With eyes closed.

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Estaba profundamente dormida, cuando comencé a sentir cosquillas por toda la cara, y al abrir los ojos, era Carnitas que seguramente estaba ansioso por salir a disfrutar del verano, así que con pereza me levante de mi cómoda cama y camine hasta la ventana para poder abrirla.

Arabella: Vamos anda, sé que mueres por salir.

Carnitas solo me miro con sus lindos ojos y salió de un brinco hacia afuera, y ahí me quede por varios segundos, mirando la gran área verde que teníamos y aquellos pájaros que volaban por el cielo tan libremente, cuando de pronto, un silbido me distrajo.

Jone: ¡Arabella! 

En cuanto voltee pude ver como Jone y su... ¿Familia? Sacaban unas cosas de un camión de mudanzas para meterlo a una casa que quedaba justo enfrente de mi ventana, y con una sonrisa levante mi mano en forma de saludo, el hizo lo mismo y nos quedamos quietos por unos segundos, hasta que llego un chico a su lado y lo distrajo.

Fue entonces cuando rápidamente decidí meterme a mi habitación, no se si por incomodidad, por nervios o por pena de que el otro chico me viera, igual creo que fue un conjunto de todas.

Me puse mis sandalias preferidas y decidí salir, esperando amablemente no encontrarme con mi madre...

Sali de mi habitación y cerré la puerta detrás, para después bajar por las escaleras y prepararme algo de comer ya que la panza comenzaba a rugirme, pero para mi gran sorpresa Elmer estaba en la cocina preparando el desayuno, así que decidida fui a molestarlo.

Arabella: ¡Buen día!

Después de decir eso me acerque a él y le deje un beso en la mejilla, para después servirme un vaso de agua con algo de hielos.

Elmer: Veo que amaneces feliz, y eso me gusta Zule.

Deje salir una sonrisa, poniéndome a un lado de él, viendo como preparaba cada cosa para el desayuno.

Arabella: ¿Como no estarlo? Preparas el desayuno, y sin duda eso es nuevo.

Elmer: ¿Y de verdad es por eso que estas feliz, o por qué lo preparare por ti?

Arabella: Realmente las dos cosas, y también...

Elmer: ¿Hay algo más?

Arabella: Mi padre, podre ir a verlo y con él, podre ver de nuevo el mar.

Realmente me hacía feliz la idea de ir a Miami, ver a mi padre, a mis amigos, a Carol... Que siempre seria para mí una gran figura materna, así que en mí se dibujó una gran sonrisa de solo imaginarlos.

Elmer: Bella...

Su semblante hizo que dejara atrás esas ilusiones, ya que me sabía lo que diría.

Elmer: Tu madre dijo que no estaba dispuesta a que fueras a Miami.

Esa sonrisa que permaneció en mi rostro desapareció de un momento a otro, haciendo que en mi creciera un fuego que no podía calmar.

Arabella: ¿Eso te dijo?

Mi ceño se frunció y en mí había muchas preguntas:

¿Para qué me quería aquí si ni siquiera me da cariño?

¿Por qué hace esto cuando sabe que mi padre está enfermo?

¿Por qué, por qué, por qué...?

Elmer: Si, pero no te preocupes Zule

Después de decir eso, tomo mi mano y la apretó con la otra.

Hearts of twoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant