Arianelle Dempsey podría considerarse la chica más distraida e hiperactiva de la casa, su mente siempre en todas partes, deseando hacer mil cosas a la vez mientras busca un lugar dónde refugiar a su niña interior mientras toma café y galletas en las...
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"Te presento la estrategia de la culpa"
Por fin terminó su infierno, Arianelle por fin podía irse de la panadería para estar en su habitación a hacer probablemente nada.
— Nos vemos mañana, Arianelle —se despide Peter con media sonrisa mientras salía por aquella puerta de cristal, y cómo era parte de ser Peter Parker, este terminó chocando con alguien más que estaba caminando en dirección contraria provocando una sonrisa en la ojiazul.
— Bobo —Murmura mientras se despedía sacudiendo la mano. Para sorpresa de Nelle, Peter Parker no era tan idiota como creía que era, sin embargo, continuaba irritandole el hecho de que fuera tan metido con temas con su familia, no era algo que le importase mucho a Arianelle pero esa incomodidad sobre lo que piense a cerca de ella y su mala fama de distraida y mala organizadora la tenía con los pelos de punta.
— Tenemos que hablar —la voz de su padre resonó en la sala, el simple sonido de la voz de Anthony Dempsey le provocaba piedras en los riñones a Nelle, su relación con él era muy disfuncional.
— Ya voy —dice sin siquiera voltear a verlo, y esperando a que su padre se retirara volvió a pensar en cómo podía safarse de esta situación, podría fingir malestar estomacal aunque no estaba tampoco muy lejos de la realidad, la ansiedad que le causaba estar cerca de personas desconocidas le provocaba ardor en el estómago. Quizá fingir que se quemó con café podría ser una excelente idea, sus padres se preocuparían un poco por ella y no tendría que afrontar los regaños causados por hablar con la verdad.
— Nunca haces caso, ¿Verdad? —Nelle suspira nuevamente tras escuchar a su padre regresar— y quítate esos audífonos, todo el día te he visto con ellos, te saldrán hongos algún día de tanto que los usas.
— Papá, ya basta —pide mientras rueda los ojos y deja de lado el trapo con el que estaba limpiando la barra— te estoy haciendo caso —dice mientras iba directo a él para esperar su regaño.
— No, nunca haces caso, siempre haces las cosas mucho después de que te lo pedimos,
— De todas formas lo hago —se encoge de hombros— tengo demasiadas cosas que hacer, padre —suspira tomando las llaves de la casa para irse pero su padre no iba a quedarse brazos cruzados.
— Arianelle Dempsey, ve a la sala ahora mismo —grita haciendo eco en la habitación y quienes estaban pasando frente al local voltearon para saber que sucedía, sin embargo lo ignoraron a los pocos segundos. Nelle sin decir ni una sola palabra obedece sin mirar a su padre y se sienta esperando el largo discurso de su madre.
Anthony Dempsey, un hombre autoritario que creció bajo la antigua idea de que el hombre solo existe para trabajar, sin embargo, era obvio que nunca trabajaría haciendo el trabajo de la cocina o si quiera para estar en el mostrador atendiendo a los clientes que adoraban sus productos. Anthony solo se encargaba de las cuentas mientras que Mary Dempsey se encargaba de la cocina junto a sus dos hijas Arianelle y Paisley Dempsey.
