EXTRA 4|| ''Limpiando asperezas'' + ANUNCIO

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Eros Black

(1 año después del epílogo)

Me encuentro terminando de arreglar mi traje, que Amaris me obligo a comprar para la fiesta a la que asistiríamos, frente al espejo de mi habitación. Hoy es una noche muy importante para ella y su empresa ya que arregló un trato muy importante con Eleanor, permitiendo expandir su nombre por el mundo y yo no puedo estar más orgulloso.

Durante este tiempo me encargué de ser su mano derecha, lo que implicaba manejarle la agenda y comentarle las novedades, porque tampoco quiero introducirme tanto en su espacio. Además, yo ya cuento con un trabajo en la empresa de mi familia y en mis tiempos libres en los que me librara de las garras de mi tío volvía con ella para ayudarla en lo necesario o simplemente para acercarle su café frio.

—¡Eros! ¡No sabes quien acaba de escribirme!—Amaris entra en la habitación con un vestido negro que modela su figura y su celular en la mano.

—¿Quién?—la miré a través del espejo.

—Alya, quiere hablar con nosotros.

—¿Nosotros?

Ella se encogió de hombros y dejó a un lado el teléfono para robarme mi lugar y poder mirar su cabello recogido.—No se que querrá, pero no podemos llegar tarde. —se enderezó y dio un paso para atrás—¿Qué opinas?—se pasó las manos por su vestido pensando en si había tomado la decisión correcta. —Creo que es un poco provocativo para esta ocasión ¿no lo crees?

Sonreí ante su comentario y se acerqué más a su espalda, dejé un beso en el único hombro que tenía descubierto—Esta parte me gusta—susurré sobre su piel y mientras continuaba dejando suaves besos descendí mi mano de su cintura al tajo que comenzaba en su muslo y acaricié su piel, sintiendo como apoyaba su peso en mi pecho—Y ésta un poco más.

—Entonces creo que tomé la decisión correcta.

—Tú siempre lo haces.

La observé sonrojarse y descendí hasta sus pies sobresanándola por mi inesperado movimiento, pero simplemente tomé su tobillo para colocarle los tacones que descansaban a un lado. Ella se sujeto de mi cabello para no caerse.

—De todas formas ya estoy sobre pensando lo de Alya...como siempre—hizo una mueca—Pero es que hace tiempo no la vemos o a Maddox.

Terminé de colocarle sus tacones y me levanté acomodando mi traje—Yo lo he cruzado un par de veces, pero no me comentó nada. Tal vez solo quiere volver a hablarnos...¿no?

Amaris rodó los ojos—O tal vez solo es un plan de los suyos. Siento que algo oscuro está detrás de todo esto, ella siempre me dice que me pase por casa de mis padres para charlar, seguro tiene que ver con eso.

—¿Se abran enterado lo de la casa?—inquirí mientras salíamos de la habitación. Con Amaris estuvimos pensando hace tiempo ya comprarnos una casa, que sea de ambos. Estos días fuimos a ver unas cuantas y creo que encontramos la indicada.

—¿Crees?

Me encogí de hombros mientras la ayudaba a colocarse su abrigo—No es momento de pensar en esto ahora, es tu gran noche así que vamos a disfrutar y luego nos preocupamos.

Ese comentario la hizo sonreír, pero no me dio la contraria. Simplemente dejó un beso en mis labios y abrió la puerta del apartamento para poder irnos.

—Aunque digas eso, ya voy a empezar a escribir en las notas de mi celular temas con los que pueda abrumarnos. Nunca está de más prepararse—farfulló y evité reírme ante sus ocurrencias. Ella siempre debía tener todo bajo control y en orden, algo que con los años solamente empeoró.

Eclipsados © 1ºDonde viven las historias. Descúbrelo ahora