I have it.

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Narra Billy Hargrove.

Cuando estaba a punto de salir de casa decidí preguntarle a Max, ¿Cómo eran las margaritas? Así que fui a su habitación y toqué, cómo nunca lo había hecho.

Max me abrió y me miró confusa y hasta frunció un poco el ceño.

Max: ¿Qué pasá?

Billy: ¿Cómo son las margaritas?

Max: Ve descúbrelo tú mismo, a la vuelta de aquí, una señora tiene muchas plantadas.

Max cerro la puerta sin haberme ayudado en absoluto, así que salí precavido para ver cómo eran, salí a la calle y comencé a caminar normal, hasta que las vi, me acerque a ellas y las ví, realmente eran bonitas, esas flores gritaban el nombre de Bella, definitivamente tendría que robarme unas cuantas.

No lo hago por tacaño, pero pensé que tal vez podría hacerle su propio ramo, no tenía idea de cómo lo haría, pero comencé a cortar las más lindas para ella.

Cuando tenía las suficientes, me fui discretamente a mi auto, después me subí y puse las flores en el asiento del copiloto, después fui a una tienda de regalos para comprar un papel y poder envolverlas.

Cuando estaba hecho le pagué, pero antes de irme, una linda caja de chocolates me llamo la atención.

Billy: Disculpe, ¿Cree que podría mostrarme esos chocolates?

Señora: Claro muchacho, ven aquí, son unos ricos chocolates con relleno de cereza, pero también tengo con relleno de fresa y frutos rojos, escoge con sabiduría, los tres son muy sabrosos.

La señora había puesto las 3 cajas a mi disposición, yo no sabía cuál escoger, no sabía ni siquiera si a Bella le gustaba el chocolate, pero una voz en mi mente me dijo que escogiera los de cereza, solo obedecí y los pagué.

Cuando salí de la tienda solo los veía fijamente, ¿Serían los correctos? No lo sabía, solo esperaba que lo fueran.

Pero para mi mala suerte me crucé con gente que no quería ver este día, ¿Qué mierda hacen aquí? Intenté subirme a mi auto y pasar desapercibido, pero fui inútil, y todo por la pesada de Tina.

Tina: Miren quien está ahí.

Vinieron hasta mí todos juntos, Tina, Carol, una chica que no conocía en absoluto, Gary y Tommy.

Carol: Pero mira, ¿Y eso para quién es? ¿Para Tina?

Gary: No lo creo, ¿Oh sí Billy?

Tina: ¿Es para mí?

Trato de tomar los chocolates y me hice para atrás.

Billy: No, no es para ti.

Gary: Era obvio Tina, es para la princesita de Bella, ¿Oh no?

Tommy: ¿Eso es así amigo? Scott te dió algo que te volvió loco de verdad, o al menos para que aún la busques y le regales ramos y chocolates.

La chica que no conocía de nada comenzó a hablar.

Nora: ¿Hablamos de Arabella Scott?

Todos le prestamos atención, ¿Cómo sabía de ella?

Tina: Nora, ¿La conoces?

Nora: Mi hermano se muere por esa chica desde que la vio en unas malteadas.

Tommy: ¿Jacob? Vaya hermano, tienes competencia.

Billy: Tengo que irme.

Abrí la puerta de mi coche y al tratar de subirme Tina me habló.

Tina: Billy, ¿De verdad son para Bella?

Billy: Sí, son para ella.

Me subí y me fuí sin más, yo solía ser muy sincero.

Conduje hasta la casa de Bella y al llegar, baje la velocidad para que no se percatara que era yo.

Me estacione sin tanto escándalo, tome los chocolates y el ramo, para después bajar.

Camine hasta su puerta y toqué, cuando al fin abrió se me iluminó la cara de solo verla.

Hablamos y reíamos hasta que llegó el punto en el que me abrazó, no puedo describir ese abrazo, no eran hipócritas como los de mi padre, su abrazo era tan cálido, tan sereno, tan real.

Y lo mejor de todo era que los chocolates habían sido los correctos, de hecho, los favoritos de Bella.

Después entre a su casa y llegó lo importante, a lo que realmente había venido, invitarla a salir y también tal vez tener la oportunidad de buscar ese libro.

La oportunidad perfecta había salido a la luz, Bella tendría que cambiarse, y lo mejor de todo era que me había dejado esperarla en su habitación, en cuanto entre a ella comencé a localizar el libro, o en el lugar donde podría estar, y al fin, lo encontré.

Su mochila y ese estante en dónde tenía todos sus libros y cuadernos de la escuela.

Arabella: No tardó.

Después de eso se metió al baño y me fijé que no hubiera dejado la puerta entre abierta, al estar seguro me levanté sigilosamente de la cama y fui primero por su mochila.

¿Qué dirían de mi mis amigos de California? Estando loco por buscar el regalo perfecto para una chica, o regalando flores y joterias cómo esas, tal vez se burlarían de mi, pero vaya mierda me importaba eso en este momento.

Vacíe su mochila poco a poco, pero no encontraba el libro que Max habia descrito, hasta que agite la mochila y el maldito libro cayó en la cama, pero al revotar, cayó en el piso haciendo ruido.

Yo solo recé para que Bella no hubiera escuchado, me quedé algo quieto para ver si no salía, pero al ver que no, lo tome y comencé a verlo.

En ese libro había flores, mariposas, lunas, estrellas, perros, y un niño con el nombre que tenía tatuado, supuse que era su hermano que había fallecido, hasta que ví algo que me llamo la atención.

Era una página en dónde Bella me había dibujado, o al menos creía que era yo, mi pelo, mi nariz, mi boca, mis facciones, era yo, y debajo del retrato había una pequeña frase.

"Te veo con los ojos que jamás vas a amar"
Atte: H.S.

¿Ah qué se refería? ¿Ah qué jamás la amaría? ¿Qué jamás amaría sus ojos? ¿O ella los míos? Dios, no entendía una mierda, mi mente se había bloqueado.

Tenía que guardar todo antes de que Bella pudiera verlo, comencé a guardar sus libros y puse su mochila en dónde la encontré.

Después me senté en la cama, justamente dónde Bella me había dejado, y me puse a pensar mucho más en eso, ¿Por qué me había retratado?

No había nada malo en que Bella me tuviera en su libro, dibujado, casi igual que yo, como si me hubiera metido en ese libro, la verdad el dibujo se le daba muy bien, pero lo que me preocupaba y me había dejado sin palabras era esa frase tan confusa o que al menos para mí lo era.

Tal vez para una persona que no fuera yo, la entendería al compás, pero para mí no era fácil, podría significar mil cosas, ¿Me amaba y no lo decía? ¿Jamás me amaría? ¿Jamás se fijaría en mí? ¿O yo en ella? Mi mente estaba revuelta.

Hasta que deje de pensar en eso cuando Bella salió del baño, una mujer hermosamente bien hecha, pero al mismo tiempo interesante.

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