Capítulo 33|| "Yo soy la principal y tu la secundaria"

15.4K 965 87
                                    

Lo peor de que te rompan el corazón es que sientas que la misma persona que lo hizo sea la única capaz de resolverlo.

Había llegado llorando al penthouse. Seguía llorando ahora. Porque mi cabeza y mi corazón estaban en lugares diferentes. Una me decía que era hora de dejarlo ir, no podía continuar en aquel ciclo vicioso, pero el otro solo quería que volviera arrepentido e intentara recuperar lo que solito rompió.

Pero había algo incluso peor. Yo estaba segura de que Eros no sentía nada de lo que me dijo. Puede ser un mentiroso y manipulador excelente, pero sus besos, caricias, miradas y sonrisas no podían mentirme. Él me amaba como yo a él. Estaba escrito en su rostro.

Pero era un cobarde.  Y lo odiaba por no poder hacerle frente a lo que quería. Aunque también me odiaba a mi, por de alguna forma creerle.

Sí él no quería estar conmigo, no podía o cualquier excusa que quiera ponerle yo iba a aceptarlo, ya que esto entre nosotros no es sano. No puedo darle vueltas a algo que realmente no va hacía ningún lado.

—Oh Amaris...—Kate me observaba desde la entrada del elevador, mientras estaba lamentablemente acostada en el sofá. No podía dejar de llorar, era algo imposible. A pesar de que ya viví la misma situación dos veces en el pasado, esta vez era...diferente. Tal vez porque lo que siento es real o porque es la última vez que permitiré que haga algo así.

—Tengo una cena en la noche—murmuré cuando logré calmarme, limpiando el resto de lágrimas de mis ojos. Kate seguía a mi lado acariciando mi espalda.

—No es necesario que vayas.

—Quiero hacerlo, necesito hablar con papá.

Después de la llamada con Alya anoche no había recibido nada de su parte. Fue como una especie de ''discúlpame por enfadarme, pero volvamos a no hablarnos como siempre'' y realmente no me importaba. Ya no quería pensar a algo que ya se me hacía repetido.  Lo que necesitaba era dejar de pensar por un rato.

Kate no me hizo preguntas sobre lo que quería hablar y tampoco volvió a decirme nada sobre mi decisión de asistir.

—Te prepararé café helado para cuando salgas del baño—me dijo mientras me levantaba, solo pude sonreírle antes de perderme en el pasillo.

[...]

—¿Qué te pasó Amaris? ¿Acabas de salir de la ducha?—mi madre me preguntó ni bien llegué a ella por entre todas las personas. Realmente no me interesaba mucho prepararme así que tomé el primer vestido que encontré en mi armario-que por suerte era de un color liso-y ni siquiera me apliqué maquillaje.

—Lo lamento es que tuve un día ajetreado y no quería llegar tarde.—murmuré mientras me atraía en un abrazo.

—Me alegro que volvamos a estar todos bien—suspiró junto a mi oreja y yo me resistí de rodear los ojos. No estábamos cerca de eso.

—¿Dónde está papá?—le consulté cuando recibíamos unas copas de vino de uno de los trabajadores.

—Hablando con unos socios, seguro viene en unos minutos. Alya y Maddox no llegaron todavía, ¿quieres comer algo?—me ofreció con una sonrisa y yo asentí, tenia apetito y que esperar, así que me pareció una buena opción.—¿Qué tal todo? ¿Las vacaciones? ¿Lo pasaste bien?

—Sí, fue divertido.—respondí mientras agarraba un puñado de bolitas de queso.

—¿Sólo eso? ¿Nada más que decir?

—No pensé que quisieras saber más. Siempre me interrumpes con algo o ni me escuchas.

—Eso no es verdad, Amaris.

Eclipsados © 1ºWhere stories live. Discover now