𝗔𝗳𝘁𝗲𝗿𝗴𝗹𝗼𝘄 | 𝑱𝒐𝒆 𝑩𝒖𝒓𝒓𝒐𝒘.

Capítulo 42.

Intenté salir de la casa para detener a mis padres, pero Joe me lo impidió. No sabía lo cruel que se podía ser con alguien de la misma sangre, tampoco sabía lo mucho que esto podría haber destruido a la familia. Tal vez mi papá tenía razón en que estaba mal por haber vuelto con Joe aún sabiendo todo lo que me ocasiono, pero yo lo amo y no es cualquier amor. Es el amor de mi vida, mi luz y el papá de mis hijos. 

Volvimos al comedor y aún que Robin y Jimmy los papás de Joe, e Isa intentaron hacer que el mal rato pasará, nadie ni nada podía borrar ese dolor tan significante para mí, tener que decidir si perder a mi familia o perder la que apenas formaría con Joe.. 

- ¿Todo bien, ya?

Dijo Joe interrumpiendo mis pensamientos, estaba tan mal aún por todo lo que apenas y había pasado. Parecían minutos pero sólo eran horas, Joe me tenía abrazada tratando de calmarme y hacerme reír. Le preocupaba que el estrés pudiera hacerle algo al bebé, a mi también me causaba mucho temor, pero no salía de mi cabeza las palabras de mi papá molesto por el simple hecho de haber vuelto con Joe por nuestro hijo y el amor que nos teníamos. 

..

La noche gracias al cielo termino, los papás de Joe se quedarían en la habitación de huéspedes y sus hermanos en la sala, quise que Isa se sintiera cómoda, así que le ofrecimos una habitación para ella pero la rechazó. Por lo cual optamos por prestarle las llaves de la casa de cuando trabajaba para Cincinnati, ella gustosa y con un poco de pena las tomo. Al principio no había dado esa opción ya que no sabía que aún seguía siendo mía, resulto que mientras estuve lejos Joe fue quién estuvo encargado de cuidar y pagar parte de la casa. Todo por la ilusión de qué volvería.

Mañana despertaríamos todos para abrir los regalos y aún que no me daba emoción hacerlo, tenía que poner de mi parte para no arruinarle la navidad a Joe, sumando que esta era la primera que pasaría siendo papá.

Dormí un poco más temprano que todos, Joe me acompaño hasta la recámara para poder acurrucarse conmigo y susurrarme cosas bonitas para poder dormir tranquila. Me contó sobre los capítulos de Bob Esponja y de sus películas navideñas favoritas. Él estaba haciendo su esfuerzo para ponerme feliz, levantarme el ánimo y poder hacer mi noche un poco mejor. 

Era lo más preciado que tenía junto con nuestro hijo y sin duda estaba tan feliz de poder tenerlo cerca conmigo.

Desperté última, cuando bajé a la sala aún estaban todos con pijama esperando para abrir sus cosas, Joe estaba sentado en la orilla del sofá y me esperaba con una taza de chocolate.

- Busqué en internet y resulta que a las embarazadas les encanta el chocolate caliente. Así que se me ocurrió prepararte uno para ti, quiero que tú y mini Burrow estén felices y bien comidos. No acepto un no por respuesta.

Se puso de pie acercándose a mí a paso rápido, en la sala todos rieron con ternura al ver como se preocupaba por su hijo y obviamente por mi. Tomé la taza con cuidado y camine al lado de Joe para ir al sofá.

Todos siguieron abriendo sus regalos y yo me quedaba a ver, me generaba nostalgia el hecho de que estaría compartiendo con mis papás si no se hubieran molestado conmigo. Recordé como solíamos pasar las fiestas, como Carlos y yo jugábamos hasta quedarnos dormidos con los juguetes nuevos por parte de "Santa Claus"

- Este.. es tuyo, All.

Dijo Robin tomando una pequeña caja de debajo del árbol. 

"De Joe, para Allison."

Decía la nota que se abría al tomar la caja, con cuidado fui desenvolviendo quitando el papel. La curiosidad comenzó a atacarme y no paraba de preguntarme sí eran aretes, algunas llaves de una nueva casa para los tres, o algo lindo para mi y su hijo. 

- ¿Y? ¿Que es?

Abrí con lentitud la caja, al ver un precioso anillo con diamantes pequeños y un corazón en medio, el mío se paro. Pude sentir como si la sangre recorriera todo mi cuerpo y como la caja temblaba por mis manos. Giré para ver a algún lado liberando de la tensión de todos en la sala, cuando lo hice lo único que vi a mi lado fue a Joe.. sus ojos azules y su sonrisa de niño pequeño. 

- Así qué... Allison Sainz, ¿quieres casarte conmigo? 

No supe que responder, parecía que mis palabras no podían ser expresadas. La frase de mi padre retumbaba en mi cabeza y sentía la presión de rechazar, para hacer sentir orgulloso a mi papá. ¿Qué debía hacer? Todo era difícil de pensar ahora..