Honne ~ KookV

14🔹️

—Mhm...

Gruñó enojado mientras pegaba su mejilla a la almohada empuñando las sábanas en sus manos.

No tenía idea como habían terminado de esa forma, ¡ellos estaban discutiendo por el amor de Dios! y ahora solo apretaba muy fuertes sus ojos mientras intentaba no hacer ningún ruido cada vez que el alfa lo penetraba.

Abrió los ojos en el momento en el que sintió que las manos del alfa se estaba colando por su camisa intentando subirla, estaba en cuatro extremidades, pero específicamente le dijo que le dejara la camisa puesta, no iba a permitir que no cumpliera su petición.

—¡Que no!—detuvo sus manos.

—Ooh~ ¿por qué no?—hace un puchero que el omega no puede ver.

—¡Ah! ¡ya t-tengo suficiente con que estés dentro de mi!

—No parece que te moleste mucho—sonríe y comienza a ir más rápido.

Lo odiaba tanto, era tan arrogante, hablaba sin pensar, se creía el rey del mundo, pero lo peor de todo es que le daba muy buenas folladas. Le molestaba eso, siempre dándole en el lugar correcto, con el ritmo perfecto y de una forma que lo hacía ver estrellitas en todo momento, terminaba tan mareado, destrozado y satisfecho que lo hacía rabiar, era tan injusto.

Por esa razón no iba a dejar que lo escuchara gemir, prefería tener la cabeza enterrada en esa almohada mientras era embestido en esa posición, de esa forma podía silenciar todo los ruidos que salían de su garganta, que esa almohada terminara toda babeada no era su problema.

—Estás...muy callado.

Pudo notar que el omega fingió no escucharlo, ¿que se estaba creyendo? le encantaba escuchar lo complacido que estaba su compañero sexual del momento y el chef estaba con la cabeza metida en la almohada mientras estaba dando lo mejor de sí, eso era injusto.

Lo tomó del cabello para levantar su rostro sin detener las embestidas.

—Mghm...—estaba mordiendo sus labios.

—¿Pero qué...—se movió para estar un poco sobre él y poder ver su rostro—Omega puedes hacer ruido, aquí nadie escucha.

No hubo respuesta, solo los míseros sonidos que morían en su garganta.

Ni siquiera podía darle más fuerte porque era justo lo que hacía y ese chico parecía preferir desgarrarse el labio con los dientes a comenzar a gemir libremente, lo más sensato que se le ocurrió fue darle la vuelta para tenerlo de frente y abrirle las piernas.

—Oh...—volvió a morder su labio cuando volvió a entrar en él.

—¿Me haces la ley del hielo en el sexo?—frunce el ceño—¡Al menos responde!—lo ve negar con la cabeza mientras sus ojos se van hacia atrás, claro que el descarado estaba disfrutando pero se negaba a hacer un solo sonido, que frustrante.

Se acerca para besarlo de forma fuerte y desordenada, succiona su labio inferior y le da una mordida, el omega respondió dándole un zape.

—¡¿Que te pasa imbécil?!

—Te estabas mordiendo el labio, creo que es mejor que yo lo haga.

—¡Me dolió, eso fue a propósito!

—No como crees—suelta una risita, atrapa las manos del omega y las pone sobre su cabeza mientras vuelve a comenzar con el vainven.

—¡Oh Dios!

Esta vez no dejó que se mordiera el labio porque rápidamente volvió a besarlo, prefería tragarse los sonidos con su boca a sentir que estaba haciendo un mal trabajo solo porque Taehyung se negaba a hacer algún ruido.