XXXVI

143 13 0
                                    

-Hola, ___ -dijo la bestia.

Mi mano se aferró al teléfono.

Intenté mantener mi corazón en calma. Los lobos estaban en el bosque, corriendo bajo el sol de la tarde. Habíamos tenido luna llena seis días antes y estaban trabajando con el exceso de energía que todavía corría dentro de ellos. Los humanos estaban tendidos a mí alrededor. Dinah estaba más alejada, sentada con las piernas cruzadas y los ojos cerrados mientras daba bocanadas profundas y lentas, sus dedos se curvaban entre la hierba.

Era un día tranquilo. Iríamos a casa pronto para comenzar los preparativos de la cena. Era domingo, era tradición. Clara había encontrado una nueva receta para el pastel de carne que quería intentar. Yo haría una ensalada de pepinos.

-Hola -dije.

-Puedo oírlos -Simon Cowell se rio por lo bajo-. La forma en la que respiran a tu alrededor. Los lobos están... lejos, pero si hago un esfuerzo, si escucho con más fuerza, estoy seguro de que oigo a Taylor y Chris, Normani, Clara y al nuevo. Robbie ¿cierto? Tu nueva perra Beta. Y Lauren, por supuesto, la hija prodiga que regresó a casa, a la tierra de su padre, la princesa en el reino del rey caído. Dime, ______, ¿no quema saber que puse mis manos en ella primero? ¿No se te revuelve el estómago al saber que mis dedos recorrieron su piel antes de que tú pudieras hacerlo?

-Tal vez -respondí-, pero nunca más.

-Oh, ___. Dime que realmente no crees eso. Escucha, ¿estas escuchándome?

-Sí.

-Quiero que la dejes, ahora. Tenemos mucho de qué hablar, tú y yo.

-___.

Levanté la cabeza con brusquedad. Camila estaba mirándome

-¿Todo en orden? -preguntó.

-Tengo que atender esta llamada -asentí con una sonrisa apretada.

Intenté que nada escapara de las ataduras. Había aprendido que los Alfas podían apagar hasta la más pesada de sus emociones así no las cargaba en sus Betas, su manada.

Pensé: "mi madre era una mujer maravillosa"
Pensé: "era grandiosa y muy amable"
Pensé: "amo a mi familia"
Pensé: "Lauren regresó a casa, está aquí y aquí se quedará"
Pensé: "no permitiré que nadie le haga daño porque es mi manada, amor, hogar."

El latido de mi corazón se tranquilizó. La parte trasera de mi cuello estaba mojada con sudor.
Sentía la piel tensa. Pero mis latidos aún seguían bajos. Camila ladeó la cabeza en mi dirección y Brandon me observó con el ceño fruncido.

-Enseguida vuelvo, ¿sí? -avisé. Incluso sonreí, una cosa falsa y terriblemente amplia. Asintieron.

Me puse de pie, con el teléfono sobre mi oreja mientras me alejaba de todos ellos. En dirección opuesta a todos los lobos. Podía escuchar cada respiración que él tomaba. El rasguño de su lengua contra sus dientes. Pensé en cosas tranquilizadoras como el sabor de la ensalada de pepinos, crujiente y dulce, como la tradición. Me corría sudor por la espalda y la luz del sol ardía entre los árboles, me pareció que todos los pájaros se habían callado, que todo el bosque estaba en silencio, pero era solo la sangre que corría por mis oídos. Me sentía como si hubiera caminado durante días entre los árboles.

Fueron solo unos minutos.

-Estoy sola y alejada -dije.

-¿De veras? -preguntó-. Seré honesto, esperaba un poco más de resistencia de tu parte.

-Podría estar mintiendo.

-Podrías -dijo-. Pero no mientes. Tu corazón está notablemente calmado. De hecho, el control que pareces estar exhibiendo es extraordinario, ¿cómo logras hacer lo que haces?

Running With The Wolves (Lauren Jauregui y tú)Where stories live. Discover now