19.

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Capítulo largo compensando que es el penúltimo y me tardé en actualizar.
Pd. Obviamente haré saltos temporales. Bsos.

Isabela.

—¡Te comiste la última de pepperoni! —gritó Elsa arrugando su nariz—, debimos comprar el combo con la pizza pequeña.

—Elsa, nos hemos acabado tres pizzas enteras ¿Quieres más? —la miré arqueando mi ceja. Ella asintió frenéticamente—, te dolerá el estómago y después querrás que esté cuidándote.

—Considera esto como la primer experiencia siendo tu esposa —ella movió sus cejas, sonreí levemente—, cuando nos pregunten que hicimos en nuestra luna de miel solo responde que estuviste cuidando mi estómago.

—Y comiendo pizzas con vino en la habitación del hotel —levanté mi copa de vino y tomé un trago.

—Aunque nos faltó el helado... —murmuró y reí viéndola tan pensativa—, como sea. Mañana compraremos helado.

—No puedo creer que de verdad nos hayamos casado —murmuré mirando los anillos en mi dedo anular.

—Porque soy un buen partido y el sexo conmigo es excelente, debes admitirlo —ella me sonrió de forma lasciva, me sonrojé—. Además, llevábamos ya tres años y pico de relación, lo vi justo.

—¿Y si yo hubiera dicho que no? —bromeé y ella se levantó de la cama tomando las cajas de pizza.

—Si siete horas casada conmigo ya te hartaron, eres libre de decirme que quieres el divorcio, el registro civil sigue abierto —dijo yendo a tirar las cajas. Reí por su actitud espontánea—. Te escucho.

—Cálmate, no pasa nada malo —ella se acercó a mí y se sentó a mi lado tomando mi mano.

—Yo estoy jugando —dijo divertida.

—Juegas y finges demasiado bien —adulé—, dijiste durante semanas que no sabías bailar y por eso no pusimos música de fiesta en la boda.

—Cielo, soy una caja de sorpresas, aprendí a bailar en dos semanas —dijo con orgullo—, me volví una experta en las vueltas y en las cumbias —ella me sonrió guiñando su ojo.

—Aunque nadie le gana a Dolores y Rapunzel ebrias bailando —comenté riéndome, Elsa me siguió riendo—, mi abuela se les unió

—Ver a tu abuela ebria fue algo que nunca imaginé —dijo entre risas—, jamás creí que ella fuera capaz de hacer eso.

Flashback.

—¡Qué vivan las novias! —gritó Dolores junto a Rapunzel mientras ambas alzaban una cerveza.

—Alguien debe quitarles el alcohol —me dijo en alto Agnarr, debíamos hablar alto pues la música no nos permitía escuchar del todo bien.

—Las conozco lo suficiente, se convertirán en el diablo el día que les quiten el alcohol —mencionando ignorando el hecho de que ambas subían a la mesa a seguir brindando y me enfoqué en ver a mi esposa bailar.

Eso suena lindo, mi esposa. No como una propiedad, porque jamás la vería o le trataría como un objeto. Solo es ese significado que tiene. Agh, espero explicarme.

Mi padre había sacado a Elsa a bailar y curiosamente ella sabe seguir los pasos de baile de las canciones. Sonreí tomando un trago de mi cerveza aún recordando el momento en que ella me había pedido matrimonio.

No fue como lo pintan en las películas, personalmente lo siento demasiado fuera de la realidad. En fin, Elsa me había dicho que debía acompañarla a hacer medidas y revisar los materiales para una construcción que debía supervisar, cuando llegamos a la casa ella aprovechó el momento para pedirme matrimonio.

Begin Again |Elsabela|Where stories live. Discover now