5. Probabilidades.

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Centro comercial de Miami.

- ¿Y cómo me veo?

- Creo que ese color no te queda.

- Pero resalta mi trasero, ¿no?

- Bueno sí, pero nunca como el mío.- Camila soltó una sonora carcajada provocando que Hailee torciera los ojos y cerrara bruscamente la cortina del mostrador. Camila limpió las lágrimas que se le escaparon por el gracioso momento y volvió a concentrarse en ver las blusas mientras esperaba a su amiga.

- Listo. Vámonos.

- Hailee, ¿me levantaste temprano para venir de compras y no vas a llevarte nada?

- No. Te levanté temprano porque ayer no quisiste salir conmigo porque te sentías, según tú, devastada. Además te invité el desayuno zorrita.

- Odio los lugares vegetarianos.

- Yo odio la grasa en mis caderas. - Camila no dijo nada y cruzó los brazos.

- ¿Entonces no te llevas nada?

- No. - Hailee le guiñó el ojo a Camila, quien inmediatamente entendió el mensaje. Tomó sus bolsas y ambas fueron a la salida.

- Disculpe señoritas... - Ambas chicas se tensaron al oír la voz de uno de los empleados. Camila dio la vuelta.

- ¿Pasa algo?

- Olvidó una bolsa. - Casi se pudo oír como el aire salía de los pulmones de Camila.

- Gracias. - Hailee ya se encontraba afuera.

- ¿Qué pasó?

- ¿Por qué saliste antes? Pudo haber sido algo malo y no pienso responder por tus actos Hailee.

- Mila, no debes enojarte, si sucedía algo obviamente iba a volver por ti.- Hailee quiso sonar convincente, pero falló en el acto.

- Además que necesidad de hacer eso. Puedes pagarlo Hailee.

- Lo sé, lo sé, pero ¿dónde queda la emoción Mila? ¡Jajaja! Y deja de comportante como una santurrona, tú también lo has hecho, ¿o qué? ¿ya lo olvidaste? Los aretes, la lencería de aquella vez. - Ambas chicas se miraron y Camila desvió su mirada.

- Ya es hora de ir a casa.

- Cómo digas. - Las dos iban de camino a la salida.

- ¿Y qué pasó con lo del guardaespaldas?

- No sé, papá me dijo que ya había hablado con alguien.

- El mío ya no ha mencionado nada. Tal vez ya entendió que no lo necesito.

- O tal vez no te lo puede costear. - Hailee lo dijo burlonamente provocando que la otra chica se frenara. - No me mires así, oí a papá decir que la empresa Cabello estaba pasando por una mala racha. - Camila se quedó pensativa. Pero no por mucho, algo llamó su atención.

A lo lejos de donde se encontraban ambas chicas, junto a una fuente, había un tumulto de personas. Algo interesante estaba pasando.

- ¡Camila! - La joven volvió. - ¿Me estás escuchando?

- Mi padre no me ha comentado nada, debe ser un rumor lo que escuchaste Hailee. - Aún viendo al grupo de gente.

- Eres su hija, no su socia. Obviamente no es algo que te iba a contat... ¿Qué miras? - Hailee buscó la dirección que robaba la atención de Camila. - ¿Qué habrá pasado?

- Ni idea.

- ¿Quieres ir a ver?

- No, estoy cansada y... - No terminó la frase porque la mano de Hailee ya había tomado la suya y la dirigía al lugar.

Yo te protejo. [Camren]Where stories live. Discover now