Capítulo 130

91 6 0
                                    

Si debía culpar a alguien seria a él mismo, por no poder proteger a la Señora Clarence Elivans, por no entregar la carta a Cayena.

Cayena se dio cuenta de lo que estaba pensando, como si se estuviera culpandose a sí mismo, y dijo con voz severa.

—Mi niñera fue asesinada por Rezef, no tienes nada por lo cual culparte. Ese es... es solo mi problema y de Rezef. Además, es culpa de Su Majestad, el Emperador.

Raphael pensaba en eso, si hubiera ayudado a esta persona temprano y no terminara acorralada o hubiera actuado con más audacia, tal vez...

—Todo ha terminado.

Cayena le dijo a Raphael, que estaba a punto de derramar lágrimas.

—Cuando todo esto termine, todo mi tiempo restante será tuyo.

Así que solo tienes que aguantar un poco, un día más y otro día más, el tiempo que queda hasta mi muerte es totalmente tuyo, esa será la verdadera libertad que esperaba.

Una mano cubierta por un guante negro pasó por la mejilla de Raphael y él la besó por encima del velo negro, los dos se dieron un beso atreves de velo negro que la cubría, dijo bajando ligeramente la cabeza.

—Yo, ganare.

Ahora el fracaso no existía en sus planes.

°~°

Rezef se tumbó en el sofá y miró al techo a lo lejos, no sentía ninguna motivación, nada le era agradable. No se dejó llevar por la ira que nunca antes había experimentado, como si hubiera perdido su alma, mataba el tiempo con una mirada perdida.

Prepararse para la competencia de caza también fue molesto. ¿Qué va a hacer allí? De todos modos, ¿Tendría que esforzarse por evitar ser atrapado en algún tipo de trampa preparada por Yester? O tal vez vea la cara de su hermana sonriendo inocentemente fingiendo no saber nada.

Podrías barrer suavemente mis mejillas y mirarme con ojos preocupados.

Rezef levantó la mano y toco su rostro, lamento las acciones impulsivas y tontas que había hecho en el pasado, no debería haber matado a la niñera de Cayena.

—Debería haberla traída vivo y haberla matado ante sus ojos... [Dios... este vato es un caso perdido hahaha, pero insisto: el cuerpo no tiene la culpa. Siempre se puede transmigrar]

De esa manera, habría podido abrazar y consolar a Cayena, que había perdido a su niñera, e instarla a que se detuviera y estuviera bajo mi protección.

Rezef perdió a la familia que más quería tener. Una familia que solo me ama a mí, una alianza sólida que está conectada por la sangre y nunca se puede romper.

Mi hermana me enseño su dulzura, lo hizo todo por él, mostró gran interés y derramó su afecto.

Cayena Parte 2Where stories live. Discover now