29. Primeras palabras.

1.1K 107 848
                                    

Hi~ Este es el último capítulo más de transición para la trama que ya deja sembradito para dónde iremos así que disfrutenlo, se me hizo nada, ya la hecho de menos y estoy emocionada por haber llegado tan lejos. De todo corazoncito gracias por acompañarme y hacer de esto tan hogareño y reconfortante. Bueno, ahora a planificar el flufftober y buscarle otro sentido a mi perfil, so sad, aaaaaah. Sí, estoy con mucha ansiedad por varias cosas XD

Espero que les guste, está escrito con mucho amor.

Espero que les guste, está escrito con mucho amor

Йой! Нажаль, це зображення не відповідає нашим правилам. Щоб продовжити публікацію, будь ласка, видаліть його або завантажте інше.

Ash tiene hambre.

¿Hambre?

Sí, tiene hambre de muchas cosas: de seguir estudiando en la universidad y sacar adelante su carrera de literatura (porque Max pronto va a jubilar y alguien tendrá que mantener el honor de la columna), hambre por ayudar a Michael en las tareas, hambre por compartir con la pandilla, hambre por seguir en terapia (¿quién lo diría?), hambre por seguir explorando su cuerpo, hambre por resignificar todas sus experiencias, hambre por charlar con Griffin, hambre de momentos con sus niños, hambre sobre ser un buen padre, hambre de recaídas, hambre de fracasos, hambre de crecimiento, poemas, libros y películas y citas y todas esas cursilerías adolescentes a las que jamás pudo aspirar. Sí, tiene hambre de muchas cosas y personas, pero sobre todo, tiene hambre de su dulce esposo.

Tiene hambre y tiene ganas de saciar esa hambre con desesperación.

No siempre fue así, entonces piensa.

Antes le gustaba el hambre, mejor dicho, antes disfrutaba una preciosa anorexia nerviosa restrictiva.

«Anoréxico».

Sí.

Recuerda que antes se deleitaba con ese tipo de satisfacción enfermiza a través de la inanición, Ash nunca se profesó en completa comodidad con su cuerpo porque bueno...los pedófilos necesitan que te veas pequeño para sentirse excitados, por ende, antes de que llegase a la adolescencia existió un extensivo debate alrededor de por qué no debía crecer, fue un contraste chocante continuar siendo atractivo a pesar de su contextura más masculina, supuso que estaba maldito y no se libraría de eso, al igual que Yut-Lung, su belleza era una maldición. Pero al menos, creyó esconder su sintomatología de manera efectiva, Max no se daba cuenta cuándo pedía solo bebidas en los restaurantes utilizando el pretexto de "estar a dieta" y los chicos tampoco notaban si comía o no. El único ser humano capaz de notar esto fue Eiji ¡claro que el señor ¿esa-pistola-es-de-verdad? y este-es-mi-problema-también! Se dio cuenta y ¿qué hizo el hijo de puta? Lo alimentó. Ja. Vaya pelotas que tiene.

Ash nunca supo si lo hizo consciente o fue mero instinto, pero Eiji se preocupaba de su salud, además de prepararle platillos deliciosos se aseguraba de que no se saltara ninguna comida y esto lo remeció más de lo que podría explicar. Así que empezó a comer.

Comió y comió y el hambre se fue.

Puff, no está.

La anorexia es mortal por la falta de conciencia de enfermedad, pero supuso que su cuadro estaba enfocado más en la autodestrucción si pudo realimentarse y mitigar la distorsión corporal, la comida fue otra vía que encontró para reapropiarse de su cuerpo, de reafirmarse que era solamente suyo y le fue bien por un tiempo, hasta que...

All too well [Agosto de MPreg]Where stories live. Discover now