La nueva Generación [PJO, HoO]

Capítulo XLII

-¿Podemos parar a descansar? -preguntó Hazel.

-Sí, ya llevamos un rato largo caminando- se quejó Nico.

-¿Ya estáis cansados? -preguntó Elia que iba veinte metros por delante junto con Harley.

-Aguantamos más los pequeños que los mayores -dijo Harley negando con la cabeza.

-Venga paramos a descansar cinco minutos.

-Oye, ¿Eso no es humo? -dijo Percy señalando un punto a lo lejos.

-Es un incendio -dijo Leo -será mejor que nos vayamos todos.

-Pero ¿Y si hay alguien? -preguntó Elia.

-Además habrá que avisar a los bomberos -añadió Harley.

-Primero hay que salir del bosque o nos pillará el fuego a nosotros -dijo Annabeth poniendo orden.

-A lo mejor la guarida de los monstruos está cerca y se queman todos.

-Son monstruos, has matado a muchos -dijo Frank.

-La señorita O'Leary también es un monstruo y no la matáis porque es buena, no todos los monstruos son malos, ¿Qué tipo de héroes seríamos si les dejásemos morir solo porque la mayoría de ellos son malos? Qué una persona se porte mal no significa que todas las personas sean malas, pues es lo mismo.

-Elia, no es el momento para ponerse así, el bosque está muy seco y en fuego se va a propagar enseguida si no nos vamos rápido nos podríamos quedar encerrados en las llamas -dijo Annabeth.

Elia intercambió una mirada con Harley, durante un segundo pareció que iba a desobedecerles, pero finalmente dijo.

-Vale, volvamos al barco.

Leo iba unos pasos por delante por si se topaban con el fuego, ya que a él no le afectaba.

-No puedo -murmuró Elia justo antes de darse media vuelta y salir corriendo, en dirección al fuego.

-¡Elia! ¡No hagas estupideces! -gritó Annabeth.

Elia la ignoró y siguió corriendo.

-Lo siento pero estoy de acuerdo con ella -dijo también Harley antes de salir corriendo, tuvo que esquivar a Frank y Percy, unos segundos después estaba corriendo al lado de Elia.

-Me dan ganas de dejarles aquí -murmuró Annabeth antes de salir corriendo tras ellos, los demás la siguieron.

-¿Sabes dónde está? -preguntó Harley a Elia.

-Creo que sí.

-Sales disparada hacia el fuego y no estás segura de a donde vas. Genial.

-¿Te he pedido que me siguieses? Y acabo de ver dónde es, mira ese árbol.

Señaló hacia el tronco de un árbol, estaba hueco y en su corteza había marcas de garras, se acercaron corriendo, no se veía el suelo y el interior estaba extrañamente limpio y cuidado.

-Creo que acabas de encontrar la guarida de los monstruos. ¿Preparada para saltar?

Elia miró hacia atrás, los mayores se acercaban rápidamente y delante de ellos ya podían ver las llamas.

-No -dijo, pero saltó igualmente, Harley fue detrás de ella.

El hueco resultó ser un tobogán que les dejo sobre una cama elástica. Se encontraban en una estancia del tamaño de un campo de fútbol, estaba totalmente excavada en la tierra, las raíces sobresalían de las paredes y creaban pequeños nidos que parecían camas de monstruos.