Capítulo XXVIII

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-¿Nyx se ha colado en el barco sin que nos demos cuenta? -preguntó Frank cuando Elia terminó de contar lo que le había pasado.

Elia asintió.

-Sí os sirve de consuelo, fue mi amiga durante varios años y yo no me di ni cuenta

-Lo importante ahora es evitar que vuelva a entrar -dijo Piper.

-¿No os parece extraño que pudiendo atacar se haya limitado a hablar con Elia? -preguntó Annabeth. -A lo mejor era solo una pequeña visión de ella, bueno los dioses se pueden dividir, puede que simplemente fuese una parte de su consciencia.

-O puede que su único plan fuese distraerme, o bien para hacer algo o bien para que piense en ello cuando tengamos que luchar. -opinó Elia.

-Desde luego es retorcida. -comentó Hazel -Anda que hacerse pasar por una niña durante años solo para dejarte secuelas psicológicas por no haber podido salvarla.

-Si soy sincera, ahora me siento mejor al pensar que no fue mi culpa. Seguramente aunque la hubiese salvado habría buscado otro momento para morirse y que pareciera que yo no había podido salvarla. -dijo Elia. -Creo que le ha salido el tiro por la culata.

-A menos que esa no fuese su intención, tendréis que tener el doble de cuidado mañana en la ciudad, puede que ya sepa cuando vais a llegar y prepare a su ejército. -reflexionó Annabeth.

-¿Tú crees que puede meter a un ejercito por esas calles? -preguntó Percy.

-Sería hasta divertido ver a los monstruos pegándose entre ellos porque la calle es muy estrecha y quieren matarnos antes que los demás. -dijo Leo.

-¿Tan tontos son? Porque podríamos provocarles para que se maten entre ellos. -sugirió Elia.

-Solo algunos son tontos. No puedes engañar a un ejercito entero. -dijo Piper.

-Bueno... -Dijeron Annabeth y Percy a la vez.

-Annabeth engañó una vez a Nyx -comentó Percy llenándose la boca con un trozo de tarta azul para que continuase otro.

-Hicimos que se peleasen todos sus hijos entre sí -aclaró Annabeth.

-¿Cuándo paso eso?

-Cuando caímos al tártaro.

-Eh, ¿Qué? ¿Cuándo...? ¿Cómo narices...? Pero, ¿Qué se supone que estabais haciendo para caeros al tártaro? -consiguió articular Elia.

-Alguien tenía que cerrar las puertas de la muerte desde dentro. -contestó Percy encogiéndose de hombros.

-A ver si me aclaro. ¿Vosotros os podéis tirar al tártaro y yo no me puedo saltar de unas redes que están a dos metros del suelo y que ni siquiera me hago daño?

-Elia, dejemos ese tema. -dijo Annabeth.

-Claro, porque sabes que tengo razón -murmuró ella un poco alto de más, pero Annabeth tuvo el acierto de no decir nada.

-Además, no nos tiramos precisamente -apuntó Percy. -El suelo se abrió y nos caímos.

-Ejem, -carraspeó Leo -según lo que me contaron a mí, Annabeth estuvo a punto de caer y Percy la cogió y como no podíamos subirles a ambos Percy decidió caer con Annabeth, así que, sí, Percy se tiró al tártaro.

-Eh, no iba a dejar que cayera sola al tártaro.

-Ya, ya, pero siendo críticos te tiraste al tártaro -respondió Leo.

-Tú céntrate en lo que tienes que hacer mañana.

-¿Qué teníamos que hacer mañana Elia? -preguntó Leo.

-Conseguir dinero español, gastárnoslo en comida, ir al centro de información para que nos digan algo sobre el faro y no morir en el intento. A ser posible.

-¿Tú sabes dónde están esos sitios?

-En teoría los adultos sois vosotros, ¿Por qué tengo que aprenderme yo los mapas?

-Leo no es adulto de mentalidad -dijo Hazel.

-¡Eh! Que he construido este barco.

-Y no has tenido ayuda ni nada. -respondió Elia.

-Bueno, pero la idea salió de aquí -dijo tocándose la frente.

-Pero si es el segundo barco que haces -dijo Harley.

-Porque tengo experiencia.

-Según tengo entendido el otro acabo destruido. -comentó Elia mirándose las uñas con indiferencia.

-No es mi culpa tener que cargar con un imán para los monstruos -se defendió señalando a Percy.

-Encima la culpa ahora va a ser mía -se quejó Percy.

-Tranqui, ahora llevamos a otro imán más potente que consiguió que los monstruos atravesasen las barreras del campamento.

-Repite eso si te atreves -dijo Elia, dándose por aludida y haciendo que saltasen chispitas de las luces. -Que este imán también es el que mantiene el hechizo de la barrera protectora del barco.

Leo cogió aire, abrió la boca y dijo:

-¿Quieres otra galleta?

-Cobarde -contestó Elia arrancando de un bocado la cabeza de una galleta.

-La galleta no tiene ninguna culpa -murmuró Harley al oído de Elia.

-Es una galleta, si te dan pena pues me como las tuyas.

-No es necesario.

-Lo suponía.

-Bueno, ¿De que estábamos hablando? -preguntó Percy.

-De Nyx -contestó Piper.

-Ah, sí, ¿Qué hacemos con ella?

-Matarla -sugirió Elia.

-Si te quedas congelada cada vez que aparece -dijo Harley para fastidiarle.

-¡Déjame en paz! Los miedos son irracionales.

-¿Entonces como pretendes matarla?

-No sé porque la tengo que matar yo si hasta Zeus le tiene miedo, digo yo, si es el señor del universo ¿Por qué no la mata él?

-Porque es inmortal -contestó Annabeth -y además la profecía solo dice que tenemos que matar a Heracles, no dice nada de Nyx.

-¿Y a que viene? -preguntó Hazel.

-Puede que tenga una misión aparte, que no tenga nada que ver con la nuestra. -sugirió Frank.

-Lo segundo es poco posible, con nuestra suerte... -comentó Percy.

-Que optimismo -dijo Elia que seguía desmembrando a una galleta con forma de personita. -Si nos ataca pues nos cargamos a su ejército y a ser posible a ella también.

-Si fuese tan sencillo ya lo habríamos hecho -replicó Leo.

-Si pensáis que no sois capaces antes de intentarlo no lo vais a conseguir jamás. Además, dudo que hayáis luchado contra un ejercito de monstruos del inframundo dirigidos por Nyx.

-Luchamos contra el ejército de Gea -comentó Hazel.

-¿Y después yo soy el imán para los monstruos? Si no habéis luchado contra todo tipo de monstruos, no habéis luchado contra ninguno.

De pronto todo el mundo tenía especial interés por sus platos de comida.

La nueva Generación [PJO, HoO]Where stories live. Discover now