Yo te protejo. [Camren]

41. Mahone.

Una mujer completamente arreglada, pantalón de vestir, blusa blanca, corbata y saco, entraba a la empresa con un halo de seguridad. Su penetrante mirada verde intimidaba a cualquiera que se le atravesaba.

Al alcanzar la recepción, acomodó sus gafas.

- Buenos días. - Dijo con un hilo de voz. Ninguna de las recepcionistas levantó siquiera la vista. - BUENOS DÍAS. - Lauren levantó la voz más de lo que quería.

- Buenos días, ¿en qué puedo ayudarla? - Una de ellas levantó la vista.

- Tengo una cita con el señor Mahone.

- Oh, ¿señora Sheeran?

- Umm… Sí, soy yo.

- Le entrego su pase. Piso 3, la última oficina.

- Por supuesto. Gracias.

La estrategia fue planeada hace 3 días. Lauren viajaría a Boston, donde estaban las oficinas del grupo Unión para investigar que tan relacionados estaban con Monica Bellucci. Se infiltraría como la representante de una pequeña empresa con problemas económicos. Su nombre sería Michelle Laurenzo. Desafortunadamente la recepcionista le dio otro nombre, y afortunadamente la llevaron directo al objetivo: Albert Mahone.

Encontró la oficina. Se presentó con la nueva Secretaría.

- El señor Mahone la espera señorita Sheeran.

- Gracias.

Lauren entró a una enorme oficina. El caoba abundaba en ese lugar. Sus ojos entonces se toparon con la espalda de un hombre en traje. El mismo observaba el ventanal de la oficina. Llevaba una bebida en la mano, lo cual sorprendió a Lauren, pues sólo eran las 9 am.

Lauren aclaró su garganta.

- Buenos días. - Saludó, haciendo que aquel hombre se girara. Entonces vio que era un hombre joven, contrario a como esperaba encontrar a Albert. Se había hecho una imagen del tipo de Alejandro, ya con unas cuantas canas asomandose en su cabello, pero nada de eso, incluso llevaba una de esas man bun, y una tupida barba de candado.

- Usted no es la señora Sheeran. - Fue lo primero que dijo.

- Emmm… Ha sido un pequeño malentendido.

- Entonces no puede estar aquí.

- Espere, por favor, sólo deme 10 minutos de su tiempo. - El joven la miró unos segundos. Se acercó y estiró su brazo a la ojiverde.

- Austin Mahone. - Lauren lo miró, algo no cuadraba.

- Michelle Laurenzo. - Dio su mano. Con este gesto la manga de su saco se jaló, dejando ver los tatuajes de su brazo, que intentó cubrir para no levantar sospechas. Pero fue demasiado tarde ya que Mahone lo había notado.

- No te preocupes, sé que hay errores que no se pueden borrar. - Lauren no entendió de lo que hablaba hasta que el muchacho levantó su manga y le mostró unos cuantos tatuajes. Luego asintió dando lugar a que Lauren hablara.

- emmm… yo vine porque necesito ayuda de su compañía.

- ¿Qué tipo de ayuda? - Lauren sacaba de su bolso un periódico.

- Bueno, supe que ayudaron a pequeños negocios, yo tengo una… - La voz le temblaba. Esto estaba por derrumbarse.

- Espere un momento… - Intervino el muchacho. - ¿Cómo supo esa información? - Lauren abrió los ojos como platos. “Abortar la misión” se repetía incesantemente en su cabeza con letras rojas.

- Emmm… - el intercomunicador sonó. El joven apretó un botón para responder, sin quitar la mirada sobre Lauren, esperando una explicación.

- ¿Sí?