Capítulo 13|| "Las cosas lucian bien"

21.9K 1.4K 139
                                    


2 años antes

—Amaris, intenta no beber tanto café—me dijo mi madre cuando estábamos desayunando—Te hará mal a la piel.

Por estos comentarios quería mudarme y por suerte eso ocurriría pronto, tal vez el año próximo.

Estaba cursando mi segundo año en la universidad y necesitaba mi propio espacio, que normalmente tenia, solo que ahora lo anhelaba un poco más.

—Seguro má—respondí y dejé la taza a un lado—¿Llegaran tarde hoy? ¿Puedo invitar a cenar a Etta y Beck?—cuestioné, ya que prefería que mis amigos vinieran cuando pudiéramos estar tranquilos.

—Yo tengo reunión en la empresa—dijo papá—Pero, intentaré salir antes para pasar a buscarlos.

—Puedes invitarlos—me dijo mamá, antes de darle un sorbo a su taza de té—Pero no se queden despiertos hasta muy tarde, mañana hay que trabajar.

Asentí con mi cabeza, me encantaba invitar a mis amigos y terminé de desayunar. Lamentablemente hoy era un día lluvioso y yo debía caminar hacia la universidad, no estamos tan lejos y no me molesta hacerlo. Me ayuda a ordenar mis pensamientos, una cosa peculiar en mi.

Una vez que mis padres se hubieran ido a sus respectivos trabajos, yo me perdí en mi habitación para buscar algo de ropa. Me gustaba esta vida universitaria más que el instituto, a decir verdad. Estaba muy enfocada y me veía dirigiendo una empresa en un futuro...era algo con lo que había crecido y estaba emocionada por hacer.

¿Quería seguir la misma vida de mis padres?

No. Estaba segura de eso, porque se manejaban de una forma que para mi no era la adecuada. No los veía satisfechos con sus empleos o tal vez si lo estaban, pero se sumían en papeles y entrevistas hasta colapsar, solo tener tiempo para eso y dormir dos horas. Por eso mi objetivo en esta vida era sentirme satisfecha con cualquier cosa que hiciera, era de las pocas personas en el mundo que podía buscar algo que realmente me interesase y capacitarme.

Ellos no saben esto...yo los amo demasiado como para mostrarles sus fallos. Soy de esas personas que apoyan a su familia pase lo que pase, porque sin ellos yo no soy nadie...estoy bastante consiente de eso.

Caminaba por las calles de la ciudad con mi paraguas rojo que tenía desde pequeña y me encontraba a unos pasos de la universidad cuando sentí a alguien a mi lado. Sonreí cuando Eros tomó el paraguas y lo elevó a su altura, porque sí, era más alto que yo y además a mi me gustaba andar como en una película.

—Acabas de salvar mi cabello—me comentó y yo negué con la cabeza divertida.—¿Por qué hoy andabas claramente más lento de lo normal? No me digas...¿Estabas teniendo una visión de tu futuro?—bromeó y yo lo empujé del hombro.

—¡Claro que no, idiota! ¡Deja de burlarte!—me crucé de brazos para mirarlo de soslayo—Solo pensaba en mi familia.

—Pues como siempre.

Eros era mi fiel consejero, escuchaba sobre todas mis quejas y creo que eran demasiadas. Ambos no congeniábamos como quisiéramos con nuestras familias, pero su historia era más difícil que la mía. Su padre lo había abandonado a él y a su madre para irse con otra mujer y solo se acordaba de él lo suficiente para enviarle la mesada y nada más. Él se mostraba normal ante eso, había pasado un tiempo desde que eso ocurrió y ahora se quedaba junto a su primo mientras estudiaba...nunca quise incomodarlo así que no le pregunté más.

Eclipsados © 1ºWhere stories live. Discover now