Capítulo 16

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Liv y James entraron en la casa de los Johnson sabiendo que la madre de este último no estaba nada contenta por recibirla

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Liv y James entraron en la casa de los Johnson sabiendo que la madre de este último no estaba nada contenta por recibirla. Él ni siquiera le había dado la oportunidad de emitir una opinión cuando le informó que tendría una invitada para cenar esa misma noche.

—¿Estás bien? —preguntó James mientras abría la puerta.

—Claro —contestó con seguridad. Estaba conforme con esa oportunidad de acercarse a los Johnson y le daba esperanzas en cuanto al triunfo de su plan, aunque no dejaba de estar nerviosa por todo lo que podría llegar a salir mal esa noche.

Emilie bajaba las escaleras cuando ellos entraban y les dio una sonrisa tan dulce que Olivia creyó estar alucinando.

—Buenas noches, Olivia —saludó con aparente naturalidad—. Qué bonito vestido tienes.

Ninguno de los dos era tan tonto como para creer que su amabilidad era real. Era simplemente imposible que hubiese cambiado de un día para el otro.

—Hola, Emilie —musitó Liv devolviéndole la sonrisa con mucho recelo, el cual terminó por intensificarse cuando cuando la rubia se acercó y le dio un abrazo.

—Papá está en la barbacoa, ve a ayudarlo, James. Yo me quedaré con Olivia.

James soltó una risa seca y pasó un brazo por los hombros de Olivia.

—Creo que papá está bien, Em. Me quedaré junto a mi invitada.

La rubia entrecerró los ojos hacia su hermano, pero se ahorró cualquier comentario ácido, que en otra oportunidad le habría soltado sin dudarlo.

—¿Sabías que tu tía y yo tuvimos una conversación ayer, Olivia? —preguntó volviéndose hacia ella.

—No, hoy no he hablado con ella —respondió con el ceño fruncido.

—¿Y sobre qué han hablado exactamente? —intervino James—. Emily, no puedes meter a la señora Austin en lo que sea que estés planeando.

—Nadie está planeando nada, yo solo intento hacer lo que me pediste. Los Gardiner y los Johnson tienen que terminar con esta enemistad ridícula y estoy poniendo mi granito de arena para lograrlo. Me agrada la señora Austin, su living es precioso.

—Me sorprende tu iniciativa, Emilie —declaró Liv algo confundida y sin estar segura si Emilie estaba hablando en serio o era alguna de sus tretas. De todas formas, decidió seguirle el juego—. Aunque la verdad es que hay una sola persona en mi familia con la que realmente tienes que resolver un conflicto.

—¿Tu hermana? —terminó de decir la rubia—. Yo también creía lo mismo, pero ayer comprobé que no. Tu primo Keaton parecía desear arrancarme la cabeza cuando me vio con su madre.

Liv dejó escapar una risita y movió una mano para restarle importancia a lo que acababa de decir la otra mujer.

—Keat no es un problema, si quieres ganarte su aprobación solo tienes que hacer una cosa —apuntó.

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