17.

413 38 52
                                    

Capitulo largo pues daré algunos saltos temporales 🤙.

Isabela.

—Creo que debí venir un poco más formal... —miré mi ropa— ¿Crees que es suficiente con simples jeans y blusa?

—Hermana, vas a una comida con sus padres, no vas a una entrevista de trabajo —escuché a Luisa del otro lado de la llamada—. Tranquilízate mujer, nada malo pasará ¡Ya has convivido con ellos!

—¡Lo sé! —exclamé—, pero antes solo fue cuando era amiga de Elsa, ahora soy su novia y-

—¿Y cuál es la diferencia? Eres su novia, pero también sigues siendo su amiga —dijo Luisa y suspiré—. Escucha, saldrá todo bien. Elsa lo logró y tu también lo harás.

—Bueno, estamos hablando de Elsa —dejé escapar un suspiro—. Agh, de los nervios estoy sudando como un puerco.

—El puerco es más limpio que tú —Luisa molestó y entrecerré mis ojos aunque ella no me pudiera ver—. Oye, creo que Mirabel rompió algo... Debo irme ¡Suerte, tu puedes campeona! —colgó la llamada.

—Vaya ánimos hermanita —dije guardando el celular—, suerte con Mirabel —sonreí divertida pensando en como Luisa explotará cuidando a Mirabel.

Con la noticia del bebé de Pepa en camino, mi abuela ha estado más al pendiente de ella y sobre todo de Camilo, ha resultado ser algo celoso y eso que aún no ha nacido. Así que Luisa y yo hemos hecho nuestro papel de hermanas mayores cuidando al cien por ciento a Mirabel dado que ahora mi abuela no está tan seguido con nosotras.

La ventaja que tengo a mi favor es que Elsa suele pasar tiempo conmigo y a eso le añadimos a Anna, así que ellas dos pueden distraerse mirando lo que sea en la televisión o con cualquier juego de mesa. Anna y Mirabel son amantes del Destreza. En lo personal lo detesto, no me gusta tener un cronómetro midiendo mi habilidad de colocar piezas sobre un tablero que al final saltará.

Llegué a la casa de Elsa y toqué el timbre esperando a que me abrieran. Acomodé las cosas que llevaba que además de la comida que mi madre había cocinado, venía con algunas flores para Elsa.

Los fabulosos brezos púrpuras ¿He mencionado como Elsa se vuelve loca con estas flores? Siempre que pasamos por cualquier tienda y encuentra aquellas flores se vuelve loca. Sin contar que parece que ella las menciona para que tenga la intención de comprarlas.

—¡Isa! —gritó Anna abriendo la puerta. La miré asombrada, no es tan común que una niña de 7 años abriera la puerta.

—¡Hey, peque! —dije emocionada y ella saltó hacia mí. La cargué sin que ella aplastara las flores y comida— ¿Alguien te mandó a abrir la puerta?

—No, no necesito la autorización de alguien para abrir la puerta —comentó y rápidamente vi a Elsa correr hacia la puerta.

—¡Anna! ¿Qué te he dicho de no abrir la puerta? —preguntó molesta.

—Que puede ser un extraño ¡Pero que ha sido Isabela! ¡Deja de molestarme! Pude dejar a tu novia afuera —bufó cruzándose de brazos.

—Bueno, tu hermana tiene razón. No sabes quien puede tocar la puerta —dije mirando a Anna y ella me frunció el ceño y cruzo sus brazos—, espérate unos años y podrás abrir y cerrar la puerta cada que quieras.

—No te pongas de su lado —murmuró señalando a Elsa. Miré a Elsa y ambas suspiramos, nuestras hermanas menores suelen ponerse de acuerdo en muchas cosas.

—Traje chocolates —dije llamando su atención—, te los daré todos si prometes no volver a abrir la puerta, no sin que alguien esté ahí para cuidarte.

Begin Again |Elsabela|Where stories live. Discover now