Eclipsados © 1º

Capítulo 11|| "Contactos peligrosos""

Mi vida volvió a la normalidad cuando ya me dieron el alta. Había tenido una larga charla con el doctor sobre mi situación y la importancia que tenía proteger mi cuerpo y no restársela por el trabajo. Yo ya había entendido la lección, fue un lapso corto de tiempo en el cual perdí la noción de las cosas. Estaba segura que no volvería a pasar.

Newt estuvo a mi lado en todo el proceso. Hasta que no se aseguró de verme bien en mi apartamento no se marchó y le agradecí su compañía, porque si no fuera por él o Kate hubiera estado sola. Mi hermana o padres no se mostraron muy interesados por mi salud, solían acreditarle toda la culpa al estrés y por eso ellos eran los primeros que le restaban importancia.

Eso me generó un poco de tristeza, porque yo daba mi vida por ellos. Ya lo había hecho en el pasado y volvería a hacerlo en un futuro y me dolía su respuesta. No estábamos en el mismo nivel como familia, pero yo no los abandonaría por nada del mundo. No al menos por ahora, hasta que consiga crear mi propia empresa...ahí seré su competencia, pero nunca los dejaría.

Amaba a mi familia y me consideraba una chica muy pasional en ese aspecto, es por eso por lo que saqué el pasaje para irme a Italia en un par de semanas donde hablaría con el diseñador del vestido de boda para Alya y además atendería a lo de la empresa de mi madre.

—¿Entonces que harás? ¿Seguirás con los que tus padres idearon?—Kate me preguntó una tarde, cuando había regresado de una entrevista con el doctor.

—No voy a darle vueltas. Me di cuenta que si me obsesiono con ellos, soy la única que saldrá dañada. Tal vez cuando Alya y Maddox se casen yo pueda abandonar ese ruido en mi cabeza que me provocan cada vez que los veo.—comenté mientras abría el refrigerador para buscar un poco de jugo. Sentí que era lo que mejor podía hacer.

—¿Pero entonces dejaras que se casen?—Kate volvió a preguntar y yo asentí con mi cabeza mientras tenia el vaso contra mis labios—Pues, es un gran paso.

—Ya lo creo, pero por un lado estoy feliz que no sea yo la que se tiene que casar con un Black—dije, suspirando.

—¿Qué hubieras hecho si te lo proponían? Casarte con el primo de Maddox, ¿lo harías?

—¿Con Eros?—pregunté—No.—Estaba sintiendo que esa pregunta ya me la había hecho un par de veces—Eros y yo no podemos sobrevivir juntos en un mismo cuarto. Alguno terminaría muerto.

Kate sonrió mientras cerraba su computadora y se concentraba cien por ciento en nuestra charla—¿Es verdad que se llevan tan mal? ¿O solo lo hacen para molestarse?

—¡Claro que es verdad! ¡Nunca podría llevarme bien con un Black!

—No veo que tengas tantos problemas con Maddox...

—Eso es porque casi nunca lo veo y ahora que se casará con mi hermana se tira facha de buen cuñado. Pero todo es falso.—continué.

—Para mi hay algo más...tampoco se demasiado sobre esos chicos, pero vi cuando Eros estuvo en el hospital.

Rodé los ojos, obviamente iba a sacar este tema. Kate era de esas personas muy profesionales, pero a la vez muy entrometidas al llegar a un buen nivel de confianza.

—Lo único que está haciendo es jugar. Nada de lo que haga es algo sincero.—murmuré—Lo conozco demasiado como para confirmarlo.

—¿Es verdad que eran amigos antes?—se acercó a mi, que me fui a sentar al sofá.—No quiero parecer chismosa, pero escuche algo la noche en la que vino aquí...

—Antes de que ambos tomáramos conciencia de lo que nuestros apellidos significaban para nuestras respectivas familias, yo encontré en él alguien con quien hablar. Y era sencillo con él...—empecé a recordar—No duró demasiado, no luego de la verdad sobre la muerte del abuelo o todo lo demás.