Capítulo 6

31 3 0
                                    

El viaje a Mónaco me encantó; pasar tiempo con Alexandré y conocerlo más, hemos hablado de muchas cosas con anterioridad, pero Alexandré siempre tiene algo nuevo para decir, muchas experiencias por compartir, y yo me muero por escuchar, por saber todo sobre él.

En el viaje, Alexandré había propuesto  ir a comprar ropa "adecuada" para la ocasión, yo accedí, no es como si yo hubiese traído mucha ropa, además seria otra actividad para compartir; y así fue, habíamos acordado llegar antes que todos, ponernos cómodos, y luego iríamos de compras, aunque también había dicho que no podía ser mi guía de turistas en Mónaco, porque aparte del evento de su familia también venía por trabajo, que solo estaríamos máximo tres días y dos noches en Mónaco, pero prometió que volveríamos a venir, prometió una próxima vez y yo estaba encantada por eso.

En ese momento en el que sentía que conocía un poco más a Alexandré, podría hacer una corta descripción sobre su persona, porque me daba la impresión de que era un chico sensible, le gustaba hablar mucho, pareciera  inofensivo a simple vista pero también tenía esa aura característica que imponía respeto y admiración, desde mi punto de vista con mucha elegancia y educación; Hasta el momento no consideraba a Alexandré una persona compleja, más bien todo lo contrario, y me gustaba eso.

Alexandré me llevó a las mejores tiendas de monte carlo, lo podría afirmar por aquellos nombres de gran peso que gritaban calidad y lujo; fue algo extraño, porque solo había ido a comprar ropa anteriormente con mi mamá, mi tía, algunas veces con Marí, mi mamá si compraba tres blusas, un pantalón y unos nuevos zapatos, ya decía que con eso podría vestir el año entero, con Alexandré era diferente, era la primera vez que iba a comprar ropa y accesorios con un hombre, y encima, un hombre que tenía un gusto de la moda muy elevado y crítico; Alexandré escogía los vestidos, los zapatos, los accesorios, todo era muy hermoso y elegante, me daba la impresión de que quería impresionar, o hacer que yo destacara.

Me veía en el espejo, y no sentía que fuera yo, no es como si yo tuviera un estilo en particular, solo usaba la ropa que tenia, pero con este nuevo estilo me veía totalmente diferente, más sofisticada, más elegante, más atractiva, incluso podría decir que hasta me veía más alta, me gustaba lo que veía, "la mejor versión de mi" como había dicho Marí.

Alexandré era todo un caballero, en todo el rato pedía mi opinión, a pesar de que yo estaba a su total disposición ya que no sabía nada de moda, aún así me preguntada que si estaba cómoda, o si quería algo diferente, en fin, así pasamos casi tres horas eligiendo unos cuantos atuendos, para estos tres días que íbamos a pasar en Mónaco.

-Me gusta mucho tu cabello, ¿es natural? - estábamos en el ascensor, para que cada quien fuera a su respectiva habitación a arreglarse, como había dicho, Alexandré siempre tenía qué decir, en muy pocas ocasiones se quedaba callado, no me molestaba en absoluto, eso evitaba mi mayor fobia, los silencios incómodos.

- Sí, es natural, mi mamá nunca me dió permiso de pintarme el cabello. - Alexandré había hecho una mueca extraña a mi respuesta, seguro no estaba acostumbrado a que una adulta de veinte años le dijera que su mamá no le permite pintarse el cabello.

- Tu mamá debe de ser un poco inflexible.

- Es estricta, muy estricta.

- Estas en Monte Carlo ahora, puedes hacer lo que quieras.

- Podría hacer lo que quisiera, menos pintarme el cabello si quiero volver a casa.

- Entonces no deberías volver. Haz lo que te haga feliz. — había dicho con una enorme sonrisa en su rostro.

Iba a decir algo más, explicarle como eran las mamás latinas, pero decidí quedarme en silencio, ¿Acaso me estaba proponiendo no volver a mi casa y quedarme con él? Estaba loco si creía que me quedaría con un extraño.

The million dollar manWhere stories live. Discover now