Yo te protejo. [Camren]

10. Encuentros.

- Entonces... - Camila cruzó las piernas y recargó su brazo para que su cabeza descansara sobre sus manos.

- ¿Sí? - Lauren miraba atenta a la morena.

- Empecemos por el principio. - Lauren levantó una ceja. - ¿De dónde eres?

- Nací aquí, en Miami.

- Ok. - Hizo una me pequeña pausa y entrecerró los ojos. - Eres huérfana y por eso entraste en las peleas porque conociste a un sensei que te llevó por el camino de la rectitud a través de las artes marciales. - Lauren hizo una mueca.

- ¿Eso es una pregunta?

- Lo haré de nuevo, - la morena aclaró su garganta. - Cuéntame la trágica historia de cómo iniciaste en ese violento mundo de las luchas, ¿de pequeña te hacían bulling? ¿Tus papás fueron asesinados brutalmente? ¿O te abandonaron? ¿O te maltrataban? - Lauren suprimió una sonrisa mordiéndose el labio. Camila estaba disfrutando de su tiempo con ella.

- No, no, no y no.

- ¿Tu abuelo fue boxeador y en su retiro lo vencieron, entonces te prometiste ser como él y nunca perder? - Lauren miró divertida a la chica. Levantó una ceja otra vez y cruzó sus brazos.

- ¿De dónde sacas tantas historias? Creo que has estado pensando bastante acerca de mi origen, y debo decir que tienes una imaginación muy nutrida. - Camila se sonrojó, definitivamente había dedicado gran parte de su tiempo en imaginar detalles de la vida de Lauren. - Pudiste haber investigado.

- ¿Investigado dónde?

- No sé, ¿tal vez internet?

- No creí que fueras tan soberbia Lauren.

- Oh no. No es eso, es que ya sabes cómo es la gente, creen saber de tu vida y escriben en blogs. De vez en cuando atinan a algunas cosas y...

- Ok, entiendo. No, no investigué porque como ya dijiste, no son fuentes confiables. - La chica acomodó un mechón de cabello detrás de su oreja. - Responde.

- Umm... Mis padres no han muerto, creo que están más saludable que yo; no me maltrataban, al contrario, ¡son las personas más amorosas del mundo! Al principio no me apoyaron mucho cuando peleaba, pero logré demostrarles que pertenezco a ese mundo. - La ojiverde hizo una pausa y desvió su mirada de la de Camila. - Pertenecía. - La morena percibió el cambio de humor de Lauren y quiso intervenir inmediatamente.

- ¿Y cómo te diste cuenta que te gustaba pelear bruta? - Lauren la miró y sonrió. Negó con su cabeza, iba a ser difícil que Camila la dejara de llamar así.

- Cuando era pequeña era fan de los deportes. Siempre me gustaba estar activa. Fútbol, natación, basket ball, softball, voleibol...

- Muy fan diría yo.

- Jajajajaja sí. - Ambas sonrieron. - Un día un tío mío escuchó acerca de la apertura de un dojo de tae kwon do cerca de casa. Me entusiasmó mucho la idea porque nunca había intentado una disciplina así, y me animé a entrar. Pronto me adapté y empecé a avanzar rápidamente. De poco a poco fui dejando otros deportes y después de dos años terminé practicando softball y el arte marcial solamente. Al final sólo fue el TKD y el softball.

- ¿Sólo sabes TKD? -

- Espera - Lauren arregló su cabello. - Un día, terminando una competencia, un hombre se me acercó. Se presentó como Derrick Hamilton. Dijo que era buena y preguntó si no me interesaba practicar otra disciplina.

- ¿Era caza talentos?

- Algo por el estilo. También tenía un dojo y reclutaba jóvenes para prepararlos.