𝓒𝓸𝓷𝓬𝓮𝓷𝓽𝓻𝓪𝓬𝓲ó𝓷 𝓮𝓷 𝓛𝓸𝓷𝓭𝓻𝓮𝓼

618 58 1
                                    

Ya estabamos con Emi en el hotel que quedaba cerca del estadio, estaríamos practicando en una de las canchas internas y estaríamos unos 5 días de concentración, para luego tener el día de descanso y el partido.

Una vez instalados en el hotel, nos dispusimos a ir a la sala para reencontrarnos con todos. El abrazo que le metí a Lio y Pablo, creo que duró horas.

-"Los extrañé tanto..."

-"Pero nos hablaste ayer chiquita..."

Dijo el cordobés.

-"No importa, los quería ver..."

Lio me dio un besito en la frente y Pablo uno en la mejilla para que Tato nos sacará una foto, luego vi a Samuel, al que también lo saludé con otro abrazo asfixiador.

Y cuando me di cuenta estaba entre medio de los 26 boludos que tenía que entrenar, entre palmadas en la espalda, besos en la mejilla y cabeza me recibieron, cuando me soltaron vino el celosín a darme un beso porque él no se podía aguantar las ganas.

-"Sos un celoso, Emiliano..."

-"Es solo para recordarles, o mejor dicho recordarle quien te besa..."

-"No sigas con eso, y anda con tus compañeros..."

Le di una leve nalgada para que se moviera y yo volví a hablar con Pablo, unos mates de por medio y mucha charla, no puedo describirles lo bien que me hace hablar con alguien como Pablo, agradezco al destino haberlo puesto en mi camino.

-"¿Todavía no son novios...?"

-"Somos algo, es difícil explicar...ninguno de los dos lo preguntó o lo oficializó, es como que estamos ahí..."

-"Entiendo, pero ya están conviviendo..?

-"Yo no quiero, pero estas semanas Emi estuvo en casa casi todos los días pero que se yo, tampoco no me gusta pasar mucho tiempo sin él..."

-"¿Te estas cuidando me imagino...?

-"Ay, sí payasín, me puso el chip y él se cuida la mayoría de veces..."

-"No quiero sobrinos..."

-"Y no los tendrás, falta para eso.."

-"Y si, si ni siquiera son pareja"

Le dí un pequeño empujón en broma y seguimos hablando, él me hablaba de su esposa y sus hijos, de cómo le estaba yendo con la Sub-17, me ponía feliz que él estuviera tan contento con sus logros, no sé, es que es un tipazo y todo lo bueno que le pase sé que se lo merece.

Luego de esa extensa charla nos dispusimos a empezar a trabajar, primero marcando algunas nuevas jugadas acompañadas del entrenamiento que correspondía, estuvimos anotando en la pizarra las modificaciones que habría para este partido.

Con todo esto empezamos a entrenar a los chicos, que ya estaban haciendo la entrada en calor, me propuse a hacer varios juegos de reflejos y resistencia, así que estuvimos jugando un poco antes de que los agarre Lio y los dejé parejitos.

La tarde pasó entre risas y trabajo duro, pero al final del día fue un buen entrenamiento, también porque los chicos están en buenas condiciones, nos sacamos una fotos grupal, los chicos fueron hacía las duchas y yo fui a hacerme unos mates porque estaba con un poco de hambre. Sentí como venían, por la música al taco, por el pasillo para el buffet.

Yo me serví algo para merendar antes que estas bestias se coman todo, me senté en la mesa al lado de Emi y Lauti, los dos escuchábamos al delantero como hablaba de su hija y Emi me miraba algo sugestivo. Una vez Lauti empezó a hablar con Ota de otra cosa, lo miré a Emi y le hice que no con mi cabeza.

-"Dale...va a hacer re lindo tener una mini vos..."

-"Emiliano no somos ni novios y ya queres tener un pibe..."

Y ahí todos decidieron callarse y mirarnos.

-"¿Estás embarazada..?"

Papu habló con asombro y cierta emoción, todos estaban expectantes.

-"No, chicos por favor, recién empezamos a salir con Emi..."

Todos suspiraron y siguieron hablando de cualquier cosa, Emi me miró con un poco de cara de culo y yo no entendía por qué, si todo lo que había dicho era verdad. Me levanté algo fastidiada y me fui a la habitación. Me dispuse a bañarme y arreglarme para ir a ver la ciudad. En lo que estaba saliendo estaba el arquero esperándome en la puerta.

-"Hey..."

-"¿Qué?"

-"No te enojes..."

-"Fijate como me miras primero..."

Dicho esto seguí caminando hasta salir del hotel, con los auriculares y la música a lo que más daba me dispuse a explorar la ciudad, viendo distintas plazas, iglesias, centros de turismos que había por ahí. Saqué bastantes fotos de todo, cuando ví que estaba oscureciendo decidí pegarme la vuelta para ir a cenar e irme a dormir. 

Al llegar los chicos estaban jugando al truco en la sala de estar y el equipo técnico estaba en la otra parte de la sala hablando de dios sabe qué. Yo decidí cenar antes, así que estaba sola en el buffet comiendo unos ravioles con salsa blanca. En eso veo entrar al que dice ser mi pareja de cama.

-"¿Seguís enojada...?

-"Sí..."

-"No te quise mirar así... sólo que no sé, no me gusto que digas eso..."

-"¿Qué?"

-"Que no soy tu novio..."

-"Y si no lo sos...nunca me lo pediste..."

-"No pensé que te importaba..."

-"Obvio que sí..."

Él solo asintió y me acompañó en la cena, tenía ese don de hacer que sea imposible enojarme con él.

𝓛𝓪𝓫𝓲𝓸𝓼 𝓻𝓸𝓽𝓸𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora