Capitulo 26 parte 2

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Ella estaba pasando sus suaves manos por mi pecho, convenciéndome de lo inevitable y subió su boca por mi mandíbula con paciencia hasta que llegó a mi boca y empezó a besar mis labios muy lentamente. Puse mis manos en su cintura, aun estando medio insegura, y luché por fantasear que estábamos en nuestra habitación y no en un baño publico, porque realmente arruinaba todo.


—No, de verdad no puedo —gemí con la voz baja, cuando la puerta se abrió y se escucharon pasos. Definitivamente no podría hacerlo con alguien tan cerca y capaz de escuchar, porque, a diferencia de Fred, su amante y mi novia, yo sí tenía algo de pudor. Camila suspiró, evidentemente frustrada y abrió la boca para reclamarme por no estar encendida en un baño pero el tipo empezó a mear y ella hizo una cara de asco, luego, mientras el tipo soltaba un suspiro de alivio, ella se desinfló sobre mí y negó en mi pecho— lo siento, linda, simplemente no es el momento.


—Nunca es el momento —se quejó— en la mañana trabajas, en la tarde siempre están con nosotros tus tías o los chicos, en la noche Elvis llora o Avalanna quiere jugar o estamos muy cansadas y así se pasan los días y cuando por fin tenemos un momento, siempre pasa algo. Me siento como un matrimonio de personas de la tercera edad y no como la joven pareja que somos.


—Estamos de vacaciones dos semanas —le recordé, cepillando su cabello para atrás— es el primer día y estamos en una misión, tranquiliza tus hormonas por ahora, ya lo haremos.


Ella se rió en voz baja y me golpeó despacio.


—Ahora yo soy la caliente entre las dos ¿verdad?


—Evidentemente.


Puso los ojos en blanco y se acomodó en mis piernas, de manera que ya no estábamos en ninguna posición incomoda y ella sólo estaba sentada sobre mí.


—Entonces... ¿qué otros puntos escribiste en esa lista tuya que podamos cumplir estas dos semanas? —pregunté para cambiar el estado de animo, pero estaba realmente curioso por saber.


—Bien, hay un par... déjame pensar —miró el techo y trató de recordar haciendo un par de muecas extrañas que resultaban demasiado lindas al mismo tiempo— bien: aprender a bucear. Esa es la próxima que haremos ¿de acuerdo?


—¿Bucear? —pregunté, extrañada por eso. No es que fuera algo raro, de hecho era bastante normal y común en este tipo de listas, por lo menos las de las películas. Pero en una lista suya no me lo esperaba. A como han ido sus puntos hasta ahora, me esperaba algo como: "robarme una ballena" o "asaltar una marisquería".


—Sí, bucear —contestó— me da un poco miedo y se supone que todo esto es para vencer tus miedos y hacer cosas arriesgadas y así. Lo haremos ¿verdad?


—Sí, suena divertido.

Unas cuantas horas después ya habíamos planeado más o menos nuestra estadía ahí. No por completo porque no sabíamos si mi papá me iba a necesitar con las personas que querían grabar el comercial o algo parecido, así que sólo hicimos suposiciones. También Camila me dijo de otro punto en su nueva lista que era "hacer el amor en una playa" no tuve el corazón para decirle que no me apetecía tener el trasero lleno de arena ni intercambiar arena por otras partes, si entiendes lo que quiero decir. Sin mencionar que el sentimiento de ser observada en el acto en un lugar tan publico para todo el mundo me estaría molestando todo el tiempo. Me conozco demasiado. Así que en lugar de arruinar su emoción con eso, le sonreí y le dije: "oh, claro, lo haremos" pero realmente no estaba tan segura de querer hacerlo. Deseaba que ella fuera como cualquier otra persona normal y quisiera hacerlo en una cama.

Real life, Real love (segunda temporada de TPBL) Adaptación camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora