Cap. 16

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Charly la comienza a besar, a lo cual Yeimy no quería, así que posiciona sus manos en su pecho para hacerlo a un lado pero sus brazos no le respondían, como si su cuerpo evadiera toda orden de su mente para moverse. Fue cayendo poco a poco, hasta que correspondió a su beso, haciendo que su lengua atravesara sus labios.

El beso paró, cuando Charly comenzó a deshacerse de su ropa, iniciando con su pantalón y bóxer, para después ayudar a Yeimy con su panty. Atacó su cuello con su lengua y labios, y en una embestida violenta entró en ella, haciéndola dejar sus ojos en blanco.

Siguió con este ritmo totalmente desenfrenado, que hacían que Yeimy gritara constantemente, hasta el punto de que sus ojos se cristalizaron.

-Charly pará – Dijo voz temblorosa.

- ¿Qué pasó? – Le respondió con preocupación, saliendo de su interior.

- Hacele suave, porfa.

Charly vio sus ojos y acarició su mejilla, para después dejar un beso en su frente.

- Discúlpame. Me aceleré

Besó sus labios con ternura, pero a la misma vez con pasión, y en un par de segundos se introdujo nuevamente, esta vez mucho más lento y con cuidado. Inició un ritmo más suave mientras besaba sus labios, adaptándose a los movimientos de ella.

Ambos gemían, así llegando al clímax. Sus cuerpos se abrazaron con fuerza mientras jadeaban y el sudor recorría sus pieles.

-Te amo – Susurró Yeimy mientras ponía su cabeza sobre el pecho desnudo de Charly.

- Yo más Princesa. Créeme, estos ojos que tanto te encantan solo te ven a vos, porque yo no quiero a otras, solo a vos. Solo a mi Reina, a mi Princesa, a mi niña linda – Yeimy sonrió al escucharlo.

Esta linda escena fue interrumpida por el llanto de un bebé a un lado de ellos, a lo que Yeimy gruñó, girando sobre la cama.

Y regresamos a lo que son Charly y Yeimy actualmente: padres que deben atender a su hijo.

-No te apures, yo voy – Dijo Charly atravesando un brazo delante de Yeimy.

- Me toca a mí.

- No te preocupes, quédate ahí, yo voy.

Yeimy le sonrió nuevamente, viendo como Charly se ponía el bóxer e iba hacia la cuna de su hijo. Lo sacó en brazos y, mientras todavía seguía en el aire, olfateó, percibiendo un olor no tan agradable para sus fosas nasales.

-Esto está minado – Dijo apartando su cara.

- ¿No que vos ibas?

- Bueno, nos toca cambiarlo.

- “Nos” me suena a manada mijo – Le respondió Yeimy en lo que se ponía su bata, para luego salir de la recamara en dirección a la cocina.

Cuando volvió con su taza de té en la mano, vio a Charly con Sebastián en el pecho, tratando de dormirlo nuevamente. Gracias al cielo, Sebastián les había salido un poco dormilón y se mantenía el 70% del día durmiendo.

-Mirá vos – Dijo alzando las cejas, al verlo todo bajo control.

- ¿Qué esperabas?, Tengo un doctorado en padre de familia.

- Ah, mirá que interesante – Dijo con una sonrisa irónica.

Dejó el té en su mesita de noche y apagó la linterna, para después acercarse a Charly y recostarse en su hombro. Él dejó un beso en su cabeza, sintiendo como Yeimy sonreía contra su piel.

-Buenas noches amor.

- Buenas noches mi chiquita hermosa
- “Chiquita hermosa” – Replicó en un susurro mientras soltaba una pequeña risa.

____

Yeimy caminaba por los pasillos de la productora, buscando a Charly porque él la había llamado. No lo encontraba en ningún lugar, así que decidió buscar en el estudio, aunque sabía que nadie estaba grabando nada. Y ahí lo vio, de pie junto a Carolina. Respiró tratando de poner su mejor cara y entró.

-Hola mi vida – Dijo a penas entró, acercándose a Charly para dejar un beso en sus labios  - ¿Para qué soy buena?

-Como dueña de la mitad de Soul and Bass, necesito que nos acompañes en lo que hacemos el contrato, y también si nos hechas una manito con lo que te comenté ayer - Respondió Charly.

- ¿La canción?

- Sí.

-Bueno. ¿Los documentos ya están listos?

-Sí- Respondió Carolina sacando de su maleta unos documentos y entregándoselos a Yeimy -Y Charly, me vas a tener que pagar el triple por hacerme venir desde Barcelona.

-Perdón por considerarte una de las mejores abogadas que he tenido, pues.

-Gracias, pero es en serio, el viaje me costó un riñón.

-No te preocupes que después arreglamos cuentas, todo bien.

-Yeimy, ¿Está todo en orden?- Preguntó Carolina viéndola leer el papel.

-Sí, todo bien. ¿Tenés pluma?

-Tomá- Le dio un bolígrafo y ella se inclinó hasta apoyarse en la mesa para firmar el documento, a lo que Charly le empezó a hacer señas a Carolina en broma, causando que empiecen a aguantar la risa.

-Gra… ¿Qué hacen?- Preguntó Yeimy dándose la vuelta.

-¿Nosotros? Nada- Ambos disimularon y Yeimy cacheteó juguetonamente a  Charly -¡Ay!

-Charly, defende tus derechos.

-Sí, Yeimy, es maltrato animal.

-¿Maltrato doméstico no es?- Corrigió a lo que ella y Carolina rieron y Charly se quedó completamente serio.

-Así ya no voy jugando .

-Mal perdedor el que tenés como prometido.

-Yo no sé que hice para merecerlo.

-¿Lo decís de buena manera o de mala?- Preguntó Charly con el ceño fruncido.

-Firma- Le ordenó Yeimy poniendo el papel y el bolígrafo en su pecho.

-¿Qué es esto?

Las dos mujeres que tenía enfrente quedaron viendo con cara seria a Charly y él alzó los brazos en señal de calma antes de firmar al lado de Yeimy. Cuando los documentos estuvieron firmados, justo llegó Erik con Sebastián en brazos.

Yeimy caminó a la entrada, dónde estaban los dos chicos y los recibió con un beso en la mejilla para cada uno.

-¿Quién es ella? – Preguntó Erik, señalándola con la mirada -Me parece haberla visto en algún lado.

- Es la abogada de tu papá.

- No te cae bien, ¿Cierto?

- Trato, no es santa de mi devoción pero creo que va bien ¿Bueno qué pasó?

- Tiene hambre creo – Le informó viendo a su hermano.

- No tiene hambre, él no come a esta hora. Ha de tener sueño o quiere estar con Charly, una de dos.

- Llámalo y así aprovechas y te la sacas de encima – Yeimy enarcó una ceja.

- ¿Lo podés tener un ratito más en lo que sigo con esto? Porfa – Dijo mientras hacía un puchero.

- Si, no hay problema. No tengo nada que hacer.

- ¿Cómo así?

- No sé, tengo la agenda libre.

- Según lo que tengo acá te hacía falta terminar de componer la canción – Le dijo levantando su teléfono.

- Lo hice todo en la madrugada, junto con la maqueta.

- Que eficiente. Tocará subirle el sueldo al señorito.

- Por favor – Dijo en tono de súplica, a lo que ambos rieron.

- Nos vemos entonces.

- Ey, no me cambies el tema.

- Ya, andá, estoy en una reunión importante – Dijo empujándolo a la salida.

- Si, cómo no… Marcando territorio querrás decir – Susurró Erik, para que solo lo escuchara ella y Yeimy le golpeó juguetonamente en el brazo.

Volvió al lado de su prometido y de su abogada, sentándose en una de las sillas.

-¿Entonces?

- Solo quedaría que Carolina redacte el documento y que aclaremos bien las cosas con el abogado de Drama.

- Exacto – Reafirmó la abogada con una sonrisa, y en ese momento sonó el celular de Charly.

- Ya vuelvo, un minuto princesas – Dijo alejándose, por lo que Carolina y Yeimy se quedaron sin compañía – Oigan, tengo que irme un ratito, no me tardo.

- Dale, anda – Dijo Yeimy para después lanzarle un beso desde su puesto, a lo que Charly correspondió guiñándole el ojo.

Siguió ignorando completamente a Carolina, metiéndose en lo suyo, hasta que esta habló.

-Yeimy, la verdad no sé si te estoy incomodando con algo pero si es así te pido una disculpa. Sé bien que estás en una relación con Charly y yo nunca más volvería a meterme con él, solo mantenemos una buena amistad y una relación profesional. Te digo esto porque Charly me aclaró lo que pasó con ustedes la noche anterior.

-No, todo bien. Charly y yo ya resolvimos eso, no fue tu culpa. Tranquila.

-Bueno ¿Cuándo es que se casan ustedes dos?

-En tres días.

-¿Este viernes trece?

-Sí.

-¿Creés en eso que dicen que es de mala suerte?

-La verdad es que no, y si es verdad estoy dispuesta a romper esa creencia.

-¡Que lindo! Encantada de estar ahí pero tengo cosas que hacer al otro lado del charco.

-Charly te manda fotos seguro, no te perdés de nada.

-No creo que me las mande personalmente pero por sus redes, seguro. ¿Sabes que? Siempre me he querido casar.

-¿Si? Pues sos mucha mujer para un hombre.

-Diría que gracias, pero ya sabía— Bromeó causando una risa en Yeimy.

-Ya sé porqué sos amiga de Charly.

-¿Por?

-Por lo egocéntricos.

-Pero Charly es otro nivel.

-Uy si, por eso no le hago cumplidos porque es lo mismo a inflarle el ego.

Charly había llegado hace un instante y antes de entrar vio como platicaban pasivamente, con risas incluidas. Frunció el ceño y abrió la puerta, haciendo que ambas se giraran en su dirección.

-¿De qué hablan?

-De vos.

-¿Bien o mal?

-Charly, vos sabes que yo siempre hablo mal de vos- Dijo Carolina con una sonrisa fingida.

-Ay, baby, que bella- Dijo sacándole el dedo de en medio, a lo que Carolina le respondió de la misma forma.

- Bueno, me retiro. Gracias por todo.

- Gracias a vos princesa. Que te vaya bien – La despidió y ella dejó un beso en su mejilla antes de dejarse acompañar por Charly hasta la salida.

Charly volvió a su lado y se sentó en la silla que había junto a ella antes de besarle en la mejilla.

-¿Y eso?

-¿Qué?

-¿Vos platicando con Carolina?

-Entiendo que son amigos, ya me quedó claro.

-¿En serio?

-Que sí, Charly. Me queda claro con la relación amor/odio que se tienen.

-Pensé que los celos te iban a durar un poquito más pues.

-¿Por qué me iban a durar más?

-Conociéndote.

-¿Vos creés que no me enojé? Me las voy a desquitar igual.

-¿Cuándo?

-Depende, cuando se me apetezca.

-Pero no me castigues tan feo.

-El punto es que no te guste, Charly.

-Sí pensás en dominar, siempre lo haces.

-No seas bobo, yo soy original.

-Vení, cerquita – Dijo señalando sus piernas. Ella se sentó en sus rodillas y rodeó su cuello con sus brazos -¿Qué pensas hacer?

Yeimy se acercó a su oído a susurrarle algo con voz sugerente y Charly sonrió nervioso mientras sus músculos que endurecían.

-Es un adelanto.

-Y yo pensando que el pervertido era yo.

-Tengo truquitos.

Charly rio antes de meter sus manos por dentro de su vestido, topándose con su piel desnuda. Comenzó a acariciarla lentamente a un lateral de su pierna, en lo que Yeimy lo veía con una ceja enarcada y sonriendo.

En ese momento tocaron el cristal de la ventana del estudio. Era Erik, y nuevamente, traía a su hermano consigo. Yeimy se puso de pie y acomodó su vestido, para después acercarse a Erik y tomar a Sebastián en brazos.

- Necesita una cambiada – Susurró refiriéndose a Sebastián.

- ¿Y por qué me lo das?

- Porque vos sos la mamá, yo solo soy el hermano – Dijo mientras se encogía de brazos.

- ¿Dónde está la pañalera?

- En mi oficina.

- Vamos al baño mi amor – Le habló a su hijo pequeño en lo que caminaba fuera del estudio, dejando a Erik y a Charly a solas.

____

Por la noche, Yeimy estaba trabajando con Charly y con Drama para la canción, este último estaba hablando por medio de una llamada cuando la plática comenzó a tornar en el problema con la abogada de Charly.

—¿Y tu abogada?— Preguntó Drama al otro lado de la línea.

—No sé, se fue hoy por la tarde y no la he vuelto a ver— Dijo haciendo como si Yeimy no estuviera a un lado suyo.

—¿No tenés su número?

—No.

—Sí lo tenés, la contactaste.

—Igual no te lo paso.

—¿Celoso?— Preguntó con una risita.

—¿Por qué tengo que celar a mi abogada?

—No sé, por ahí cuentan las malas lenguas que tuviste algo con ella.

—Sí, pero no fue nada serio, un par de polvos y ya— Con este comentario, Yeimy apretó la mandíbula, dedicándose a escuchar.

—¿Vos te querés morir verdad?

—¿Por qué?

—Mejor yo me voy y lo averiguas vos, además que tu mujer después se pone fiera— Dijo antes de cortar la llamada.

Charly puso cara de extrañado, antes de apagar su celular. Siguió trabajando con Yeimy, hasta que la vio con los ojos cansados.

—¿Tenés sueño?

—No— Contestó sin despegar los ojos de su cuaderno.

—Entonces supongo que podemos aplazar esto para otro rato…— Dijo cerrando su cuaderno.

—Ujum— Volvió a abrir su cuaderno y tomó un lápiz para corregir algo.

—¿Vas a seguir trabajando?

—Sí.

—Me das miedo con tus monosílabos.

—Anda dormite si querés, yo acá me quedo trabajando.

—Dejá de trabajar un rato, lo haces mañana— Susurró en su oído antes de lamer su cuello . Ella le sonrió y dejó todo sobre la mesa para después ir a las escaleras para subir a la recamara.

—Esperame en el sillón.

—Uy, esto se puso bueno.

Yeimy apareció nuevamente por las escaleras y ahí la vio, caminando en dirección a él con una sonrisa traviesa y una mirada de morbo. Vestía con una bata de seda negra que cubría su torso y casi todo su muslo. Una abertura dejaba ver su pierna izquierda desnuda, que solo traía una banda del mismo color que apretaba esta extremidad.

Charly quedó atónito al verla vestida así. Charly se acomodó en el sillón para recibirla, percibiendo cómo se sentaba en su regazo. Él vio que tenía algo en su mano, la cual tenía atrás de su espalda, pero no se dio a la tarea de preguntar por eso, y solo se dedicó a contemplar su cuerpo cubierto por la bata.

Una vez junto a Charly, dio un lengüetazo en su mejilla y luego otro en su labio, antes de guiñarlo hacía sí, iniciando un juego provocativo. Luego, le mostró unas esposas que colgaban de sus dedos, inclinándose de un lado a otro.

—No sabía que te gustaban este tipo de jueguitos.

—Una cosa es que no me gusten, otra diferente es que no los practique mucho— Le aclaró, tomando ambas manos de Charly para esposarlas, dejándolas sin salida.

Él vio como soltó la cinta de su bata, abriéndola de par en par, topándose con el conjunto negro: Un sostén con encaje y tela transparente por todos lados que solo cubría la parte de su centro, su abdomen totalmente desnudo. También tenía puesto unas bragas de encaje, igualmente, y del mismo color. La malla transparente de su pierna derecha tenía una conexión con su panty, mientras que el pequeño cinturón de su pierna izquierda iba por separado.

-¿Es parte de tu castigo?

-Sí.

-Sí me querés dar alguna lección, así aprendo rápido.

-Así me gusta: obediente.

Yeimy se inclinó hacía adelante, dejando sus senos justo enfrente de la cara de Charly, y él comenzó a saborearlos con su lengua y pronto la usó para succionar su piel, haciéndola gemir.

Ella se alejó y comenzó a contonear su pelvis contra las de Charly, provocándolo, y al instante sintió algo duro que rozaba su intimidad y sonrió. Le besó con hambre mientras tocaba su torso con caricias bruscas, apretando sus pectorales. Bajó sus manos hasta la cintura de su buzo y comenzó a bajarlo junto con su bóxer, arrojándolos en el piso.

Charly subió sus manos, que no tenían mucha movilidad, y se las mostró para que lo soltara.

—No. Te voy a soltar hasta que te quede claro que a la única que podés ver es a mí, ¿Listo?

—Princesa, ya lo tengo claro, no lo vuelvo a hacer.

—No se me apetece, además así es más divertido.

Yeimy bajó dando besos por todo su torso hasta ponerse de rodillas enfrente de él. Abrió sus piernas y se metió entre ellas, subió la mirada hacía Charly, quien tenía una expresión de ansia y anticipo.

Yeimy se inclinó hacia adelante y lo siguiente que se escuchó fueron jadeos y gemidos de Charly. Él enredo su cabello entre sus manos mientras lamía aquello que tenía entre sus piernas, casi como caricias, primero por la punta hasta que comenzó a darle lo que realmente necesitaba.

—Yeimy— Dijo en un gemido de súplica para que ella siguiera con esta acción que le estaba desquiciando.

Ella siguió con su tarea, inclinándose de adelante hacia atrás con habilidad, aprovechando el conocimiento de la ubicación de sus puntos débiles. Aquello que tenía en su boca era grande, suficiente para complacerla y hacerle gritar.

Cada vez que hacía eso, Charly se convertía en un manojo de gemidos, jadeos que van y vienen y palabras obscenas que no puede evitar dejar salir. El placer tan intenso le transformaba hasta que acababa vibrando ante su tacto después del duradero orgasmo que le hacia tocar el techo y alargar esta sensación cuando Yeimy se queda dándole más placer.

Cuando ella subió nuevamente y la tuvo frente a él, dejó besos mojados por su pecho después de pasar su lengua por los alrededores de sus labios. Luego besó su boca color fresa que le pertenecía antes de sentir como Yeimy jugaba con su miembro para prepararlo a un segundo round.

-A vos te encanta provocarme, ¿Cierto? – dijo Charly en un susurro.

-Me encanta como te pones cuando lo hago.

-¿Cómo me pongo?

-Rudo, bravo… Y así me encanta.

-¿Me querés ver rudo?

-Sí- Gimió en su oído, a lo que Charly esbozó una sonrisa malvada.

Se zafó de las esposas fácilmente puesto que ya había descubierto como hacerlo y la sujetó por la parte interna de los glúteos antes de ponerse de pie. Todo esto tomó por sorpresa a Yeimy quien lo miró asustada antes de sentir como su espalda chocaba contra una pared.

-De espaldas- dijo Charly y Yeimy obedeció, girándose, a lo que Charly aprovechó a darle una nalgada antes de apartar su panty.

Gritó cuando sintió su miembro entrar por completo en ella y de una sola estocada, haciendo que Charly reemplace su rudeza por preocupación.

-¿Te lastimé?, ¿Querés que siga?

-¡Si!- Dijo en un gemido -Seguí.

Charly lo hizo, hundiéndose nuevamente en ella haciéndola gemir fuertemente. Volvió al ritmo con el que había empezado haciendo que sus gemidos fueran más frecuentes y roncos, y eso le excitaba, saber que era la causa de todo eso. Subió sus manos de su cintura hasta el broche de su sostén, el cual abrió dejándolo caer al piso. Puso sus manos por delante llegando a sus senos y masajeándolos en el acto, hasta sentir algo duro en la palma de su mano.

-Aaah… Charly- Gimió, hundiendo sus uñas en la pared.

Estaban cada vez más calientes, con aquellos movimientos tan salvajes que los hacían gemir hasta más no poder. Charly dejaba besos en su cuello y hombro de forma tierna, contrastando en aquel acto. El ambiente estaba más caluroso que en el Sáhara haciendo que transpiraran y jadearan con ansia.
Él apretó los labios, silenciándose, mientras escuchaba a Yeimy gemir su nombre contra la pared sintiendo como las estocadas no podían ser más rápidas y profundas. Hasta que al fin, llegó el orgasmo al cuerpo de Charly, el cual se siguió moviendo para que Yeimy lo acompañará hasta el cielo.

-Voy a acabar.

-Venite para mí- Le respondió en su oído, a lo que su cuerpo le obedeció.

Las piernas de Yeimy vibraban como flan, por lo que tuvo que recargarse en una mesa que estaba a un lado. Charly se separó de ella, contemplándola con morbo.

-Ok… Eso fue intenso.

-Con lo que te gusta provocarme. Tenía que aprovechar una de las posiciones en las cuales vos no te pones arriba.

-No es cierto.

-Sí es cierto, el techo del cuarto tiene 5 agujeros. Aunque eso se arregla fácil, un espejo apuntando a la cama y listo.

-¿Para?

-Para ver este monumento cuando te hago el amor- Dijo acariciando su trasero en círculos -También para ver esa carita que pones cuando te venís encima de mí- En ese momento siseo -Delicioso.

-Depravado que sos. Llevame a la cama más bien.

-Yeimy, que no se te olvide lo del espejo.

-Lo voy a pensar, princeso.

Charly la cargó a cuestas y la llevó a la habitación antes de ponerla sobre la cama. Vio como Yeimy se cubría el cuerpo con una sábana y él se metió en ella.

-Mira, el espejo quedaría lindo. Además de ahí me podés enviar foticos y es más cómodo. O también cancelamos lo del espejo y grabamos un sex tape.

-Lo del espejo es mejor.

-Bueno, el espejo será. La que quiere gastar sos vos, con el sex tape lo único que perdemos es espacio de almacenamiento.

-Ni en un millón de años, Charly, olvídate.

-¿Por qué no?

-Porque no, Charly. Si tanto querés verte, pone un espejo y ya.

-Bueno.

-¿Repetimos o no te le medis?

-¿Qué yo qué? No hace falta ni decirlo.

Yeimy se posicionó por arriba de Charly, y las sábanas le cubrían por debajo de la cintura, siguiendo con las piernas de Charly. Se inclinó para besarlo con ansia antes de gemir contra sus labios. Se dejó caer sobre su erección, apoyando las manos en su pecho. Se movió con destreza sobre Charly haciéndolo gemir mientras ella mordía su labio inferior para contenerse. Fue subiendo la velocidad de a poco y Charly buscó sus manos para entrelazarlas con las suyas antes de dejar poseerse por el deseo. Las facciones de Yeimy eran de total fascinación, le encantaba aquel momento, le encantaba cuando Charly le hacía el amor, le encantaba todo de él.

-Yeimy… Te amo- Le susurró y de recompensa obtuvo un beso, en parte para silenciar los gemidos de ambos.

Entre tanta temperatura, ambos fueron dominados por el placer, ascendiendo hasta las nubes en ese momento tan intenso. Un abrazo fue la declaración de tregua entre ellos, antes de un beso.

Eres Mi DestinoWhere stories live. Discover now