Eclipsados © 1º

Capítulo 19|| "¿Entiendes lo que te digo?"

—¡Muchas gracias, Rafaello!—me acerqué a el joven una vez que la inauguración hubiera terminado—Ha salido todo de maravilla.

—Un placer, señorita Amaris.—me respondió con una sonrisa—Estoy seguro que funcionará muy bien esta empresa aquí, tendremos rápidos resultados.

—Eso espero...lamentablemente no podré quedarme a la fiesta de inauguración, mi vuelo sale en pocas horas. Pero no quería irme sin agradecerte, de verdad.—murmuré. Había conseguido muchos contactos sin mencionar el más importante de todos: Eleonor Andrisani.

—No hay de qué, espero que hayas disfrutado tu corta estadía en Italia y espero verte pronto.—me saludó y me arriesgué a darle un abrazo antes de irme.

Un taxi me estaba esperando afuera para llevarme directamente al aeropuerto, llevaba mi maleta conmigo y revisé mi celular una vez que ya estaba dentro del coche. Mi madre me llamó por la mañana para confirmar todo e intenté tranquilizarla, yo era la que debía preocuparme.

Despertarme fue una total odisea, logré ducharme y salir sin despertar a Eros. Y entre nos les diré que nada sucedió entre nosotros, ni bien puse pie fuera de esa habitación mi mente reprimió los sucesos de la noche anterior. Nada ocurrió entre Eros Black y yo.

Sinceramente creí que funcionaría, que llegaría a Nueva York en tranquilidad y sin problemas pero claro que el muy idiota no me lo dejaría pasar. Mi celular comenzó a vibrar con sus mensajes cuando estaba esperando en la fila para subir al avión.

Eros: No te creía de las que huía, Amaris.

Amaris: ¿De que estás hablando?

Eros: Irte sin despertarme ¿de verdad?

Amaris: Creí que te había asfixiado con la almohada, no esperaba tu mensaje.

Aunque quise sonar graciosa sabía que estaba molesto.

Eros: ¿Dónde estás?

Amaris: Muy lejos de ti, por suerte.

Eros: No parecías pensar eso anoche.

Amaris: ¿Anoche? No sé a qué te refieres. Estoy por tomarme un avión, no puedo seguir hablando contigo.

Eros: ¿Avión? ¿Ya te regresas?

Amaris: Así es. Disfruta de tu estadía en el hotel, Black.

Sonreí para mis interiores mientras me dejaban pasar, no sé cómo lidiaré con esto cuando regrese a casa.

[...]

Obviamente nadie estaba esperándome con una fiesta de bienvenida, mis amigos estaban en la universidad y yo solo quería llegar a mi cama y dormir.

Matthias fue a buscarme y le conté las aventuras en Italia mientras me llevaba al pent-house, donde Kate me recibió con muy buena energía, pero una pequeña noticia.

—El fin de semana es la boda.—murmuró mientras me quitaba mis zapatos, rodé los ojos—¿Ya tienes todo preparado?

—El vestido, las flores, decoración...todo—suspiré yendo a mi habitación mientras ella me seguía.

—Ya...¿y sobre Eros? ¿Llegaron a un acuerdo?—cuestionó mientras lanzaba mi peso sobre el colchón—Amaris no quiero presionarte, pero tu madre me pidió específicamente que te recuerde que tiene que salir todo perfecto, porque sino...

—Kate, lo lamento, no quiero sonar mala ni nada...pero en este momento me suda demasiado la maldita boda. Por todo lo que hice creo que deberían pagarme...a decir verdad es una buena idea se lo plantearé a mamá.