Kitty cat.

38 3 0
                                    

En cuanto me percate de la irregularidad del bulto que estorbaba en los escalones, miré por todas partes para después bajar despacio del auto.

Arabella: Quédate aquí, ¿Quieres?

En cuanto puse un pie fuera del auto, unos escalofríos horribles recorrieron todo mi cuerpo llegando a parar en la nuca, haciendo que me rozará con la mano para tratar de calmarlos.

Poco a poco me fui percatando que se trataba de algo grande y... ¿Peludo?, Hasta que estuve lo suficientemente cerca para tomar la nota que posaba encima del bulto.

"Dear bitch, have a happy summer.
Sincerely, your secret admirer."

Y el final, escrito con sangre, lo cual me hizo sentir que lo peor estaba por venir.

Con las manos temblorosas, me acerque y quite la sábana, lo que no sabía, es que ni mi corazón, ni mi mente estaban preparadas para lo que verían.

Mi gato, mi hermoso gato negro era ese bulto, y lo que más me dolió fue ver cómo aún tenía sus lindos ojos abiertos, no pude contenerme y las lágrimas comenzaron a salir una tras otra, mientras mis rodillas se doblaban y caían parejas al suelo junto con un grito totalmente ahogado, y luego, acompañado de uno que provocó que las lámparas que alumbraban fuera, se iluminaron tanto al extremo de encandilarme, para después romperse en miles de trocitos.

Poco después llegó Fany a mi lado, horrorizada por los estruendos de las lámparas que habían colapsado y por verme destrozada al lado de mi mascota, que aunque no compartio conmigo toda mi vida, estuve hasta el final de la suya.

Y también algunos vecinos salieron a asomarse para ver de dónde venían sollozos y lamentos, pero lo que no me esperaba era ver a Jone cruzando la calle corriendo en pijama, en cuanto se percató que se trataba de mí.

Elmer también salió de casa, intentando calmarme para poder entrar, y como era de esperarse, todo mundo se pudo haber "preocupado" por mi, pero la presencia de mi madre nunca llegó.

Jone me sujetaba en el suelo, mientras me acariciaba el cabello y yo lloraba en su pecho desconsoladamente, Elmer tomaba mi mano junto la de Fany, hasta que deje de escucharlos y solo me escuchaba a mí, y en mi mente comenzo a correr una especie de "cortometraje" de mi vida, en dónde pude ver cómo siempre perdía lo que amaba o anhelaba, amigos, "novios", pretendientes, mi hermano, mascotas, Carnitas, el amor de mi madre, Billy...

Y fue cuando me di cuenta que mi vida tal vez siempre sería igual, y no había nada que pudiera hacer contra eso...

Después de desahogarme por horas, decidí entrar a la sala, y ahí estaba, con un té para calmarme en mis manos, con Jone y Fany a mi lado, mientras Elmer me preparaba algo para comer, porque aunque le dije que no tenía hambre, el me improloro tanto que fue imposible decirle que no.

Jone: ¿Mejor?

Apreté mis labios, y después solo asentí.

Jone: Comprendo tu dolor, es un duelo el que tienes que vivir, pero no todo es para siempre Hollyen, y ahora más que nunca cuentas con mi apoyo.

Su mano se posó en mi hombro, y yo solo pude darle una sonrisa no muy grata, hasta que Elmer volvió con una deliciosa pasta, el sabía que eran mi debilidad y que no podía resistirme a eso.

Elmer: ¿Quieres que te ayude a enterrarlo?

Arabella: No.

Respondí rápida y fríamente.

Arabella: Quisiera... Quisiera cremarlo y seguir teniendolo aunque sea en una caja.

Algo en mi corazón volvió a quebrarse al escuchar lo que acababa salir de mis labios, y quise volver a llorar, pero Elmer me levantó del mentón y me hizo mirarlo.

Hearts of twoWhere stories live. Discover now