Real life, Real love (segunda temporada de TPBL) Adaptación camren G!P

Capitulo 7 parte 1

—¡POR TU CULPA! —grité asustada—. Mi gatita, mi Kimmo hermosa, oh no, no, no.

—¡¿Cómo te atreves a decir que fue mi culpa?! Tonta retrasada —me insultó enojada y de pronto cayó sobre mi cuerpo llorando desconsoladamente antes de que me pudiera levantar o hacer algo—. Mi Edwaren hermoso, ya lo perdiste… Sabía que no era buena idea dejártelo a ti, con la tonta que eres…

—estaba deprimida por tu culpa, lo siento…

—no lo sientes, siempre lo odiaste… —gimoteó, y empezó a decir otras cosas a las que realmente no le puse mucha atención.

¿QUE DEMONIOS ACABA DE PASAR? HOY FUE UN DIA… LOCO. LOCO, LOCO.
Llega Camila, la chica por la que estuve llorando lo que se sintieron como tres años o más y no sólo vuelve a amarme y quedarse conmigo por siempre, no. Ella además trajo un bebé mutante creciendo dentro de ella, un bebé que yo puse ahí, un bebé que va a ser mi hijo y yo… Y yo voy a ser su madre. Entonces ya son dos vidas que no me esperaba entrando de repente. Luego, me acuerdo de que perdí a mi hermosa gata de 3 años, una gata que no solo era mi mascota, ella.. ella era como mi esposa, mi mujer, no era solo un animal, no… y también olvidé al puerco apestoso de Camila, como si necesitara más problemas con ella.

—… De seguro ya lo hicieron tocino, estaba tan rosita y gordo que de seguro les duro una semana completa… oh, no, se comieron a mi Edwaren—sollozó fuertemente.

Esta loca va a acabar conmigo. La extrañe tanto. La amo tanto.

—no, claro que no lo hicieron tocino, creo que eso ni siquiera es legal —traté de tranquilizarla, acariciando su cabello.

—de todos modos, yo lo amaba tanto…

—voy a ir por tu puerco y por mi bebé, voy a ir por ellos y todo estará bien. Los dejé en un lugar seguro, Camila.

—¿Estás segura? —preguntó alejándose de nuestro abrazo y levantándose sobre mi para mirarme fijamente.

—sí, estoy segura —mentí—. Acabo de enterarme de que no estás muerta, este debería ser una momento feliz, no deberías de estar llorando así por algo tan tonto.

—tienes razón, tienes razón —asintió y se limpió las lagrimas con una sonrisa—. Ellos estarán bien, por lo menos no los olvidaste en la calle. Además, esto es solo causa de todas las malditas hormonas de embarazada.

—um, hormonas —murmuré con una sonrisa creciendo en mí y levantado una mano para acariciar su brazo— interesante…

—no ESE tipo de hormonas —aclaró— como las que tienes tú. Estas horribles hormonas me hacen llorar a cada segundo del día y después enojarme, del tipo “te quiero matar” y luego ser feliz y amorosa y todo eso… es horrible.

—¿Entonces eres incluso más llorona que antes? Suena como algo imposible —me burlé.

—cállate…

—okay, entonces ya estamos claros ¿Cierto? Yo te amo, tú me amas, Edwaren y Kimmo están con el veterinario, vamos a tener un hijo o hija claramente con sobrepeso y… si, todo bien ¿Verdad?

—sip, exacto —contestó con una gran sonrisa y sin rastro alguno de su llanto más que su cara roja—. Y tú nunca me dijiste todas esas cosas bonitas que estaba esperando escuchar.

—si te las dije, mentirosa —repliqué con los ojos entrecerrados.

—bueno sí, y lo del semen fue la cereza del pastel

—eso se me salió sin querer, lo siento si no fue lo que esperabas, pero eso era lo que estaba pensando en cuanto supe —puse los ojos en blanco— ¿Qué más esperas que te diga? Te amo Camila, te amo como una demente loca obsesionada. Escuche esa jodida grabación todos los días sólo por que extrañaba tu voz y porque quería escucharte decir que me amabas. Todo el tiempo que tú pensabas que yo no te quería y que estaba enamorada de otra, yo estaba pensando que sólo querías que fuéramos amigas aunque me moría de ganas por ser algo más. No sé que más, lo siento por no ser como tú quieres, por no saber decir cosas románticas, pero si me das tiempo puedo buscar en internet algo interesante para decirte…

—eres una tonta—susurró con los ojos brillantes—. Me gusta que seas tonto, te amo así.


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{Narra Camila}


—¿Estás segura de que puedes hacer esto? —preguntó de nuevo preocupada. Puse los ojos en blanco y traté de soltarme de su agarre.

—no vine desde mi casa hasta aquí flotando, es obvio que puedo caminar —me quejé tirando de mi brazo.

—bueno, lo siento —tomó mi mano y empezamos a caminar desde el lobby hasta el auto de Lauren que le acababan de mandar desde USA—. Es solo que te ves demasiado graciosa y me da miedo de que te caigas como siempre.

—déjame en paz, tonta