Capitulo 24 parte 2

7.5K 344 33
                                    

{Lauren }





No me gustaban los parques. No me gustaban los niños llorones. Y menos me gustaba tener que soportar a dos niños llorones en un parque mientras mi pantalón me estrangulaba las bolas y había un grupo de niñas que no me dejaba de ver.


Ignorando a las niñas y tratando de dejar pasar el dolor ahí abajo, metí a ambos niños en los columpios para bebés y los empujé al mismo tiempo varias veces, pero no dejaban de llorar. Ninguno de los dos. Mi cabeza ya me estaba matando y sus chillidos se escuchaban más como un muy molesto pitido en mis tímpanos. Necesitaba a Camila, ella siempre los hacía calmar.


—Cierren la boca —gemí bajito sin dejar de columpiar a los llorones. Al menos si estaban ahí bien amarrados no me tendría que preocupar por cargarlos al mismo tiempo o preocuparme si alguno de ellos se caería de algún lugar o algo así.


¿A qué edad los niños aprenden a caminar? ¿A qué edad aprenden a hablar? ¿A qué edad los puedo mandar a un internado? ¿Dejaran de llorar alguna vez? ¿Theorendolph va a dejar de ser tan molesto? ¿Avalanna tendrá novios? Espero que no. Nunca. ¿A qué edad se casarán y se irán a hacer su propia familia? ¿Puede, por favor, pasar rápido?


Estaba cantando en mi mente e ignorando los chillidos cuando mi celular empezó a vibrar y batallé dos segundos para sacarlo de mi bolsillo.


—¿Sí?


—Hola ¿cómo están todos? Ya terminé, ahora mismo vamos a tu oficina —dijo Camila, su voz sonando suave y tranquila, luego se dio cuenta de los chillidos de fondo y se puso alerta— ¿Por qué lloran, Lauren? ¿Les diste leche? ¿Les cambiaste los pañales? Todo está en las pañeleras ¿lo hiciste, cierto?


—No... no. Lo olvidé —admití, reconociendo con horror que el olor putrefacto que había estado llegando a mi nariz no era algo de la ciudad sino algo que venía de mis propios hijos— y no estamos en la oficina, los traje a un parque que está al lado.


—¡Se van a rozar, maldita sea! Que idiota eres —se quejó, haciendo un sonido con su garganta que hacía cuando se enojaba. Era adorable— ve a cambiarlos, Lauren . Ya.


—Pero... ¿Donde?


—No sé, en la calle, en la tierra, donde quieras pero cámbialos ya. Llegaremos en unos quince minutos.


Colgué, quejándome en silencio. Miré para atrás disimuladamente... las niñas me seguían viendo. Entonces pensé... quizás ellas podrían ayudarme, pero no. No coquetearía con un montón de niñas sólo para que hicieran mi trabajo, por más asqueroso que el dichoso trabajo fuera. Y por más que yo estaría dispuesto a hacer cualquier cosa menos ese trabajo. Entonces pensé... ya han estado cagados por más de una hora, quince minutos más no les hará ninguna diferencia. Y así, sintiéndome como el mal madre que sin duda era, seguí columpiándolos como si nada pasara, ignorando deliberadamente su llanto y su olor.


—Lo siento, niños, pero no estoy lista para la parte de los pañales... —murmuré— me siento mal por esto, de verdad... les voy a comprar algo genial para compensarles esto. Algo realmente genial, por favor dejen de llorar.

Real life, Real love (segunda temporada de TPBL) Adaptación camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora