13.

441 51 115
                                    

Advierto que pondré algunos saltos temporales, me cansé de llevarlo todo lento.

Isabela.

—¿Estará bien que le mande mensaje? —pregunté sin despegar la vista de la conversación de Elsa— Tal vez pueda preguntarle cómo va con eso.

—Creo que sería demasiado insistente —comentó Dolores, ella se maquillaba tranquilamente en mi escritorio—. Tú pediste que se dieran un tiempo y ella te ha pedido paciencia para trabajar consigo misma ¿No crees que tantos mensajes puedan abrumarla? Considerando que tu tuviste la iniciativa, es como si te retractaras.

—Me preocupo por ella, ya casi no nos vemos en la universidad y mi única forma de saber algo es por mensajes —Dolores aventó una de sus esponjas de maquillaje a mi cara— ¡Oye! ¿Qué carajos te pasa?

—No, ¿Qué carajos te pasa a ti? —ella se levantó de la silla y fue hacia mí— En vez de ayudarle parece que estás hostigándola con los mensajes, está bien mandar uno o dos, pero le mandas mensaje cada maldita hora.

—Corrección, cada tres o cuatro horas —interrumpí y Dolores golpeó con su palma de la mano su frente.

—A esto me refiero, Elsa sabe que cuentas con su apoyo para lo que sea, pero no sirve de nada que quieras darle espacio y se lo quitas con los mensajes ¿Me explico? —hice una mueca asintiendo.

—Sí... Lo siento, yo... Han pasado tres semanas y de verdad me preocupa... —murmuré.

—Todas las personas son diferentes, tal vez Elsa tarde más tiempo que tú o yo o alguien más —Dolores se sentó a mi lado— ¿Te preocupa que ella te deje después de esto?

—¡No, claro que no! —dije rápidamente— Bueno, ¿Tal vez un poco? No lo sé, nunca tuve problemas si alguien se iba de mi vida en general, pero... Creo que mi problema fue que comencé a tener dependencia a ella... Hacíamos todo juntas y ahora que ella necesita tiempo, no lo sé... Es raro.

—Ah, sabía que esto pasaría —suspiró—. Escucha, las personas piden tiempo es normal dárselos o que tú lo necesites. Tú y Elsa tienen una buena comunicación y ambas saben lo que sienten la una por la otra ¿De verdad crees que ella dejará de hablarte después de esto?

Negué levemente y bajé mi cabeza. Me tortura pensar que Elsa no está conmigo para hacer cualquier cosa por más tonta que sea, saber que horriblemente generé una dependencia a ella me hace sentir miserable y considerar terriblemente la asistencia a terapia.

Había escuchado que la dependencia suele ser difícil y ahora lo veo, es enfermiza, duele y lastima, tratar de buscar nuevas cosas con qué distraerse es frustrante porque, aunque hagas esas cosas jamás sale de tu cabeza aquel pensamiento que podrías hacerlo con esa persona.

Quizá mi dependencia no es un nivel tan alto como el de otras personas, pero prefiero deshacerme de esto antes de que sea un verdadero problema que afecte a mi vida... De algo sirvieron las clases de psicología que lleve hace mucho.

—Sí, soy una tonta pensando que eso puede pasar, quiero decir, hablamos de Elsa —sonreí levemente mirando a Dolores. Ella me sonrió y me abrazó con fuerza dejando un beso en la frente— ¡Dolores! ¡Dejaste tu labial marcado!

—Genial, así tendrás motivos para ir a lavarte la asquerosa suciedad de su cara —me empujó y caí de espaldas sobre mi cama—. Ánimo, chica, todo saldrá bien, aprovecha este momento para aprender a no depender de las personas, eso te hará bien.

—Ni siquiera sé cómo hacerlo —bufé mirando al techo—. Debería buscar algunos pasatiempos o simplemente hacerme a la idea de que Elsa no debe estar en todo lo que hago —deduje sin despegar mi vista del techo.

Begin Again |Elsabela|Where stories live. Discover now