Capitulo 118

158 9 1
                                    

Cayena levantó la cabeza al oír sus palabras, no había gente y un gato de color blanco la miraba desde la barandilla.

—¿Por cuánto tiempo se detuvo el tiempo?

—... ¿Bayel?

El gato se sentó con las caderas pegadas a la barandilla. La voz era similar a la de un niño. Bayel era el único que podía hacer tal cosa.

—¿Qué estás haciendo aquí? ¿Estás aquí para ser mi esposo? Lo siento, pero llegas un poco tarde.

—¡¿Estás loca?! —Bayel se le erizó el pelaje.

—No hay razón para eso, ¿verdad? No te gusta involucrarte con humanos —

luego, los ojos color calabaza del gato se adelgazaron.

—Oye, Princesa. ¿Puedo ver lo que hay en tu cabeza?

Cayena habló vagamente, comprobando su maquillaje para ver si se había estropeado algo.

—¿Va a funcionar con esto?

—Hmm.

El gato saltó de la barandilla. Mientras se acercaba, Cayena sostuvo al gato por reflejo. Bayel retrocedió rápidamente y gritó amargamente.

—¿Qué estás haciendo?

—Un gato se acerca a una persona por sí solo, de alguna manera siento que debería abrazarlo.

—¡Un abusador! 

Los ojos de Cayena se entrecerraron.

—Anciano malvado.

Entonces el gato empezó a reclamar.

—¡¿Qué?!

Había una base para su acusación.

—¿Qué has visto?

—Sí es así, da igual.

Cuando Cayena respondió a medias, Bayel cayó al suelo con una rabia furiosa, pero no pensó que se vería lindo porque era un gato.

—¿Entonces qué estás haciendo aquí? Bayel levantó la cabeza con orgullo y dijo:

—¿Crees que no voy a salir porque el nuevo mago está a punto de meterse en problemas?

—¿Cómo supiste que detuve el tiempo?

—La regla de tiempo no funciona para el mismo asistente. Un mago, que es más débil que tú, tendrá demasiada repulsión en el tiempo, por lo que si se mueve libremente, todo su cuerpo se romperá.

Cayena Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora