Real life, Real love (segunda temporada de TPBL) Adaptación camren G!P

Capitulo 7 parte 3

Apreté los puños con coraje y empujé con mi hombro a Lauren que ya se estaba poniendo detrás de mí.
...
—¡¿Vendiste a mi cerdo, vieja infeliz?! —grité fuertemente sintiendo como mis ojos empezaban a picar con lagrimas de rabia y tristeza y haciendo que la señora amargada con cara de papa se viera ofendida—. ¡Te… Te voy a matar!

—Camila, Camila, relájate —susurró Lauren abrazándome por detrás, la empujé de nuevo porque ya no tenía derecho de abrazarme.

—¡No me hables, desgraciada esto es tu culpa! ¡Mi Edwaren , maldición! —levanté mis manos temblorosas al aire, deseando poder usarlas para golpear algo y grité de frustración— Te exijo que me digas quien mierda es esa maldita mocosa asquerosa que se llevo a mi Edwaren .

—Le voy a tener que pedir que mantenga la calma y que por favor deje de insultarme, no es saludable para usted, señora —murmuró lentamente.

Ahí está, ahí está lo único que necesitaba para que la maldita desgraciada me cayera aun peor. Decirme señora. Como si yo fuera la señora entre nosotras dos, como si yo fuera la fea y la amargada… de acuerdo, en ese momento lo era pero tenia mis razones.

—¿Señora? ¡No te atrevas a decirme señora, tú… Maldita anciana —grité de nuevo—. Si te...

—em... Oiga… ¿Y mi gata? —me interrumpió Lauren, preocupada. La vieja se quedó confundida un momento y después se levantó de su silla—. ¿También la vendió?

—Nadie iba a querer comprar a tu gata mugrosa, no es tan bonita como mi cerdito.

—Tu gata está aquí, a la venta, eso es lo que sucede cuando los animales se quedan aquí por tanto tiempo —dijo ignorándome, dándole una mirada de odio a Lauren y caminando hacia varias jaulas, buscando a Kimmo—. Y, lo siento mucho pero tú, obviamente, ya no eres una señorita.

—Y tú, obviamente, eres una vieja quedada y amargada. No es mi culpa que nadie quiera ni siquiera una maldita cita contigo, no es mi culpa que nadie quiera tener sexo contigo ni que nunca te vayas a casar o lo que sea. Sólo dime como encuentro a la mocosa que se llevo a mi cerdito, por favor… Si quieres te encuentro un tipo que quiera salir contigo, de verdad puedo hacerlo —murmuré como ultimo recurso, porque era muy evidente su falta (y mi falta también, no hay que negarlo) De sexo.

—Mira… como te llames —empezó a decir la mujer con la cara extremadamente roja, por mis palabras y por la risa incontrolada de Lauren —. No te permito que me faltes al respeto de esta manera, no necesito ningún favor de esos y ¿Sabes qué? La culpa la tiene ella—apuntó a Lauren , quien dejo de reir inmediatamente— O tú, o quien quiera que haya dejado estos animales aquí por tanto tiempo.

Yo y Lauren nos quedamos callados porque la vieja amargada tenia razón, la única culpa la tenia Lauren por ser tan pendeja o yo por ser tan tonta de irme y dejarla deprimida.

Ella abrió una jaula y sacó a Kimmo, y después de casi arrojársela a Lauren , camino a trompicones hacia su escritorio, en silencio.

—Sólo te voy a decir esto porque me tienes realmente harta y quiero que te vayas de aquí cuanto antes. —vociferó con enojo, lo que me dio a entender que la pobre mujer realmente se sintió ofendida por lo que dije y que, realmente, realmente, necesitaba una cita.

—um… de acuerdo —susurré quieta y volteé mi cabeza hacia Lauren , muy ocupada besando a su horrible gata—. Estaba hablando en serio con lo de la cita, yo podría conseguirte una si tan sólo…

—No hables más —me cortó levantando una mano hacia mí sin dejar de buscar algo en su computadora. Y me quedé callada porque comprendía lo enfadosa y molesta que puedo llegar a ser.

Después de unos segundos la mujer suspiró y levantó la vista hacia mí. Entonces una maquina empezó a hacer ruido y todos volteamos hacia ella.

—Aquí está la hoja de membresía que llenó la madre de la pequeña, aquí dice la dirección y si te preguntan como la conseguiste, ni se te ocurra decir que yo te la di ¿Estamos?

Asentí lentamente y tomé la hoja entre mis manos.

—Ahora, tienen que pagar la multa por dejar a los animales aquí y más les vale que se consigan otro veterinario, no quiero verlos de nuevo por aquí nunca más —advirtió casi matándome con la mirada.

Uy, que no aguanta nada la vieja.


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—¿Osito? ¿Osito, en serio? Es un maldito cerdo, niña estúpida. Además ¿qué clase de nombre es ese? Por dios. —Me quejé en voz alta, leyendo la hoja de “Adopción”.

—Deja de pelear con una niña que no conoces y relájate, iremos mañana por tu puerco, todo estará bien… además, tú no tienes derecho a decir nada acerca de los nombres. Edwaren es el nombre más malditamente horrible de todos.

—Ow, es parecido a tu nombre —dije dejando la hoja en el escritorio y caminando lentamente a ella que estaba sentado en la cama, mirándome.

—Bueno, mi nombre solo es genial pero combinados… No, sólo no.

—Como sea —puse mis ojos en blanco—. Entonces, mañana después de que llegue Tay iremos a buscar a mi Edwaren y todo va a estar bien de nuevo ¿Verdad?

—Sólo si no se te da por escapar de nuevo —murmuró con los ojos entrecerrados hacia mí.

—¿Me lo vas a recordar por siempre, cierto? —pregunté con media sonrisa.

—Por siempre mientras no te me escapes de nuevo.