Ámbar {La maldición del guerrero híbrido} 🔹EDICIÓN Y CORRECCIÓN🔹

XIV🔸El ritual I

Ámbar despierta con los recuerdos de la noche anterior. Abre los ojos y logra ver el techo de una habitación que no es la suya. Aún medio dormida lleva su mano a su cuello para rectificar que aún está ahí el collar. Pestañea varias veces hasta que mira a su lado derecho y ve un cuerpo bastante familiar a su lado.

Su pulso se acelera de tal manera que parece que su corazón saldrá corriendo. Observa cada detalle de su cuerpo, y su rostro sereno. Las sábanas cubriendo su cuerpo hasta la uve formada en su pelvis, lo que la hace preguntarse si está desnudo y de un rápido movimiento sale de la cama.

Garath abre los ojos en ese momento y se levanta recostandose sobre sus codos. La mira de pies a cabeza notando su cabello despeinado y su vestido un poco arrugado.

- ¿Has dormido bien? -pregunta levantando una ceja- Puedo escuchar el sonido de tu corazón perforando mis oídos -se pasa una de sus manos por la cara

- ¿Por qué estoy aquí? -pregunta ella abrazándose a sí misma

- Solo evito otro incidente como el de anoche -se quita las pieles y se levanta logrando que ella se de la vuelta. Efectivamente, estaba desnudo.

- Podría... ve-vestirse -habla nerviosa

- Deberías aprender a que la desnudez es algo natural, si no muestras ciertas debilidades no pueden herirte a través de ellas -camina hasta estar detrás de las cortinas que cubren la tina

- El cuerpo es algo muy privado -susurra de manera audible

- Dentro de unas horas no pensarás igual -contesta él

Ella cae en cuenta de que día es. Su cumpleaños, el día del ritual de luna. Sin embargo ella sigue ahí, atrapada entre esas paredes. Sus ojos se humedecen un poco pero trata de mantener la estabilidad.

- ¿Quién estaba anoche en tu habitación? -Garath salió de donde estaba arreglando sus pantalones negros, hoy se vestiría como rey y no como líder

- Si lo digo querrá vengarse y castigar al responsable -contesta ella cada vez más bajo estando bajo los efectos de semejante cuerpo que se acercaba hasta donde estaba

- Lo haré, pero al menos no te estoy mintiendo al respecto -contesta

- No puedo decirle -responde mirando a sus ojos y levantándose

- Si puedes, y lo harás -Garath avanza un paso y ella retrocede

- ¿O qué? -contesta altanera levantando el mentón

<<Había tardado demasiado esta niña tonta en sacar las garras>> pensó Garath

- O te prometo que hoy seré tan rudo que desearás morir lentamente y bajo torturas -susurra ladeando una sonrisa como de costumbre- Velo como una especie de trato, tú me dices lo que quiero y yo no te hago daño -se acerca más acorralandola contra la pared y llevando la mirada a sus gruesos y rosados labios

La chica lo piensa por unos segundos antes de tragar en seco y ponerse nerviosa ante la mirada indiscreta del salvaje, siente de nuevo ese calor entre sus piernas y aprieta su vestido a ambos lados del cuerpo para mantener el control. Él hace una respiración profunda y huele la escénica de la humana. Apoya su otra mano en la pared dando un Golden fuerte que la asusta y desprende un poco de material. Mira hacia abajo, los ojos de la pelirroja, sus labios, su piel, su cuerpo...

- Fue el consejero del rey de los elfos -logra sacarlo del trance- Me trajo un regalo de mis padres...por... m-mi cumpleaños -dice lo último bajo

- ¿Hoy es tu cumpleaños? -pregunta él reprendiendose como ha podido olvidar la fecha en que todo cambió, el día en que inició su transformación en ese tipo de bestias- Me gustaría darte un obsequio yo también -ella lo mira sorprendida- Pero antes vendrán a prepararte para el ritual -concluye alejándose de ella