Como el aire... PRAPAIxSKY [KINNPORSCHE LITA] TERMINADA

No Espero Nada

PRAPAI POV

Era la primera vez en mucho tiempo que estábamos reunidos todos debido al trabajo. Incluso el tío Macau había vuelto del extranjero, lo que hacía que mi tío Tankhun se portara como un gato rabioso. Hasta tío Chay estaba en la reunión, a pesar de que él y tío Kim no se hablaban desde hacía años. Tío Vegas y tío Pete también estaban, venían con Venice. Nunca en mi vida habíamos enfrentado una amenaza como la que ahora enfrentábamos en la casa, al menos yo no.

Quizá todo fuera más sencillo si supiéramos quién nos atacaba. No sabíamos nada de nuestro enemigo. Teníamos dudas de casi todos, pero no teníamos la certeza de ninguno. Hasta Venice, que nunca había querido meterse en el negocio, no tuvo otra alternativa que venir a ayudar. Tío Vegas no dejaba de decir que su hijo iba a solucionar todo. Y mi papá le respondía que era yo quien iba a solucionar todo. Estaban en una pelea estúpida entre ellos mientras Venice y yo girábamos los ojos.

— ¿Podemos comenzar realmente con lo importante? — preguntó Pa Porsche.

Aunque técnicamente papá Porsche era el líder de la segunda familia, era Venice quien iba a heredar ese título. Yo iba a heredar el de líder de la primera familia. Mis otros tíos se repartían entre la primera y la segunda. Tíos Vegas, Pete y Macau estaban con papá Porsche. Y él tío Kim estaba con papá Kinn. Tío Chay iba y venía. Tankhun... era... Tankhun.

— Pai, ¿qué pasó ayer? — preguntó papá Kinn.

— Venice y yo veníamos desde la frontera con Namtan, Hom, P'Saifah, P'Arm, P'June. La entrega de la mercancía fue muy cordial. El señor Byelii no se comportó fuera de lo normal. Después de entregarnos la mercancía comenzamos a manejar. Nos íbamos turnando en la noche. En algún momento P'Saifah se dio cuenta de que nos estaban persiguiendo. Ya estábamos cerca de Bangkok, íbamos directamente hacía la bodega. Llamamos al tío Kim. Cuando entramos al área industrial otro auto nos interceptó y nos detuvimos. Yo... fue mi culpa — susurré.

— ¿Por qué fue tu culpa? — preguntó tío Tankhun.

— Me dejé atrapar y ninguno de los guardaespaldas pudo disparar. Menos mal llegó tío Kim. Si no, me habrían secuestrado y se habrían llevado la mercancía.

— ¿Sabemos algo de las personas que atacaron? — preguntó papá Kinn.

— Mis hombres ya reconocieron a dos de los muertos y uno de los que se escapó — dijo tío Kim.

En ese instante le dio la señal a su guardia de confianza. Todos los guardias de tío Kim eran iguales, personas sin expresiones faciales, tan obedientes como robots. Todos recibimos una carpeta con las identidades de los atacantes. Los muertos no tenían ninguna conexión entre ellos, parecían ladrones de poca monta sacados de la calle. El que estaba vivo era un hombre de 27 años, guapo, vivía cerca de mi Penthouse.

— El que quedó vivo se llama Gun. No había nada extraño en él. Ha sido un cliente frecuente de algunos de nuestros casinos durante años, cuatro o cinco años, en general se quedaba entre dos o tres horas hasta que encontraba a un chico o una chica y se iba. Sus patrones de apuesta eran normales, hasta que comenzó a perder mucho dinero hace unos once meses, hacía apuestas mucho más arriesgadas. Dejó de ir a los casinos y volvió hace siete meses. Hace unas semanas comenzó a hacer apuestas fuertes y entró en la zona VIP. Creo que alguien lo patrocinaba para que él pudiera entrar a la zona VIP y recolectar información sobre la familia. No hay forma de que un pobretón como él vuelva de la bancarrota en un par de meses, con un apartamento en esa zona y tanto dinero como para ser cliente VIP.

— Pero no tenemos ni idea de quién está detrás de él — dijo pa Porsche.

— Tengo a mis mejores hombres buscando a este Gun por todo Bangkok, después será fácil que nos diga la identidad de nuestro enemigo — respondió tío Kim.