𝓔𝓷𝓽𝓻𝓮 𝓬𝓪𝓷í𝓫𝓪𝓵𝓮𝓼

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𝕮𝖔𝖓𝖙𝖊𝖓𝖎𝖉𝖔 +18

Las manos de Emiliano me sostenían de la cintura, mientras que las mías acariciaban su nuca, el baile ya pasaba a segundo plano, nuestros cuerpos estaban pidiendo otra cosa, y yo no estaba del todo consciente para tener esa firmeza que caracteriza.

Lentamente nos separamos un rato, yo fuí directo a buscar una copa de vino, y después de hacer fondo blanco, me di cuenta de lo que pasaría, pensé en las contras y...la verdad es que ahora eso era lo que menos me interesaba.

Él estaba, diría que, esperándome en la pista, nuestros compañeros ya se estaban retirando a sus casas, algunos iban a dormir en el predio para irse en la mañana al aeropuerto, pero Emi y yo estabamos encendidos, ya a esta altura me dolían los pies de bailar.

Ví que Nico nos grababa y nos gritaba cosas, pero la verdad estaba tan concentrada en Emi, como me sostenía, su mano en mi cintura y la otra teniendo un porrón de birra, nos tirabamos miraditas, pero al mismo tiempo yo no quería lanzarme a besarlo o hacer algo más.

-"Bueno muchachos, ya está, ¡Dibu para de comerte genteeee!"

La voz de Kun nos sacó del trance, Emi se puso rojo y yo me reí con nerviosismo, nos separamos y empezamos a ayudar a juntar las mesas y sillas, llevé lo que quedaba de vasos y platos a la cocina.

-"No creas que me vas a dejar así..."

Su voz erizó mi piel, estaba atrás mío, presiónandome contra la mesada de la cocina. Sus manos sin disimuló alguno se apoyaron en mis pechos.

-"Emi..."

Jadeé con suavidad, y ahí me tiene, entre la mesada y su cuerpo.

-"Estas hermosa...sos hermosa"

Sus besos en mi cuello no tardaron en llegar, sus manos grandes cubrían mis pechos, masajeandolos levemente. Con su pierna separo mis piernas, poniendo la de él en el medio. Sus manos bajaron a mis caderas, tirándolas para él y su creciente erección.

Mis manos fueron a las suyas y lentamente me separé de él.

-"Sabes que está lleno de cámaras...vamos a mi departamento..."

Su mirada estaba extasiada, él negó con la cabeza y me tomó en sus brazos haciéndome upa, salimos de la cocina, él caminaba buscando algo, pero yo no lo sabía. Abrió la puerta de la utilería y me estampó contra una de las paredes.

Sus labios se pusieron contra los míos, era un beso lento pero pasional, mis uñas se aferraban en su espalda ancha, sus manos empezaron a tironear el vestido para bajarlo.

-"No me lo vayas a romper..."

Susurré en sus labios.

-"Te compro mil más, linda..."

Con una mano me tomó de la mandíbula levemente y me siguió besando con intensidad mientras que la otra baja el cierre de mi vestido, lo fue bajando de a poco, mientras que yo seguía aferrada a él como un koala.

Estaba sin corpiño porque con el escote del vestido no podía ponerme uno, así que estaba semi desnuda enfrente de él después de casi 15 años, sentía como mis mejillas se pusieron rojas al ver como él se alejó para observar mi cuerpo, y por impulso tapé mi cara.

𝓛𝓪𝓫𝓲𝓸𝓼 𝓻𝓸𝓽𝓸𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora