Día nueve: HABITACIÓN DEL BEBÉ

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Sanji ingresaba al tercer trimestre de su embarazo, aproximadamente 28 semanas. Los preparativos para la llegada de Sora habían empezado.

Zoro y Sanji se alistaban para la cita de Chopper, ver qué todo esté en orden y sugerir el parto en casa.

Llegando al consultorio esperaron su turno. Y después de un rato fueron atendidos. Sanji ya se sabía el procedimiento, se subió la remera que tenía puesto y se podía notar en todo su esplendor su abultado vientre. Zoro no pudo evitar sonreír. Sanji se puso encima de la camilla y Chopper prendió la máquina para ver a su bebé.

-Parece estar todo muy bien-menciono Chopper viendo la pantalla. Zoro se mantuvo callado, estaba sonriendo impactado de ver directamente a su hija.

-Oye Chopper, queríamos saber si puedes asistir mi parto en casa.

-¡Eh! ¿¡Yo!? Me siento halagado, pero...

-No se lo pediría a otra persona, solo tu puedes...-suplico Sanji.

-Aunque me halagues no me harás feliz pedazo de idiota-menciono Chopper feliz y con una sonrisa de oreja a oreja-¿Por qué no ir a un hospital?

-La situación con mi padre es incierta aún, no quiero pensar en ello pero prefiero prevenir.

-Chopper, eres un gran médico diles que sí -la Dr Kureha ingreso a la sala y tomo asiento alado de Zoro.

-¡Está bien! Te daré algunas indicaciones para cuando llegue el día, todavía falta pero necesitan algunas cosas.

Dicho y hecho, la pareja fue a su departamento. El departamento de ambos tenía 3 habitaciones: el cuarto que compartían ambos, el cuarto de visitas (que solo tenía una cama) y un cuarto lleno de cajas de la mudanza, llevaban tiempo allí.

El celular de Sanji sonó, era una llamada de su hermana. ¿Hola?-respondió Sanji.

-Hola Sanji-Dijo la elegante mujer-¿ya compraron la cuna para la niña?

-¿A qué viene eso?

—Bueno... Tengo pensado comprarle muchas cosas a mi sobrina aprovechando el tiempo libre que tengo-menciono-cuna, algunos juguetes, carrito, ropita, muebles, algunos...

-¡Espera!-interrumpio el rubio-Reiju te lo agradezco pero no es necesario.

La sorpresa de Sanji llamo la atención de Zoro, acercándose a escuchar.

-Más que preguntar hermanito, te lo estoy confirmando, ¿Dónde te dejo todo lo que compre? Y eso que no compre todo lo que quería.

-Reiju...-te daré la dirección de la casa, pero ten cuidado que los demás se enteren. Sanji le dió la dirección y colgó la llamada.

—¿Cocinero?—pregunto Zoro.

-Zoro-increpo serio el rubio-vamos a vaciar el cuarto de las cajas.

-¿Eh?

-Alli será el cuarto de Sora, está cerca de nuestra habitación-se levanto Sanji con dificultad-mi hermana compro varias cosas.

Al momento de decir que ambos vaciarian el cuarto, era específicamente que Zoro se ocuparía de las cosas grandes, algunas solo eran cajas vacías y no les tomo suficiente tiempo. Vieron el cuarto vacío, la pintura de las paredes se estaba despistando.

-Si aquí va a dormir nuestra pequeña tiene que ser más bonito, pintar la pared algún dibujo...—hizo mención Sanji.

-Ni tú, ni yo sabemos pintar o algo de decoración...

La pareja cruzo miradas-Usopp-dijeron al unisono.

Al día siguiente Usopp vino acompañado de Kaya, su esposa y también de muchas latas de pintura.

-El maravilloso Usopp y su hermosa esposa Kaya ya están aqui-dijo Usopp antes de cruzar la puerta del departamento.

-Buenas tardes, permiso-entro Kaya, propio de ella ser cortés.

-Wow, Sanji estás enorme-exclamo con sorpresa Usopp.

-¡Callate o te pateare!—el rubio mostró su enojo ante ese comentario.

-Pues ¿cuáles son los planes para el cuarto de la bebé?-pregunto Usopp ingresando a la habitación vacía.

-Le preguntas a las personas menos indicadas Usopp—dijo Zorono tenemos idea de decoración.

-Kaya, ¿que dices?-pregunto Usopp a su esposa.

-Dejame pensar... Si Sora significa cielo—penso la mujer por un instante—¿Que tal un cielo acompañado del mar, con sol y muchas nubes?

-¡Es perfecto!-mencionaron al unisono los tres hombres presentes.

Se pusieron manos a la obra y procedieron a pintar, pasaron las horas y el timbre del departamento sonó.

-Sanji, soy yo-la voz de Reiju resonó en el timbre.-Vine con las cosas.

Cuna, muebles y una mesedora, fue lo que trajo Reiju; como el cuarto estaba en proceso de pintando fueron dejados a fuera. La cuna necesitaba armarse y de eso se encargarían Zoro y Reiju y los que pintaban el cuarto eran Usopp y Kaya. Sanji empezaba a sentirse cansado, el peso de su cuerpo lo obligó a descansar, sin contar las incontrolables patadas que le estaba dando su hija.

Sanji decidió ir a la cocina, prepararía una rica comida para los presentes.
El día era perfecto, Reiju se acercó a Sanji y le mostró las fotos de otras cosas que pensaba comprarle a la bebé.

-Oye Reiju, está pateando
-sonrio el rubio—¿Quieres sentir?.

-Este... Yo...-Reiju acercó su mano dudosamente. Sintió el gran movimiento, estaba asombrada.

-Decidimos ponerle Sora-Zoro dijo eso ingresando a la cocina.

-Sanji... A nuestra madre le hubiera encantado-Reiju no apartaba la mirada de los ojos de Sanji.

Sanji termino de cocinar y llamo a todos los presentes a la mesa, había sido un día cansado para todos. El cuarto y la cuna habían quedado bien y la pareja estaba feliz del apoyo que estaban recibiendo.

HABITACIÓN DEL BEBÉ
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Bueno creo que hasta acá tenía escrito :,D
Ahora a seguirle desde aquí.
Ojo que pienso ser gráfica en todo sentido, eso lo pondré de advertencia después.
Capaz publique esto en ao3 también

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