19. Amamantar.

2.1K 187 1K
                                    

Hi~ Hoy es un día donde ahora quedo muerta porque tengo clases hoy y mañana, so, recuerdenme con cariño, qué pesado esta el año, quiero bajarmeee. Pero en otras noticias más allá de mis quejidos, les recuerdo y recalco siempre que ningún sintomas del PTSD es deseable (ni ningún transtorno en general), son cosas involuntarias e intrusivas que general harto malestar, so, tenganlo en consideración especialmente en el capítulo de hoy. Eso~

¡Espero que les guste!

—¡Ash! ¡Bájame! —Las quejas de Eiji se pierden bajo el estruendo de su risa, Aslan adora ese sonido, si le diesen a elegir lo último que desea escuchar en su vida definitivamente sería esto

Rất tiếc! Hình ảnh này không tuân theo hướng dẫn nội dung. Để tiếp tục đăng tải, vui lòng xóa hoặc tải lên một hình ảnh khác.

—¡Ash! ¡Bájame! —Las quejas de Eiji se pierden bajo el estruendo de su risa, Aslan adora ese sonido, si le diesen a elegir lo último que desea escuchar en su vida definitivamente sería esto.

La risa de Eiji.

Joder, qué sonido más perfecto.

La risa de Eiji ha sido fuente constante de su curiosidad, el más joven se ha roto la cabeza intentando e intentando precisar qué es eso que la hace tan especial, memora que la primera vez que la escuchó de verdad (esa tarde dónde le contó una historia extraordinariamente delicada acerca de su infancia y el hijo de puta tuvo el descaro de burlarse) casi pegó un salto igual que un gato engrifado...era rara su risa. Primero pensó que podía ser por su acento japonés que la recubría igual que un libro de tapa dura cuya cubierta frágil se encuentra protegida por letras doradas y papel acartonado, sin embargo, descartó la hipótesis, puesto que su acento es suave y está repleto de sonidos adorables. No fue ese tono, no fue el volumen, no fue la entonación porque Eiji siempre se ríe diferente, aun así, la esencia es tan Eiji.

Una risa de Eiji.

Una risa de: «¡El tipo que le apunta un arma al jefe de la mafia le tiene miedo a una calabaza...! ¡Le diré a Golzine! ¡Le diré que despida a esos guardaespaldas y que plante un jardín de calabazas!».

Risas de ¡eso-me-ha-gustado! y ¡dilo-otra-vez!

Risas cuando le habla de prefecturas con nombres de Gremlins, dioses que te hacen pobre (e incluso hay para el baño). Risas cuando el desgraciado le pone camisetas con Nori Noris al reverso, le cocina natto sabiendo que lo odia, lo levanta a golpe en la mañana y lo arrastra a la ducha. Risas con sonidos de hogar, risas entre los besos, risas de vergüenza, risas de timidez, risas de nervios, risas de abrazos, risas de reconciliación, risas incómodas, risas empáticas, risas de Eiji siendo Eiji, risas de Eiji actuando como un estúpido enamorado porque es un estúpido enamorado y de Ash.

Risas en el altar.

Risas de acepto y mi-alma-siempre-estará-contigo.

Risas por sus hijos.

Y finalmente risas mientras lo carga estilo nupcial y se retuerce porque es un deportista muy macho cuyo frágil ego no puede soportar que Ash lo meta como novia al cuarto (ya que sus hijos finalmente se han quedado dormidos) reemplazaron las camas separadas por una matrimonial y sí, ansía poder tumbarse sobre su adorable esposo y regalonear. Tiene demasiados trámites que hacer en cuestión de facultad para retomar las clases y será un dolor de culo, lo presiente. Necesita recargarse de Eiji.

All too well [Agosto de MPreg]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ