XXIII

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Dinah fue quien me encontró primero.

Estaba cerca de nuestro claro, sobre mi espalda, observando las estrellas a través del dosel de árboles. Desde donde me encontraba, podía ver el suelo en donde la pira de Mike había estado. La tierra estaba chamuscada. No podía acercarme más.

Ni siquiera tuve que mirar para saber quién era. Me pregunté cuándo había comenzado a reconocer a la manada a través de las ataduras. La mayoría se encontraba cerca, pero se mantenían alejados. Sentí a todos a excepción de Lauren. Ella no estaba en los bosques.

-Cuando estuvimos fuera -dije pesadamente con mis ojos siguiendo la constelación de El perro mayor-. Cuando estabas arreglando las guardas. Ya lo sabías, ¿cierto?

-Sí -dijo tras dudarlo.

-Y te pidió que no me lo dijeras.

-Así es, pero estuve de acuerdo.

-Por supuesto que sí -solté una risotada.

Dinah suspiró. La vi por el rabillo del ojo, mientras se movía a mi derecha.

-No se equivoca, ___.

-¿Dices eso porque en verdad lo crees o porque piensas que algo podría pasarme? -Dinah permaneció en silencio y lo vi con claridad-. Puedo cuidar de mí misma.

-Lo sé.

-Eso es una mierda, Dinah.

-Lo es -se sentó a mi lado con las rodillas contra su pecho.

-Y vas a seguirle el juego.

-Alguien debe asegurarse de que no se mate a sí misma.

-Y ese alguien eres tú. Porque eres de la manada.

-Eso parece.

-¿Por elección?

-Eso creo.

-Tiene que haber otros buscándolo por su cuenta. Por quien Mike fue para ellos, no van a dejarlo pasar simplemente.

-No -Dinah coincidió conmigo-. Pero no lo buscarán para lo mismo que nosotros tampoco.

-¿Cómo? -sus tatuajes brillaron, aparté mi vista de ellos-. Quieres decir matar.

Suspiró.

-¿Te parece bien?

-Nada de todo esto está bien, ___. Pero Lauren tiene razón. No podemos dejar que esto le vuelva a suceder a nadie más. Simon quería a Mike, pero, ¿cuánto más tardará hasta que vaya tras otra manada para convertirse en un Alfa? ¿Cuánto más antes de que reúna a otros seguidores, más grandes que los que logró reunir en el pasado? Estamos perdiéndole el rastro. Tenemos que terminar con esto mientras podamos, por todos. Esto es venganza, simple y pura, pero viene del lugar correcto.

-Realmente lo crees.

-Tal vez. Lauren lo cree y eso es suficiente para mí.

Nos quedamos en silencio por un rato, cada una perdida en sus propios pensamientos.

-La traeré de regreso, ___.

Me dolía todo.

-¿Puedes confiar en que lo haré?

No quería, pero si existía alguien a quien podía confiarle aquello, esa era Dinah. Se lo dije.

-Bien -concluyó mientras estiraba su pierna para darme un golpecito en mi cadera con su bota.

-Debes hablar con ella -dije-. Antes de que se vayan.

-¿Con Lauren? -preguntó confundida.

-Con Normani.

Running With The Wolves (Lauren Jauregui y tú)Where stories live. Discover now