Arianelle Dempsey podría considerarse la chica más distraida e hiperactiva de la casa, su mente siempre en todas partes, deseando hacer mil cosas a la vez mientras busca un lugar dónde refugiar a su niña interior mientras toma café y galletas en las...
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"Es solo un dibujo, Parker"
Cuatro días han pasado desde entonces, nada nuevo en realidad, solo discusiones e intentos de Peter para agradarle a Nelle, que para decir verdad, le ha estado yendo bastante bien.
— ¿Siempre harás eso? —pregunta Peter observando a la ojiazul que robaba unas galletas de chispas de chocolate y mentas.
— La verdad ya se volvió una costumbre —se encoge de hombros— ¿Quieres? —pregunta en confianza con su compañero mostrándole la galleta.
— ¿Si sabes que eso que estás haciendo me lo descontarán de mi sueldo, verdad? —señala la galleta con una ceja en alto. Nelle rueda los ojos
— ¿Solo me quieres presumir que tienes un sueldo digno, verdad? —el castaño la mira inocente provocando una risita en la chica— la verdad me importa muy poco lo que digan mis padres si ven que te estoy ofreciendo una galleta sin pagarla.
— Aún así, siento que no es correcto... tu disfrútala mientras yo mantengo mi conciencia tranquila —dice mientras la miraba cómplice
— Te prometo que cuándo tenga sueldo te pagaré una galleta —jura mientras veía a los clientes comer en las mesas del local— aunque eso signifique que quizá se cumpla en unos años —ríe de su mismo chiste mientras se recostaba en el mostrador ocultando su sonrisa.
— Me gusta verte alegre —admite— aunque te burles de ti misma, pero me alegra no ver a la Arianelle amargada —admite mientras hacía algunos garabatos en la libreta de pedidos, aquellas palabras parecía que instantáneamente las había tatuado Peter en la mente de Nelle.
— ¿De dónde sacas que soy amargada, Parker? —regaña mientras se recarga en la mesa donde se encontraba la caja registradora.
— Oh, no, solo lo digo para molestar —sonríe bajando la mirada— pero si hablaba en serio de que me gusta verte alegre... uhmm... quizá no soy el indicado, pero con el poco tiempo estando aquí... sé que las cosas no están yendo muy bien en casa. —Nelle poco a poco borraba su sonrisa tras escucharlo.
— Peter, si haces esto por lastima, no creo que ayuden tus palabras —bufa.
— Es que no es por lastima, hablo en serio, quiero ser tu amigo y en verdad quisiera que lo que sea que estés pasando no lo afrontes sola... sé lo que es estar solo y detestaría que hay alguien justo frente a mis ojos que necesita ayuda y que yo no sepa hacer nada al respecto... —la pelinegra no podía evitar hacer algún gesto de desaprobación aún cuando en el fondo sabía que Peter Parker estaba entrando en su vida al punto de tomarle aprecio.
