𝗔𝗳𝘁𝗲𝗿𝗴𝗹𝗼𝘄 | 𝑱𝒐𝒆 𝑩𝒖𝒓𝒓𝒐𝒘.

Capítulo 17.

Un mes después.

Un mes con Joe, hoy era nuestro primer aniversario. Y eso me mantenía tan emocionada, aún que si soy sincera los últimos días siquiera podía verle la cara.
Y no por los entrenamientos, ya qué Zac me permitía poder verlos entrenar y estar con ellos.

Si no por Coco.. su mejor amiga. Ligero contexto, ella y Joe se conocían desde hace 3 años, y al parecer eran muy unidos. Pero yo me sentía ignorada cuando estaban juntos. Era como si ellos fueran los novios y no yo.

Me sentía tan sola, que prefería pasar tiempo con Tee y Ja'marr cuando tenía que verlos entrenar.
Con Charles y Charlotte habíamos quedado en una videollamada de los tres, no había mejores consejeros que ellos.

– ¿Y hablaste con él?

Dijo Charles.

– No, me verá como loca.

– All, deberías hacerlo. No es justo que te esté haciendo esto.

Interrumpió Charlotte, y tenía razón, las inseguridades se me estaban creando y no paraba de pensar en lo difícil que sería hablarlo después.

– ¿Qué tal si la quiere más que a mí?

– Pues entonces es un tonto.

Charles era mi mejor amigo, y me cuidaba de todo. Charlotte no me llevaba muy bien con ella, pero si una tenía un problema entonces la otra le ayudaba sin importar el qué.

– ¿Saben qué? Lo haré hoy. Gracias chicos.

Me despedí de ellos y subí para arreglarme, hoy tenían entrenamiento así que lo haría cuando terminarán. Abrí Instagram y me llevé la peor desilución.

"Ella se queja pero siempre viene a verme.
Te adoro estúpida."

Decía la historia de Joe con una foto de ambos, muy abrazados. Auch.. ¿así que su novia no contaba?
Bien, entendía que todos teníamos mejores amigos, pero la forma en que ella le trataba y él se lo permitía, me hacía sentir tan mal.

No preste más atención a eso y preferí por terminar de arreglarme, encamino a este compré unas flores y también había arreglado una canasta para poder tener un picnic lindo por nuestro primer mes. Cuando lo hice me dirigí al estadio donde tendrían su entrenamiento al aire libre. Estaba emocionada por llegar de sorpresa. Hasta que me encontré a Sam hablando a susurros con Tee. Eso era raro.

– ¡Hola, chicos! ¿Dónde está Joe?

Sam pego un brinco.

– Ally, ¿quieres venir a desayunar? Escuché que hay una cafetería cerca.

Dijo Tee acercándose a mi intentando alejarme de la entrada, me reí y también me negué a caminar, fui hacia delante para poder buscar a mi novio. Hasta qué..

– ¿Joe?

Ambos se asustaron, estaban muy risueños y hablando cómo si no se qué. Dios, ¿por qué siempre pienso mal?

– Allison, no sabía que venías.

Se giraron para verme, el nunca me llamaba por mi nombre. Su mejor amiga al verme rodeo los ojos.

– Te avisé por mensaje de texto, pero ya ví por qué no me respondiste.

– Perdón, no me avisó de nada mi teléfono.

– Me di cuenta, interrumpí algo lindo.

Sam se acercó a nosotros para tomarme la canasta y alejarse. Le agradecí en voz baja.

– Lo hiciste, linda.

Dijo de repente Coco, dios, maldita zorra.

– ¿Perdón? Soy su novia.

– ¿No habían terminado ya?

– Es increíble.

Bufé.

– Él no me había contado de ti, así que asumí que no eran nada.

Eso me rompió el corazón, era su novia, me esperaba mínimo una presentación linda.

– ¿Así que no te contó de mi?

Miré furiosa a Joe.

– Perdón, no me dió tiempo de hacerlo.

Titubeó, extendió sus manos intentando tomar las mías, su amiga solo se rió y intento parar la acción de Joe.

– Quédate con tú palmera, Joe.

Le lance las flores a la cara y simplemente me fui, no podía creer que después de todo lo pasado entre ambos me había hecho esto. ¿Me lo merecía? Probablemente no, sabía en el fondo que no me merecía esto.
Todos los chicos vieron como había terminado todo, y estoy segura que algunos pudieron haber grabado la situación.

Estaba llena de furia y con mi corazón destrozado, otra cosa que amaba echada a perder. Joe salió detrás de mi, para detenerme. Ahora estábamos en la entrada del estadio.

– ¿La prefieres a ella? Está bien, no me interpondré.

– Allison, tú la conoces, sabes quién es ella. No sé por qué te pones así.

– No Burrow, no la conozco, no sé quién es y tengo razón en estar así. ¡Ni siquiera le contaste de mi!

– Puedes pensar lo que quieras, estás situaciones me desgastan.

Golpe bajo..

– Bien, Joe. Si te desgasta, se termina aquí. No voy a aguantar tus malos tratos.

Me di la vuelta y me fui, no quería estar un segundo más teniendo a ese idiota frente a mí. Llame de inmedisto a Carlos, quería su consuelo, quería irme de Cincinnati, no aguantaba más.

– ¿Carlos?

– ¿Que paso, hermanita?

Contesto con voz ronca.

– Ayúdame, quiero irme de Cincinnati.

– ¿Estás bien? Me estás asustando Ally.

– Joe.. terminé con él. Acabo.