El reencuentro

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Llegué a las 8:35 a él aeropuerto, estuve 10 minutos más ahí por el transcurso retardado de las maletas, cuando salí de pronto ví una linda cabellera castaña, era mamá, me estaba esperando y cuando la vi sentí como se me revolvió el estómago y sentí muchas cosas en el, me quedé estática, parada y no di un paso más, realmente la adoraba y volver a tenerla a 1 metro de mi después de tanto tiempo me hacía muy feliz.

De pronto ella solo troto hacia mi y me abrazo, fue un abrazo tan sincero y cálido, que creo que la única vez que recibí uno así fue hace 11 años, cuando deje a mí casi hermano, no de sangre, pero si de vida, mi mejor amigo desde que teniamos uso de razón, me lo dio cuando nos despedimos antes de mudarme a Miami, llorabamos y jurabamos volver a buscarnos algún día. Y volviendo a la realidad, ahí estaba, el reencuentro de madre e hija, no sabía lo mucho que necesitaba ese abrazo hasta que lo recibí, no dijimos nada, solo nos abrazamos muy fuerte mientras las dos apenas empezábamos a llorar, hasta que de la nada salió un "Te extrañe mucho, te amo Bella" "Te amo mucho más mamá".

El camino fue algo tranquilo y acogedor, tener platicas con mamá y ponernos al día con nuestra vida era algo asombroso, no fue para nada incómodo y mucho menos porque mamá ponía canciones que nos gustaban a las dos mientras platicábamos y me contaba cada detalle de lo que había sido su vida.

Arabella: ¿Y que tal Estefanía?, ¿Sabe que llegaré hoy?.

Olivia: Claro, pero lo que no sabe es que vayas tu a recogerla.

Arabella: A recogerla, ¿Ah dónde?.

Olivia: Ah dónde estudia cariño, ¿No es obvio?.

Arabella: Oh no mamá realmente no estoy preparada para ir y ver gente, realmente no, aparte ni siquiera recuerdo dónde es, y mucho menos tengo un auto.

Olivia: Por favor Bell, se que lo recuerdas muy bien y es un pretexto para no ir, y por el carro no te preocupes está el mío en el que puedes ir cómodamente, y también está el de Elmer, y si no te gusta ninguno, para eso te tengo una sorpresa.
Lo dijo burlona, sinceramente me impacientaba recibir obsequios de los que no tenía ni idea y este era uno de ellos.

Arabella: ¿Sorpresas? Mamá sabes que no adoro las sorpresas, no podrías decirme que es? Falta para llegar a Hawkins y la duda me matara.

Olivia: No seas exagerada hija, se paciente siempre quise que fueras paciente pero creo que es algo que te heredó tu padre, es algo que nunca pudo controlar, la paciencia, de igual modo te gustará creeme, ¿Sabes conducir, no?.

Arabella: Claro, me enseñó la novia de papá, papá no tenía mucho tiempo para hacerlo, oh espera, es lo que creo que es?.

Olivia: Ya lo verás Bella, solo espera un poco más.
Y después de eso le subió a la música y comenzamos a cantar, reír y bailar todo lo que restaba del trayecto.

Dormí un poco durante el trayecto, ya que honestamente venía un poco agotada y no sabía de que, si en el avión había echo exactamente lo mismo, la diferencia es que aquí no había niños llorando y haciendo demasiado ruido.
Cuando desperté logre ver un gran letrero que nos daba la bienvenida a Hawkins lo cual me hizo sentir mariposas en el estómago, no sabía que era lo primero que haría al llegar, ni como reaccionar, nada, absolutamente nada, solo tenía una cosa en mente Estefanía y Dryan, Kayd para mí, era su segundo nombre y no le gustaba que nadie más lo llamara así, era entonces algo especial para nosotros, Kayd, mi hermano, por si no recuerdan de quién hablo, hablo del chico del que me despedí al irme, mi mejor amigo hasta los 6 años de edad, lo apreciaba mucho y dudaba que me reconociera o que supiera que estaba aquí, y que me quedaría por mucho tiempo.

Mamá me indico todo el tiempo el camino a casa, y dimos una pequeña vuelta por el pueblo para memorizarlo todo, créanme que me sirvió, había muchas cosas que al irme no había lo cual pudo haber sido complicado, me llevo a su tienda, solo por fuera no teníamos tiempo para verla por dentro y darme un recorrido decente, aunque después lo haría, tenía que conocer mi casa, mi habitación, desempacar, desayunar, ver mi sorpresa e ir por mi hermana a la secundaria, sería mi primer día aquí y todavía sigo demasiado emocionada y nerviosa, cuando dimos el recorrido no ví caras conocidas, pero supongo que es cuestión de tiempo, iré por mi hermana y ahí sentiré mi verdadero miedo, volver a socializar.

Cuando llegamos a la entrada de la casa abrí los ojos como platos, de verdad no pensaba que tendría una casa tan amplia como esa, la única casa que había visitado demasiado amplia era la de mi ex mejor amiga, Nancy, Nancy Wheleer.
Desde la entrada te podías dar cuenta de que por dentro sería mucho más linda, por fuera estaba el carro de Elmer que hacía claro que había llegado hace poco, no estaba estacionado muy bien que digamos, y dentro había algo que estaba tapado como con una maya, no sabía que era, sospechaba que era la "sorpresa" de mamá, todos sabemos que hablaba de un automóvil.
Mamá estaciono el coche correctamente y luego bajamos, baje mis maletas, mamá me ayudó con la mochila que tenía, y cuando entramos lo confirme, era una casa muy linda, y olía realmente muy bien, a productos de limpieza y a un aroma de frescura, la sala de estar ya no era para nada lo que yo recordaba, de echo nada de la casa, o al menos una pequeña pared en la que tenía colgadas muchas fotos mías y de mi pequeña hermana, eso sí que estaba así desde el día en el que me fui, pero en lugar de mi hermana era solo yo, de todas formas creo que me gusta más estar acompañada.

Hearts of twoWhere stories live. Discover now