Capítulo 133

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Evidentemente, calculó el estallido de intensidad que lo mataría de inmediato. Pero la bestia que cayó al suelo se tambalea y se movía apenas, y al final se levantó.

>Gurugurk<

Corrió a una velocidad increíble. Cayena primero se movió al espacio para evitar a la bestia negra. Solo entonces lo comprobó adecuadamente en el bosque.

—Esto es...

La bestia ya estaba fuera de forma. A pesar de que todo su cuerpo estaba en decadencia, corrió como pudo. Fue como un monstruo.

>Taang!<.

Cuando sonaron los disparos, el monstruo que corría hacia Cayena colapsó.

—Su Majestad.

Fue Raphael. Cayena se detuvo cuando trato de llamarlo. El, con un rifle, ya estaba en harapos con sangre goteando para ver cuántas veces había sido golpeado por un monstruo. Cayena corrió hacia él con expresión dura.

—¿No bebiste el elixir?

—Esta bien, solo parece ...

Trató de explicarlo, pero se calló ante la inusual expresión de Cayena.

—No tienes que ahorrar el Elixir, todavía queda mucho tiempo.

—Entiendo.

Raphael se rió de la preocupación de Cayena, sacó elixir de sus brazos y lo bebió. Enseguida su cuerpo se sintió bien.

—¿Y los demás?

—Todos se dispersaron. El príncipe Rezef también se separó en el camino

Cayena frunció el ceño y le preguntó.

—¿Hay más de esos monstruos? 

La respuesta no vino de Raphael.

—¿Te gusta el monstruo que crie?

Yester les apuntaba con su arma y se reía grotescamente. Dos hombres con túnicas negras aparecieron detrás de Yester. Eran los magos que estaban a ambos lados, liderados por Caín. En el concurso de caza de hoy, parecía que había decidido barrer completamente en colaboración con Yester.

"Porque hay un rincón para creer, parece que está golpeando con más valentía".

Cayena arrastró a Raphael detrás de ella. En cualquier caso, iba a tomar a este hombre y huir de aquí. Yester estaba convencido de que había salido completamente victorioso. Dos magos cooperarán con ellos, y esa gente común se derrumbará en poco tiempo.

—No sabía que era esa loca llamada Medea, se lo habría dicho al Príncipe. 

Un lado de las cejas de Raphael saltó a la expresión de una mujer loca.

Cayena Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora