, haciéndolo gimotear por el dolor y fruncir más del ceño.

Silenciosamente Chay se sentó en la cama al lado de su hermano. El moreno al sentir el lado contrario del colchón hundirse abrió los ojos y grande fue su sorpresa al ver a su recién casado hermano menor a su lado. Respiró profundo para no gritar y despertar a su bebito y sonrió en grande, lagrimeando. Miró también que estaba Kim y le sonrió por igual.

Su familia estaba completa ahora. Con Khalan como nuevo miembro.