Running With The Wolves (Lauren Jauregui y tú)

VII

Cumplí diecisiete y le dije adiós a mi penúltimo año de instituto. Tres meses sólidos de trabajo, manada y Brandon se extendían delante de mí.

No creía del todo que las cosas estuvieran sucediendo de la forma en la que lo hacían. Parecía demasiado bueno, demasiado parecido a un sueño.

Todo fue normal por un tiempo.

-Será bueno tenerte de nuevo aquí todo el día -declaró Dinah.

-¿Crees que deberíamos hablar sobre conseguirte algo con ruedas? Estoy segura de que Dinah podría darnos una mano -pensó mamá.

-¡Feliz cumpleaños! -exclamaron todos.

-En verdad necesito acostarme con alguien -dijo Chris.

-Eso es algo que jamás hubiera querido escuchar -respondió Taylor.

-¿Puedes llamar a la señora Epstein y decirle que su Jeep ya está listo?

-Lastimé mi maldito pulgar y hay sangre por todos lados -se lamentó Sofi.

-He superado mi fase verde. Ya era hora. Ahora pienso en Picasso y el azul. ¿Qué opinas, ___? -preguntó Clara.

-Me alegra que estés de vuelta a tiempo completo, mami. Dinah es más agradable cuando estás aquí -comentó Camila.

-¿Sabías acerca de Platón y la alegoría de las cavernas? ¿No? Está bien. Solo no creas que las sombras son todo lo que es real -me aconsejo Mike.

-Le gustas, ___, le gustas mucho. No lo lastimes porque tendré que lastimarte, o si él es el que te lastima, dímelo y patearé su trasero. No te metes con la familia -dijo Ally.

-Cada día haces que ella esté un poco mejor.___, estoy tan feliz de que te hayamos encontrado -se alegró Normani.

-¡___! ¡Ey! Tienes que venir conmigo ahora mismo. Encontré estos... son como... estos árboles y son una locura y creo que podría ser un fuerte o algo. ¡Aún no lo sé! Solo debes venir a verlos -Lauren estaba muy entusiasmada.

-Creo que deberíamos tener sexo - fue lo que Brandon soltó.

🐺

-¿Qué? -pregunté sin poder apartar la vista de él.

-Deberíamos tener sexo.

-Tu hermana me asesinará -fue lo primero que vino a mi mente.

Él puso los ojos en blanco y levantó sus pies sobre mi cama. Tenía los dedos delgados, sus pies me parecían sexy. No sé por qué, pero me fascinaba.

-Somos lo bastante mayores como para cometer nuestros propios errores.

-Eh, tenemos diecisiete. Y no creo que la mejor forma de seducirme sea llamándolo un error.

-Seducir. Oh, Jesús -rio y golpeó mi brazo.

-Entonces... -elevó una de sus cejas.

-¿Tal vez? -mis palmas estaban sudorosas y se me había secado la garganta-. Tal vez no.

-Eso es... claro, como siempre.

-No soy... buena para las cosas.

-Eso no es para nada cierto -contestó.

Y me sedujo.

🐺

Yacíamos en mi cama, sudados y saciados. Mi boca le había hecho cosas y la suya me había hecho cosas, pero no teníamos condones, así que no hicimos más que eso. No importaba porque mi mente estaba extasiada y vacía. Me recordaba al viejo televisor que mi papá tenía en la cochera: solo mostraba estática, ruido blanco. Era un televisor olvidado y roto, enterrado bajo años de recuerdos. Me reí al pensarlo, y cuando Brandon me preguntó qué era tan gracioso solo dije "nada".