Mi perfecta Jennie

8. 🧸

Probablemente, el premio a la persona más olvidadizas era a mí, había olvidado algo tan importante como almorzar con Lisa, con la persona que me gustaba en el mundo, ella parecía divertida ante eso, pero era una total falta de respeto así que por un momento pensé que ya no quería almorzar conmigo, debo admitir que dolió pensarlo y preguntárselo, afortunadamente ella negó ante eso.

Ahora aquí estaba entrando a la cafetería a la par de ella, todos nos miraban, ¿tan inusual era vernos juntas?

—Compraré los almuerzos, ¿me esperas aquí?

— Sentí nerviosa, no quería soltarla, porque si habíamos pasado todo el pasillo tomados de la mano, la miré alejarse y sostenía mi carpeta con fuerza.

—Jennie— alguien me llamó y miré a esa persona, era Yoogi, mi compañero de club y clase —¿Qué haces aquí sola? Ven siéntate con nosotros— señaló a mis otros compañeros en una mesa, eran todos los chicos del club

—Mmhh....no y...o

—Vamos, estás sola, deja que te hagamos compañía — le sonreí nerviosa pero negué

—Estoy esperando alguien

—A la molesta de Rosé, vamos, ella no te deja socializar con nosotros

Por algo será.... Susurró mi omega

—No, es otra persona....— Le dije intentando mantener la calma sobre lo que dijo de Rosé
Él pareció extrañado por mi negación, diría algo más, pero el olor de Lisa llegó a mí y después su voz

—Ya está todo aquí— la miré aliviada — vamos Jennie

Mire a Yoongi que ahora tenía una expresión de enojo, sentí un olor distinto de su parte, picaba mi nariz, Lisa no hacía nada y él la miraba como si fuera a golpearla en cualquier momento, ¿qué le pasa?

—Si, pero espera, Yoongi, ella es Lisa, Lisa él es Yoongi, Lisa es mi nueva amiga

—Hola— saludó Lisa con amabilidad a pensar de la mirada de Yoongi

—Nos vemos Jennie— pero solo se despidió de mí sin más, ignorando por completo a Lisa, hice una mueca de disgusto y un puchero inevitable se formó en mis labios

—Nos vemos luego— le respondí sin ánimos

—Tus amigos siempre son así— mencionó Lisa

—Lo lamentó — estaba avergonzada por la actitud del chico

—No te disculpes, no tienes la culpa, usualmente hubiera ignorado por completo su presencia, pero tú estás aquí y nos presentaste, no ignoraría algo como eso

—Yo no entiendo por qué lo hizo

—Quizás porque robe tu atención — le sonreí

—Vamos Jennie

La misma situación de cuando estábamos juntas apareció, todos mirándonos como si estuviéramos con la persona menos indicada para nosotras, pero no importó cuándo Lisa jalo de mí hasta la biblioteca, su mano grande me dejaba fuera de combate y no sabía por qué, pero se sentía bien contra la mía.

— Te he visto comprar esto siempre espero esté bien— me extendió mi almuerzo, un sándwich y fresas picadas, mis cosas favoritas en el mundo

—Está bien— respondí, mire la papas fritas que tenía—en realidad me gusta mucho eso también— las señalé

—Compartiré contigo— su sonrisa linda llena de diversión, una diversión que yo entendía y me gustaba.

Aunque muchos dijera cosas malas de Lisa, estaba segura de que no era verdad una parte de todo eso, por qué recordaba eso que era conmigo, entonces al verla sonreír, después recordarla en los pasillos completamente seria y con una cara de muerte para todos los demás, pero al mirarme a mi todo se suavizaba, me encantaba, después de todo no idealicé de más su personalidad, estaba satisfecha por estar conociendo eso que nadie más conocía.

Suspiré mirando como comía su sándwich, ella estaba algo cerca de mí, la mesita que estaba para nosotros era pequeña, así no quedaba de otra que estar así, además de que Lisa era grande, una chica grande y sus piernas dobladas en el suelo y la mesa sobre esto la hacía ver apretada, deje de mirarla cuando senti su caliente mirando sobre mí, vi una leve sonrisa de lado

—Soy demasiado para esta mesa, no lo crees

—¿Demasiado grande?

—Si, demasiado grande. Mi 1.75 de altura es un problema a veces

Sonreí y asentí, ella era alta y eso debía admitir, me gustaba, cubría todo de mí, eso me hacía sentir protegida de una o de otra manera.
Al terminar de almorzar Lisa cargo mi mochila hasta la salida de la biblioteca y al llegar al aire libre del campus varías personas nos miraban, eso me hacía sentir incómoda y algo asustada.

—¿Te veré luego? — me pregunto con un toque de nerviosismo en su voz

—Estaré por ahí

—Es mejor si estás aquí— me dio su teléfono, era asombroso

—Yo....no tengo teléfono celular— dije avergonzada

—¿no?

—Mi madre aún no me da uno — esto si era vergonzoso de lo que debía admitir, dios tenía 18 años y aún no tenía un celular, debía parecer una tonta

—¿Teléfono de casa?

—Si— Ella me siguió dando su aparato con una ceja arqueada con expresión divertida y lo tomé, hice lo que era más que obvio hacer, teclee los dígitos y se lo extendí, ella tecleó y me enseñó, ahí estaba registrado mi número con el nombre de "Bonita Jennie"

—Te llamaré y si no atiendes, te buscaré aquí— susurró y asentí de nuevo

—Tengo que irme a clase — ella me dio mi mochila y la tomé mirando sus ojos marrones, había algo ahí que no logré descifrar, pero sonreí para irme.

Cuando estuve suficiente lejos suspiré, toque con mis manos mis mejillas que estaban calientes intentando calmarme, tomé mis libros contra mi pecho y continúa caminado emocionada.