DEMANGEL© (libro #1 Finalizado)

CAPÍTULO21: "LA MUERTE DEL REY BARUC".

 En Soín y los distintos reinos cercanos al reino de Abell reciben una trágica noticia, el rey de Baruc a muerto y no existe causa aparente más allá de un suicidio.

Esta noticia conmueve a todos, en especial a las regiones que se veían beneficiadas de los tratados con dicho reino. El ahora difunto rey , al no tener descendientes ha dejado un trono vacío, a la expectativa de todo aquel que quiera tomarlo.

En el castillo del rey Octavius, se encontraba él y su esposa hablando sobre el tema. Mientras se preparaban para ir a dormir. Preguntándose por qué el rey Baruc pudo haberse suicidado, esto no les hacía ningún sentido, la reina temiendo lo peor, le sugirió al rey que pudo tratarse de un asesinato.

El rey sin embargo, no tomó con seriedad el comentario de su esposa.

—El rey Baruc al igual que yo, nos hemos enfocado en llevarnos bien con todos los demás reinos y tribus. — obvio el rey.

—Claro, pero aun con eso tenemos enemigos. — respondió la reina.

—Y no somos los únicos. — agregó ella.

—Sí, es verdad... — espetó el rey.

—Pero aún así, el reino de Abell jamás tuvo problemas y riñas con otros reinos, como para que una infiltración y un asesinato sea posible. — prosiguió él.

—Podría esperar que eso me pasa a mí, pero a ¿Baruc? — cuestionó.

—Por todos los dioses, Octavius, no digas esas cosas. — reprochó la reina.

—Ya, ya mujer. — dijo él.

—Sólo te estoy molestando. — vaciló.

—coordinaré mañana temprano un viaje a las tierras de Abell. — afirmó él.

—Probablemente, muchos otros reyes irán también. — retomó.

La reina blanca, se soltó el cabello y le contestó —Sí, comprendo. —

—Yo mientras tanto llevaré, mañana a Karolina a los campos. — añadió.

—Como cuando era pequeña ¿Recuerdas? — preguntó.

—Sí, como a pasado el tiempo. — contestó él, mientras ambos se recostaban en la cama.

—Descansa amor mío. — dijo el rey.

—Descansa amor. — respondió ella.

Al día siguiente, Ewyine hablaba con Jacob sobre todo lo que ha sucedido, ellos se encontraba en la granja de su hermana mayor.

Mientras le ayudaban a su hermana a cuidar la graja, aprovechado su mañana libre. En tanto ellos están en lo suyo escuchan una voz familiar tras de sí... Al voltear era Anabell que estaba parada detrás de ellos. Vestía con un pañuelo sobre su cabeza, una ropa holgada y algo desgastada, llevaba puesto un delantal y empuñaba un rastrillo en mano.

Jacob —¿Oye que haces aquí Anabell? —.

Anabell —¿Qué no es obvio brindo un servicio en este lugar? —

Jacob —¿Ok, pero por qué? —.

Anabell —Es como una retribución de un favor.— respondió.

Jacob —¿Favor? ...no entiendo. — comentó él.

Anabell —Hace dos años atrás mi familia estaba pasando por problemas económicos muy grandes. —.

Jacob —ah ya veo.—.

Anabell —Entonces el hacendado nos ayudó con la alimentación y los gastos de mi familia. — agregó ella.

Anabell —Eso fue antes de convertirme en paladín, ahora yo les ayudo en lo que puedo cuando puedo. — respondió.

Jacob —Oh ahora entiendo. — dijo mientras sonreía.

Anabell —¿Y tú que haces aquí? —.

Jacob —Ah, sí, eso... Mi hermana es la esposa del hacendado. —

Anabell —¡Eh! — exclamó.

—Guau... — espetó Ewyine y luego se río.

—En fin... — esbozó ella.

—¿Se enteraron ya? — preguntó.

—¿Enterarnos de qué? — replicó Ewyine.

—El rey Baruc a muerto. — comentó ella.

Ewyine y Jacob estaban anonadados por la noticia, —¡¿Qué?! —¡¿Cómo?! — exclamó Ewyine con gran confusión.

—¡Sí! — voseó Jacob

—¡¿Qué sucedió?! — cuestionó.

—aparentemente fue un suicidio. — respondió ella.

—Él rey viajará voy mismo a Abell. — agregó.

—probablemente se reúnan los demás reyes. — añadió, mientras rastrillaba unas hojas del suelo.

—No creo que haya sido así. — comentó Ewyine.

—Fueron los del clan del Sol negro. — profirió.

—Y podría apostar que robaron el arma mística. — aseveró luego.

A las afueras del castillo, se encontraba el rey Octavius y su esposa, frente al carruaje, terminaban de preparar todo para la partida del rey.

—Estamos listos mi rey. — dijo uno de los caballeros que le acompañaría.

—Perfecto, es hora de irnos. — respondió el rey.

De esta manera el rey se subió al carruaje y partió a las tierras de Abell.

Jacob después de terminar sus labores, decide ir a ver a la princesa Karolina. Lo acompañan su hermano y Anabell los cuales quieren hablar con la reina para saber más al respecto sobre la muerte de Baruc.

Mientras caminaban se encuentran con Limer, el cual se regresa con ellos, mientras le comenta a Jacob.

—Joven Jacob, ¿Cómo te has sentido? — preguntó.

—¿Sigues teniendo pesadillas? — indagó.

—En ocasiones. — contestó él.

—No he tenido tiempo para meditar. — añadió Jacob.

—Es importante que lo hagas, eres un ser único. — señaló Limer mientras posaba su mano en el hombro de Jacob.

—Tienes una naturaleza que es compleja y, temo decirlo pero, podría ser peligrosa si no la controlas apropiadamente. — añadió.

—Además, tu poder crese a proporciones que me es difícil comprender. — profirió.

—Es importante que trabajes en ti, para que no hagas algo de lo que puedas arrepentirte luego Jacob. — enunció con un tono serio en su voz.

Jacob suspira —Lo comprendo señor Limer. — dijo con voz apagada.

—retomaremos ese entrenamiento lo antes posible. — profirió Limer.

—Sí. — contestó Jacob.

Al llegar al castillo se separaron, Ewyine y Anabell fueron a ver a la reina, Limer se dirigió a su taller de magia y Jacob subió por las escaleras al segundo piso del castillos, camino a los aposentos de la princesa.

Tocó la puerta un par de veces, pero no hubo respuesta, abrió lentamente la puerta y se fijó con cautela, pero no había nadie allí.

«¿En dónde se metió...?» se preguntó.

Los reyes y jefes tribales, se han reunido en el reino de Abell para participar de la ceremonia de despedida del rey Baruc.

Todos se reunieron en la plaza central, al son de tambores, arpas y flautas, elevaban canticos a los dioses para que recibieran el alma del fallecido rey.

Toda una nación se encuentraen luto, tras la perdida de su monarca y en sus corazones una granincertidumbre, al no saber quien los gobernara ahora y que les deparara sufuturo.