Cap. 24

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—¿En serio tengo que ir?— Preguntó Sebastián entrando al cuarto de sus padres desnudo y con la ropa en sus manos.

—Principito, deje de correr por la casa desnudo— dijo Charly cargándolo entre sus brazos.

—Sí, tenés que ir.

—¿Y vestido así?— alzó el traje color negro con estampados dorados que se tenía que poner.

—Es noche de gala, ¿Qué esperas?

—Se ve incómodo, no lo quiero— Dijo sentándose en la orilla de la cama de brazos cruzados.

—Hagamos un trato, ¿Sí? Vos te pones el traje y si en verdad no te gusta, te ponés lo que vos querás, ¿Listo?

—Está bien. Yo lo hago.

Se fue a cambiar al clóset y se apareció con medio pantalón puesto y solo con la camisa puesta.

—No me entra.

—Vení te ayudo.

Yeimy le terminó de poner el pantalón el cual entró por sus piernas con facilidad con un par de mañas por el tipo de tela del pantalón y le puso el saco encima. Le colocó un par de tenis blancos y él se vio al espejo.

—Te ves como un príncipe ¿Te gusta?

—Me queda bien.

—¿Entonces te vas a quedar con ese?

—¿Papá se va a poner el mismo?— Preguntó viendo como se colocaba el saco por el reflejo del espejo.

—Sí.

—¡Entonces sí!— Dijo con entusiasmo yendo a abrazar su pierna.

—Va. Estás muy guapo.

—Gracias ma. Seguro que con el vestido también te miras hermosa.

Yeimy sonrió antes de dirigir una mirada a Charly quien los miraba con ternura.

Yeimy optó por un hermoso vestido color negro manga larga y ceñido que hacía notar sus curvas, escote en V que bajaba hasta finalizar sus pechos, que dejaba ver un poco de ellos, un cinturón delgado que parecía oro y una abertura en la falda, la cual iba desde casi el inicio de su muslo. Estaba perfectamente maquillada con un labial rosado oscuro y las sombras finalizando en brillantina dorada. Su cabello perfectamente amarrado la hacía ver elegante y sus aretes de oro combinaban con su collar.

Charly iba con sus pantalones de vestir y su saco también negro, el cual le llegaba hasta arriba de las rodillas, con una camisa manga larga en tono oscuro y para contrastar elegancia, unos tenis. El cuello, las solapas y las mangas del saco, además de las botas del pantalón, traían bordados dorados. Su reloj no podía faltar, y su peinado algo desarreglado, dejando caer su copete por su frente. En el cuello llevaba múltiples cadenas gruesas en diamantes, oro blanco y otras piedras preciosas. Yeimy le había regañado por haberse excedido con las joyas pero él se las dejo así.

Subieron en una limusina para llegar al edificio donde sería la premiación. Cuando terminaron su trayecto, caminaron por la alfombra roja deteniéndose ocasionalmente para las fotos que probablemente al siguiente día aparecerían en cientos de revistas. Eso era normal para ellos, pero Sebastián iba encantado con las miles de cámaras que se le acercaban a tomar fotos de sus padres y de él, para congelar uno de los pocos momentos en los que se le podía ver frente al público, ya que Charly y Yeimy preferían mantenerlo en la vida privada.

Se quedaron haciendo algunas entrevistas rápidas, saludos a programas de televisión y dinámicas en lo que empezaba la premiación, y algunos minutos antes comenzaron a entrar junto a algunos compañeros de la industria. Se sentaron en las sillas correspondientes cuando empezó todo e hicieron una presentación entre nominaciones. Antes de una de las nominaciones, Yeimy fue a los camerinos a darse un retoque antes de aparecer en el escenario como presentadora para otorgar uno de los premios.

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