CAPITULO 14: "LA AGONIA DEL REINO DE ASIS."

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—Hace quince años un grupo de hechiceros predilectos desertó. — proclamó el Hirofante.

—¿Por qué? — preguntó Gahs.

—Llegaron a la conclusión de que el poder solo debía ser usado por aquellos que eran dignos. — respondió el Hirofante.

El voltio a ver al hechicero y dijo —Sucumbieron ante un poder tremendo y destructivo.

—¿Qué poder es ese? — le interrogó Gahs.

—El primer comandante, el gran rey arconte. — respondió. Gahs se acercó a él.

—Maestro. — comentó.

—El Demiurgo. El falso dios. — profirió el Hirofante.

El rostro de Gahs palideció al oír aquellas palabras salir de boca del Hirofante. El Hirofante se acercó a uno de los ventanales y contempló toda la extensión del reino de Maipas.

—Las sombras de la muerte nos asechan. — dijo el hirofante con gran preocupación.

—La orden oculta del sol negro. A ellos nos enfrentamos. — agregó.

El reino de Asís, es uno de los territorios más grandes del continente y está lleno de todo tipo de criaturas mágicas viviendo y coexistiendo en armonía.

Sus parajes, montañas y valles son de una belleza abrumadora. Toda su extensión está protegida por sus habitantes, hadas, duendes, ninfas, enanos, wendigos, grifos y quimeras entre muchos otros más. Todos bajo la protección de los elementales; poderosos espíritus creadores y dadores de vida.

Una parvada de fénix volaba con gracia y belleza en el cielo, dibujaban con sus llamas hermosas figuras, mientras las hadas revoloteaban en los capos, en medio de las flores.

Las potas; criaturas chistosas son a menudo plantas con características humanoides, suele ser pequeños normalmente su tamaño no es mayo a los treinta centímetros. Estos jugueteaban en los pastizales.

Los centauros galopaban en el prado, a gran velocidad. Los sátiros tocaban armoniosamente sus flautas de bambú. Las liebriaves; liebres emplumadas y aladas saltaban por ahí.

Y un par de cachorros linces de fuego, corrían y saltaba, mientras jugueteaban por el lugar. Pero mientras jugaban uno de ellos choco contra los pies de un sujeto.

El cual vestía con ropas negras, diecinueve individuos más lo acompañaban; sí, eran miembros del sol negro.

Los habitantes de esa región no saben lo que pasa, los miembros del sol negro siguen avanzando, pero de pronto las criaturas que allí se encontraban se reunieron impidiéndoles el paso.

Un centauro da un par de pasos al frente y dirigiéndose a ellos les dice, —Ustedes no son bienvenidos, den la vuelta y márchense ahora. —

Uno de los hombres le responde —O si no ¿qué? —. Los demás miembros del sol negro se rieron.

—¿Qué es lo que buscan aquí? — preguntó un hada.

—La esfera del alma. — respondió uno de ellos.

Los habitantes se sorprendieron, ningún ser fuera de Asís conocía la existencia de tal objeto.

—¡No! Eso jamás lo permitiremos. — declaró uno de los sátiros.

—Ah, ¿en serio no? — respondió el hechicero.

Dos miembros más del sol negro caminaron al frete y junto con el primero levantaron los brazos y los cruzaron en forma de equis, mientras recitaban un conjuro.

DEMANGEL© (libro #1 Finalizado) Where stories live. Discover now