14.

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Elsa.

—¿Están saliendo? ¿Cómo pareja? —preguntó Anna agitando sus pies.

—¿Eh? No, no... Solo, saliendo —respondí pausando un momento la redacción de un trabajo escolar— ¿Por qué lo preguntas?

—Uh, tal vez porque ya se tardaron lo suficiente para ser pareja —contestó metiendo a su boca un chocolate—. Son aburridas las citas.

—Bueno —solté una risa nerviosa—, las cosas no son como las novelas de la televisión o las películas... Muchas veces toman su tiempo.

—Son tan aburridas —habló con la boca llena—. Deberías planear algo para ella.

—Anna, llevamos algunas semanas saliendo... Tal vez, deba esperar más —seguí trabajando—, aunque... Si fuera a hacer algo especial ¿Qué debería hacer?

—¿Por qué no planeas algo más privado? Tal vez una cena —volteé en dirección a la puerta encontrando a mi madre. Tiene la costumbre de siempre interrumpir—. Olvidé tocar —ella se regresó y tocó la puerta antes de entrar por completo a mi habitación.

—Ya estabas adentro, no entiendo porque tuviste que hacerlo —murmuré mirándola— ¿Desde hace cuánto estás escuchando?

—Lo suficiente como para saber que vas a seguir los consejos de una niña de siete años —se siento en mi cama y abrazó a Anna—, lo siento, mi vida, estás aún muy pequeña para estos temas.

—¡Eso es mentira! —gritó defendiéndose antes de hacer un puchero cruzando sus brazos—, mis consejos son geniales —sacó la lengua.

—Lo que digas cariño —mi madre besó la cabeza de Anna y me miró— ¿Piensas pedírselo?

—Lo he pensado, pero creo que es demasiado pronto —respondí guardando mi documento ya terminado—. Dado las circunstancias, no creo que sea el momento indicado, ella debe estar con entregas finales como yo.

—Es solo una semana de entregas, tienes el resto del mes para hacerlo ¿Piensas llegar a la graduación sin pareja? —cuestionó enarcando su ceja. Esbocé una sonrisa tonta de tan solo imaginarme lo genial que sería pasar con ella un baile de graduación y bueno... Quién sabe que pueda deparar el futuro después de acabar la universidad.

—Por supuesto que no quiero llegar sola a la graduación... ¿Qué debería hacer? —cuestioné.

—Bien, olvídate de los osos de peluche y los chocolates, no quieres tener la misma idea que cierta persona que conozco —dijo molestándome.

—¿Por qué me sigues molestando por lo de Hans? Es vergonzoso pensar que guardé esos peluches y acepté las cartas —comenté con cierta sensación embarazosa y sintiendo levemente mis mejillas sonrojadas. Mi familia suele molestarme por la forma tan cursi y tradicionalista en que Hans me pidió ser su novia. Miles de veces he pedido que ellos borraran eso de su mente, pero parece que las personitas dentro de su cabeza les agrada recordarlo a cada momento.

—Es mi papel como madre molestarlas —excusó—. Invítala a salir, organiza una cena, un paseo por el parque o algo, trata que sea íntimo. La presión social es bastante incómoda.

—No pondría a Isabela a pasar presión social, eso lo tengo claro desde el principio —apagué mi laptop y me giré a ella—, tal vez... Pueda invitarla a un restaurante no tan elegante, ella odia todo ese tipo de cosas —comenté.

—¿Y si la llevas a un picnic? —intervino Anna y mi madre y yo la miramos asombradas por su propuesta—, ¿Qué?

—Jamás creí que eso saldría de tu boca... Me gusta la idea del picnic —dije mirándola y ella me sonrió dejando ver los leves orificios de sus dientes restantes—. Tal vez haga comida típica de ella.

Begin Again |Elsabela|Where stories live. Discover now